sábado, junio 21, 2025
Ciencia y Salud

Científicos descubren 26 nuevas especies de bacterias en salas estériles de la NASA


Investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA y de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST), Arabia Saudita, identificaron 26 nuevas especies de bacterias en las salas blancas asociadas a la misión Phoenix, lanzada a Marte por la agencia espacial estadounidense hace casi dos décadas.

Según la NASA, las salas blancas o limpias son esenciales para garantizar el éxito de cualquier misión espacial. Estos entornos, esterilizados, presurizados y permanentemente aspirados, se utilizan para aislar las naves y sus cargas útiles antes del lanzamiento y tras su regreso a la Tierra. El objetivo es evitar la contaminación microbiana y la presencia de partículas externas en los vehículos e instrumentos de investigación. Los sistemas de filtración de aire en estos espacios son capaces de bloquear hasta el 99.97% de las partículas presentes en el ambiente. Todo aquel que ingrese debe portar un traje protector completo y someterse a una ducha previa.


microbios luna

Los cráteres permanentemente oscuros de la Luna reunen las condiciones necesarias para que microbios de la Tierra sobrevivian por años.


El estudio, publicado en la revista Microbiome, informa que los científicos aislaron 53 cepas pertenecientes a 26 especies bacterianas previamente desconocidas. Todas ellas lograron sobrevivir en condiciones diseñadas para ser extremadamente estériles, con parámetros estrictos de temperatura, humedad y flujo de aire, que dificultan la proliferación de cualquier forma de vida microbiana.

Del total de cepas identificadas, 33 fueron aisladas antes de la llegada de la nave Phoenix a la sala blanca; siete se cultivaron durante las etapas de ensamblaje y prueba de la nave; y 13 se extrajeron del suelo del recinto luego del traslado del vehículo para su lanzamiento. Estos hallazgos descartan un origen extraterrestre para las nuevas especies detectadas.

Los microorganismos descubiertos pertenecen al grupo de los extremófilos, conocidos por desarrollarse en ambientes hostiles, como los del espacio exterior o instalaciones altamente desinfectadas.

Alexandre Soares Rosado, investigador de KAUST y líder del estudio, explicó que el propósito era “comprender el riesgo de transferencia de extremófilos en misiones espaciales e identificar qué microorganismos podrían resistir las condiciones adversas del espacio”.

Las nuevas bacterias podrían resistir el clima hostil del espacio

Tras el descubrimiento, el equipo procedió a realizar análisis genéticos de las bacterias. Determinaron que muchas de estas especies poseen genes asociados a la reparación del ADN, la desintoxicación de compuestos nocivos y la mejora del metabolismo, lo que les permite resistir tanto a los entornos controlados de las salas limpias como a condiciones similares en el espacio.

Los autores del estudio concluyen que sus hallazgos contribuirán a que la NASA y otras agencias espaciales refuercen sus protocolos de bioseguridad en estos entornos, reduciendo así los riesgos de contaminación en futuras exploraciones interplanetarias. Rosado subrayó que “este esfuerzo es fundamental para monitorear el riesgo de contaminación microbiana y prevenir la colonización accidental de otros planetas”.

Este avance cobra especial relevancia luego de que, en días recientes, se informara sobre el hallazgo de una bacteria nunca antes registrada en la Tierra, detectada en la estación espacial china, Tiangong. El microorganismo, nombrado Niallia tiangongensis, habitó en los controles de la cabina bajo condiciones de microgravedad.

Además, los científicos señalaron que los genes encontrados en estas nuevas especies podrían abrir la puerta al desarrollo de innovaciones biotecnológicas con aplicaciones en beneficio de la humanidad.

Júnia Schultz, investigadora posdoctoral en KAUST y coautora del trabajo, destacó que “los genes identificados en estas especies bacterianas podrían aplicarse en medicina, conservación de alimentos y diversas industrias”.

Por su parte, Kasthuri Venkateswaran, científico senior retirado del JPL y autor principal del estudio, destacó que la colaboración entre KAUST y la NASA constituye una alianza innovadora que amplía los horizontes de la ciencia espacial y la astrobiología. “Juntos estamos desvelando los secretos de microorganismos capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas, con un potencial transformador para la biología, la ingeniería genética y la exploración del universo”, concluyó.



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