El mermado mercado laboral de China se enfrenta al reto de asumir un número récord de graduados
Según las cifras oficiales, este verano salieron de las aulas de las universidades chinas aproximadamente unos 11,8 millones de graduados, una cifra récord, y esto lleva a pensar que en este momento China está ante el mercado laboral más débil desde hace varios años, ya que las empresas de muchos sectores económicos redujeron su tamaño para recortar costes en medio de la desaceleración del crecimiento económico y una confianza del mercado muy mermada.
El paro juvenil es uno de los tantos problemas a los que se está enfrentando la economía china en una época de desaceleración. El Gobierno está haciendo importantes esfuerzos por doblegar la curva, incluso dejó de publicar los datos en junio de 2023 para reformular su método de recuento, justo en el momento en el que el paro juvenil estaba en una cifra récord del 21,3%. Pues, tras varios meses a la baja, tras retomar su publicación en septiembre, los datos del paro juvenil no han dejado de crecer y han vuelto a marcar un récord por segundo mes consecutivo en agosto, con una tasa del 18,8% desde el 17,1% de julio, según los recientes datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
En una rueda de prensa posterior a la publicación de los datos, un portavoz de la ONE aseguró que este repunte de desempleados jóvenes se dio, principalmente, al gran número de graduados universitarios que ingresaron al mercado laboral. Es cierto que en el mes de agosto el paro juvenil siempre solía repuntar en China y su mercado laboral tenía capacidad de absorción, pero, como se ve en el gráfico, cada vez es menor.
Las empresas inmobiliarias, las de Internet y las de formación solían ser las que más absorbían el empleo joven. Ahora, en cambio, están reduciendo su personal debido a la desaceleración económica.
El nuevo método de cálculo del paro juvenil en China se introdujo en diciembre de 2023, y en él se encuesta a las personas de 16 a 24 años igualmente, pero se excluye a los estudiantes. El problema de esto no es, en sí, la nueva fórmula, sino que no ajustaron los meses anteriores a este nuevo cálculo, por lo que no se puede hacer una visión general de cómo ha evolucionado el mercado laboral para los recién graduados y los más jóvenes.
Este problema se ve agravado por un cambio generacional en el que las expectativas de las personas graduadas después del año 2000 ha cambiado. A diferencia de sus generaciones pretéritas, muchos de los jóvenes que están en búsqueda activa de empleo en el país priorizan el equilibrio entre trabajo y vida persona, así como la estabilidad. Esto ralentiza todavía más la tendencia del empleo, ya que se toman su tiempo para encontrar un trabajo que se adecúe a sus exigencias.
Parece que, como está sucediendo también en otras economías desarrolladas, el mercado laboral no se ajusta a las necesidades y demandas de los más jóvenes. Está apareciendo el fenómeno de la sobrecualificación: desempeñan puestos de trabajo que requieren menos habilidades y los jóvenes carecen de la experiencia necesaria para desempeñar puestos superiores acordes a su nivel de estudios.
En Pekín siguen trabajando para aliviar el desempleo juvenil. Una de las iniciativas que han tomado es la de lanzar potentes ofertas temporales de empleo público, lo que ayuda a aliviar la tensión en el corto plazo, pero no soluciona el problema de raíz.
Zhang Dong, gerente de recursos humanos de una empresa química que cotiza en bolsa, dijo a Caixin que la compañía había planeado reclutar a 160 recién graduados este año, pero finalmente redujo la plantilla a 80. Por otro lado, Feng Lijuan, experto en recursos humanos de la plataforma de contratación 51job. He Tian, ??gerente de recursos humanos de una empresa de bienes de consumo de rápido movimiento de tamaño mediano, que contrató a entre 200 y 300 recién graduados el año pasado, dijo que muchos han sido despedidos desde entonces. Ambos testimonios sirven para esclarecer la realidad que soportan los jóvenes actualmente en el mercado laboral chino.
Otro fenómeno que se está dando en China es que las prácticas antes se tenían como complemento a la formación y ahora, tal y como sucede en otros países, son el trampolín necesario para acceder a un puesto de trabajo, ya que tienen más peso que las titulaciones.
Más formación ya no es más empleo
Una encuesta realizada por una plataforma de empleo china concluye que la tasa de ofertas de empleo para graduados de máster y doctorados cayó un 44,4%, por debajo de del 45,4% para los graduados. Estos datos muestran que la mayor cualificación no se traduce en una mayor tasa de empleo. Las empresas ahora buscan trabajadores rentables y que «estén listos para trabajar», lo que genera una parálisis frustrante para los jóvenes.
En este sentido, China está subsidiando a las empresas privadas y aumentando las ratios de contratación en las compañías públicas, así como generando incentivos para empleos comunitarios y becas de investigación. Se espera que unos 400.000 graduados ocupen estas funciones este año, o más de 700.000 trabajadores si se incluye la contratación de funcionarios públicos, lo que representa el 6% de todos los graduados en 2024.
El problema de este tipo de oferta laboral es que los expertos se cuestionan su sostenibilidad en el tiempo y que se conviertan en puestos fijos, sobre todo en la rama de la investigación.