Nacen los primeros bebés con «tres padres genéticos» gracias a una innovadora técnica de fertilidad
Gracias a una técnica triple de fecundación in vitro, ocho niños del Reino Unido llevan una vida sana, aparentemente lejos de las enfermedades que podrían haber heredado de su madre. Una nueva publicación en la revista de New England Journal of Medicine detalla la fecundación in vitro (FIV) tripersonal, es decir, dos óvulos y un espermatozoide, un procedimiento destinado a reducir el riesgo de que hereden enfermedades graves de sus madres.
Fecundación in vitro
Los ocho niños fueron concebidos mediante donación mitocondrial, técnica que consiste en transferir el núcleo de un óvulo fecundado con mitocondrias defectuosas a un óvulo donado con mitocondrias sanas. El objetivo es evitar que los niños hereden mutaciones nocivas del ADN mitocondrial de la madre, que pueden causar graves enfermedades que afectan a tejidos de alto consumo energético, como los del corazón, el cerebro y los músculos, y que muy a menudo conducen a la muerte en la infancia. El procedimiento se ha denominado fecundación in vitro tripersonal, porque los bebés que nacen llevan el ADN nuclear de una madre y un padre biológicos, junto con el ADN mitocondrial de una donante de óvulos.
Reino Unido, según la revista Nature, fue el primer país del mundo en regular la donación de mitocondrias en 2015, tras más de una década de investigación, discusión y debate. De ahí que aquí se conozcan los primeros informes detallados sobre la salud de los niños y la eficacia de la técnica. Según los investigadores, los ocho niños concebidos con esta técnica de fecundación in vitro, cinco niñas y cinco niños, están todos sanos y crecen con normalidad. El mayor tiene ahora más de dos años, mientras que el menor tiene menos de cinco meses. De ellos, cinco no tuvieron problemas de salud tras nacer, uno experimentó espasmos musculares que se resolvieron espontáneamente, otro niño recibió tratamiento por un trastorno del ritmo cardiaco y otro por una infección urinaria. «Somos cautelosamente optimistas con estos resultados», indica Robert McFarland, neurólogo pediátrico de la Universidad de Newcastle y coautor de uno de los estudios.
Mitocondrias defectuosas
Aunque el estado de los niños parece confirmar la ausencia de una enfermedad mitocondrial, existe el riesgo de que unas pocas mitocondrias defectuosas se transfieran sin querer junto al núcleo, lo que podría reintroducir el problema que se intenta evitar. Por tanto, durante el desarrollo posterior del embrión, la proporción de estas podría amplificarse hasta niveles lo suficientemente altos como para causar enfermedades. Hasta ahora, el equipo de investigación no ha detectado hasta ahora signos de mitocondrias defectuosas, heredadas de la madre, en cinco niños.
En los tres restantes, el porcentaje de mitocondrias con mutaciones oscilaba entre el 5% y el 16% del total. «Es probable que estos niveles no sean lo suficientemente altos como para causar enfermedades», comentó a la revista Nature Paula Amato, endocrinóloga reproductiva de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón, en Portland. No obstante, los investigadores solo examinaron células extraídas de la sangre o la orina en el momento del nacimiento, y «los niveles de mitocondrias podrían ser más altos en otros tejidos y órganos y variar con el tiempo. Hay que vigilar de cerca la salud de los niños», concluyó la experta.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.