jueves, junio 12, 2025
Ciencia y Salud

Al fin hay una buena pista para dar con los agujeros negros más raros del universo


Hay una clase de agujeros negros sonbre los que se ha teorizando durante décadas y que, pese a los esfuerzos empleados, siguen evadiendo todos los sensores. Se trata de los agujeros negros de masa intermedia. La astronomía los considera un eslabón. Tradicionalmente, los científicos los han buscado en galaxias lejanas con características singulares, pero una reciente investigación de la Universidad de Zúrich sugiere que para encontrarlos quizá baste con poner atención a nuestro propio ‘bario’, la Vía Láctea.

Los agujeros negros de masa intermedia oscilan entre 10,000 y 100,000 masas solares. Resultan difíciles de detectar porque aún no acumulan suficiente materia como para generar emisiones intensas, ni son tan pequeños como para influir de manera notable en procesos convencionales como la formación de estrellas y sistemas planetarios. Deben existir, por supuesto (la Teoría de la Relatividad General afirma que no hay un límite de masa) pero de momento son esencialmente invisibles ante los instrumentos astronómicos.

La mejor hipótesis sobre el paradero de estos enigmáticos agujeros negros es que se hallan en entornos caóticos difíciles de observar. Galaxias enanas, cúmulos globulares o en el halo de las galaxias son los puntos más probables. Su estudio despierta gran interés en la ciencia pues podrían aportar información crucial sobre el origen de los agujeros negros supermasivos o de las condiciones del universo temprano.


Agujero negro errante en una galaxia.

La unión de diferentes telescopios logró la detección de un agujero negro que se desplaza por su galaxia anfitriona como un “tiburón acechando en el mar”.


El camino hacia los agujeros negros medianos empieza a cobrar forma

En vista de que no han aparecido indicios sobre un agujero negro mediano, la ciencia quiere crear un mapa que proporcione información para su eventual localización. En un artículo, próximamente publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, el equipo de la Universidad de Zúrich confirmó que es posible utilizar simulaciones para estimar la cantidad de estos objetos gravitatorios en galaxias con características similares a la Vía Láctea.

De acuerdo con este ejercicio, una galaxia del mismo tamaño de la Vía Láctea debería contar con entre cinco y 18 agujeros negros de masa intermedia que no se encuentran ligados al supermasivo ubicado en el centro. Algunos de ellos son tan antiguos que se les considera objetos “semilla”. En otras palabras, los probables agujeros medianos han permanecido prácticamente inalterados desde sus orígenes en el universo primordial.


agujero negro

Son de los cuerpos celestes más extremos del Universo… y generan una de las preguntas más frecuentes a los astrónomos.


Los autores advierten que estos resultados deben interpretarse con cautela. Aunque se ha logrado estimar la población de estos agujeros, los datos empleados en las simulaciones todavía no permiten predecir de manera concreta sus masas ni sus posiciones. La búsqueda observacional de estos codiciados objetos aún debe esperar, aunque la brecha entre la teoría y la localización práctica se ha acortado significativamente.

La Vía Láctea, con aproximadamente 13,600 millones de años de evolución, no siempre ha exhibido la forma que observamos hoy. Según el modelo evolutivo más aceptado, la galaxia se formó a partir de múltiples fusiones de estructuras más pequeñas, cada una con sus propios agujeros negros. Este proceso continuará en los próximos miles de millones de años, culminando en el esperado encuentro y fusión con la galaxia de Andrómeda.



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