Cómo saber en qué puedo invertir si quiero diversificar
A la hora de realizar una inversión, es de suma importancia no colocar todos los fondos en un único activo, por lo que la diversificación es clave. En este sentido, si se opta por colocar dinero en el mercado de capitales, hay varios sectores atractivos.
En esta nota, te mostramos cuáles son los mejores sectores en los que se puede invertir y diversificar el capital.
¿En qué sectores debo invertir para diversificar?
Hay diferentes sectores en los que se puede invertir. Entre ellos se encuentra el sector tecnológico, mercados emergentes, grandes empresas, sector energético y empresas chicas.
Sector tecnológico
Dentro de este sector se incluye a empresas que desarrollan software, hardware, productos electrónicos y servicios digitales, entre otras. En este sentido, el ETF del Nasdaq (generalmente el Nasdaq-100 o QQQ) es una opción popular para invertir en empresas tecnológicas de gran capitalización.
Este fondo incluye gigantes como Apple, Microsoft, Amazon, y Google, que tienen un impacto considerable en la economía global. Además de estar bien diversificado dentro del sector, sigue la evolución de las principales empresas tecnológicas en EE.UU.
Dentro de sus ventajas se encuentran la alta rentabilidad en épocas como la actual, con el auge de la inteligencia artificial. Al colocar dinero en este tipo de activos, se accede a algunas de las empresas más valiosas del mundo.
Entre los riesgos está la volatilidad y sensibilidad a cambios regulatorios, cíclicos o de innovación. Por ejemplo, una crisis financiera puede afectar especialmente a las tecnológicas.
Mercados emergentes
Los mercados emergentes son países en desarrollo que están experimentando un crecimiento económico rápido, como es el caso de Brasil. En este sentido, invertir en ellos puede ofrecer una gran oportunidad de crecimiento, aunque con riesgos relacionados con la estabilidad política y económica, entre otros.
Para invertir en ellos a través de la bolsa, pero de forma diversificada, se puede hacer mediante el ETF EEM. Este se encuentra compuesto por empresas de varios países en desarrollo. Esto incluye compañías de diversos sectores como finanzas, bienes de consumo y telecomunicaciones.
Además, ofrece una forma relativamente simple de obtener exposición a un grupo de mercados emergentes diversificado. Dentro de sus ventajas se encuentra el potencial de crecimiento a largo plazo, además de la diversificación geográfica.
Entre los mayores riesgos se destacan la inestabilidad política, volatilidad en divisas y regulaciones cambiantes. Esto se debe a que las economías emergentes tienden a ser más volátiles y menos predecibles que las economías desarrolladas.
Grandes empresas
Se trata de empresas con una gran capitalización de mercado, conocidas como «blue chips». Suelen tener un historial sólido y estable, por lo que tienden a ser menos volátiles y pueden proporcionar estabilidad en una cartera de inversiones.
El ETF del S&P 500 es uno de los más conocidos, ya que sigue el desempeño de las 500 empresas más importantes en EE.UU. Incluye sectores como tecnología, finanzas, salud, y bienes de consumo, lo que ofrece una diversificación sólida dentro de la economía estadounidense.
Entre sus ventajas, se destaca el rendimiento más predecible y una menor volatilidad que las compañías más pequeñas. Además, muchas empresas tienden a ofrecer dividendos de forma consistente, aunque no se reciben al invertir en el índice, sino que los fondos se reinvierten.
Sin embargo, aunque son más seguras, suelen tener un crecimiento más lento en comparación con las compañías de menor tamaño o sectores emergentes.
Sector energético
Este sector incluye empresas que producen o distribuyen energía, como petróleo, gas, energías renovables y servicios públicos. Los precios de las materias primas, las políticas energéticas y la transición a fuentes de energía más limpias influyen significativamente en este sector.
El ETF XLE (Energy Select Sector SPDR Fund) está compuesto por las mayores compañías energéticas de EE.UU, incluidas ExxonMobil y Chevron. Cubre tanto empresas de energía tradicional como aquellas que están involucradas en energías renovables.
Empresas chicas
Las empresas pequeñas o «small caps» son aquellas con una capitalización de mercado relativamente baja. Estas suelen tener un alto potencial de crecimiento, pero también un mayor riesgo. Pueden incluir desde startups hasta compañías en nichos específicos de mercado.
El ETF IWM (iShares Russell 2000 ETF) es uno de los más utilizados para invertir en pequeñas empresas. Este fondo rastrea el índice Russell 2000, el cual se compone de 2.000 pequeñas empresas estadounidenses, lo que proporciona una amplia exposición a este segmento del mercado.
Dentro de sus ventajas se encuentran el alto potencial de crecimiento a medida que las empresas se expanden. Es ideal para quienes buscan aumentar su rentabilidad a largo plazo.
Con respecto a los riesgos, son más sensibles a la recesión económica y tienen menos acceso a capital, lo que aumenta su volatilidad y riesgo de quebrar, lo que termina impactando en el precio del ETF. En otras palabras, se trata de una inversión con mayor potencial de suba, pero un riesgo elevado.