EE.UU. retorna a 41 migrantes a Cuba
MADRID, España.- El Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos (USCG) repatrió este viernes a 41 migrantes cubanos (31 hombres, ocho mujeres y dos menores) que habían intentado llegar a territorio estadounidense de manera ilegal por vía marítima.
Según el Ministerio del Interior (MININT), citado por la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN), fueron devueltos a la Isla por el puerto de Orozco, en Bahía Honda, provincia de Artemisa.
“Una de esas personas se encontraba en libertad condicional por el cumplimiento de sanciones penales en el momento de abandonar la nación y será puesta a disposición de los tribunales correspondientes”, se lee en la nota de ACN.
Con esta devolución el número de migrantes cubanos irregulares repatriados desde distintos países de la región asciende a 980 en lo que va del año.
Cuba y Estados Unidos mantienen un acuerdo bilateral que estipula la devolución a la Isla de todos los migrantes que lleguen a Estados Unidos por mar. Además, los vuelos de deportación entre Cuba y Estados Unidos, suspendidos desde diciembre de 2020, fueron retomados en abril de 2023 tras conversaciones entre ambos países para abordar la crisis migratoria.
Sin embargo, a pesar de ello y de las repetidas advertencias de las autoridades estadounidenses, que han dejado claro que quienes ingresen ilegalmente al país serán deportados, el flujo de migrantes cubanos no se detiene.
Esta misma semana un grupo de 21 balseros cubanos fue interceptado por la Guardia Costera de Estados Unidos tras desembarcar en los Cayos de Florida. Estas personas, ahora bajo custodia, se enfrentarán al proceso legal correspondiente, que en la mayoría de los casos culmina en repatriación.
De acuerdo con las más recientes cifras de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EE,UU. (CBP, por sus siglas en inglés), en el año fiscal 2024, hasta julio, habían arribado a territorio estadounidense 196.567 cubanos, de los cuales casi 2.000 eran menores de edad.
Desde 2021 a la fecha, el éxodo cubano supera las oleadas migratorias previas, como la Crisis de los Balseros en 1994, el éxodo del Mariel en 1980, y Boca de Camarioca, en 1965.