El fondo marino sigue siendo terreno desconocido para los humanos: no hemos visto ni el 1%
El 70% de la superficie del planeta está cubierta por agua. Los satélites han fotografiado prácticamente cada metro de la superficie terrestre. No sucede así con el fondo marino. Un estudio reciente estima que las imágenes del mar profundo representan solo el 0.001% de su totalidad. El trabajo coordinado por la Ocean Discovery League expone que si esa cobertura del mar se tradujera a extensión territorial, equivaldría a una décima parte de un país pequeño, como Bélgica.
El estudio es considerado la estimación más completa de observaciones en aguas profundas hasta la fecha. Para su elaboración, los investigadores analizaron datos de aproximadamente 44,000 inmersiones en aguas profundas, realizadas entre 1958 y 2023, en 120 países. Los resultados publicados en Science Advance advierten que, ni siquiera en el mejor escenario, los registros visuales del fondo marino superan el 1%.
La mayor parte de ese 0.001% de registros visuales se concentra en zonas cercanas a Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda. Además, solo cinco naciones —Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Francia y Alemania— son responsables del 97% de las observaciones de inmersión en aguas profundas. De todas todas las imágenes disponibles, al menos un tercio de ellas se realizaron antes de 1980 y se encuentran en baja resolución, a blanco y negro.
“Este sesgo en la cobertura geográfica y la representación de los operadores ha llevado a la comunidad oceanográfica a basar gran parte de su caracterización del ecosistema oceánico profundo en esta muestra increíblemente pequeña y poco representativa”, contó la Ocean Discovery League a través de un comunicado.
Minar a ciegas en el fondo marino
Los oceanólogos trabajan intensamente para demostrar la complejidad del fondo marino y su fragilidad. Intentan combatir una amenaza latente. En los últimos años las compañías mineras se preparan para abandonar la extracción de manganeso, cobre, cobalto y zinc en la superficie terrestre, y llevar su infraestructura a las profundidades del océano, con la promesa de un futuro sostenible lleno de riqueza. La comunidad científica advierte que la explotación minera en el océano podría destruir ecosistemas que todavía no se han descubierto o no se han comprendido.
“A medida que enfrentamos amenazas cada vez mayores a las profundidades oceánicas, desde el cambio climático hasta la posible minería y la explotación de recursos, esta limitada exploración de una región tan extensa se convierte en un problema crítico tanto para la ciencia como para las políticas. Necesitamos comprender mucho mejor los ecosistemas y procesos de las profundidades oceánicas para tomar decisiones informadas sobre la gestión y conservación de los recursos”, explicó Katy Croff Bell, presidenta del Ocean Discovery League y principal autora del estudio.
Las profundidades oceánicas se consideran aquellas regiones que superan los 200 metros de profundidad, pueden sustentar ecosistemas gigantes y representan fábricas de componentes esenciales, como el oxígeno o corrientes oceánicas que jueguen un papel en el comportamiento del clima en la superficie.
El océano más profundo del mundo es el océano Pacífico con 10,994 metros de profundidad. En su región más oculta, el abismo de Challenger en la fosa de las Marianas, la distancia con respecto al nivel del mar aumenta hasta 11,034 metros.