Estos fondos de inversión apuestan por la ciencia y la tecnología de la salud en serio
“Venían con increíbles desarrollos tecnológicos, pero con muy malos negocios”. Así resume Juan Valero el desafío central de muchas startups healthtech en México al buscar inversión. Aunque ofrecen soluciones innovadoras, carecen de modelos de negocio sólidos y equipos multidisciplinarios.
Lo cierto es que los fondos de venture capital también suelen carecer de especialización para evaluar proyectos científicos. “Quieren innovación, pero no dimensionan lo que implica un desarrollo científico o tecnológico,” dice Valero, coordinador de Mentores y Sinergías de Emprendimientos Tecnológicos, del Tecnológico de Monterrey.
Pese a estas fricciones, las startups healthtech avanzan. Se trata de empresas incipientes que usan tecnología para transformar el acceso, la eficiencia y la calidad de los servicios de salud, además de buscar la cura de enfermedades.
En México hay unas 300 startups healthtech en distintas etapas de desarrollo. “La mayoría se enfoca en modelos prácticos como telemedicina, farmacias digitales y expedientes clínicos electrónicos”, dice Erick Salazar, coordinador general de la Asociación HealthTech México. Sin embargo, “seguimos rezagados en proyectos más científicos, como genómica o terapias personalizadas”.
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El problema no es solo de los fondos. Muchas startups buscan capital con propuestas incompletas y equipos homogéneos. “No necesitan hacerlo todo solos. Incorporar especialistas es clave para estructurar proyectos exitosos”, subraya Valero. Además, enfrentan barreras regulatorias, como los procesos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que a veces retrasan etapas clave.
Ante la necesidad de mayor preparación de los fundadores, en general con un perfil más científico y tecnológico, los fondos los conectan con aceleradoras y company builders para ayudarlos a escalar su tecnología.
Ambos expertos coinciden en que el ecosistema mexicano debe evolucionar para competir globalmente. Los fondos necesitan equipos que entiendan proyectos científicos complejos y las startups deben aprovechar oportunidades en México, especialmente en áreas como enfermedades crónicas, salud ocupacional y atención personalizada. “El talento está aquí; necesitamos conectar mejor a los actores del ecosistema”, agrega Salazar.
En el Panorama HealthTech 2023, la consultora Deloitte pronostica que para 2030 estas startups serán catalizadoras de cambios en salud, promoviendo inclusión y equidad para poblaciones marginadas.
El camino para los emprendedores healthtech está lleno de retos. Las políticas de innovación en México han cambiado y los recortes de fondos públicos en ciencia y tecnología han afectado el ecosistema emprendedor. Por ello, otros países como Argentina están tomando la delantera en sectores de alta tecnología.
Sin embargo, las innovaciones de las startups healthtech en México son suficientemente atractivas para captar a los pocos fondos especializados en ciencia. “Estamos convencidos que las startups de salud tienen el potencial de generar un impacto global”, señala Pedro López Sela, socio director de Frisson Capital.
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Frisson Capital: El camino menos transitado
Entre los fondos de capital de riesgo que buscan la próxima gran startup tecnológica, Frisson Capital apuesta por la especialización en un nicho específico: el sector healthtech. El enfoque de Frisson Capital en este sector se centra en tres categorías: deep tech, tech based y tech enabled. Estas áreas abarcan tecnologías como nuevas moléculas para tratar enfermedades, robots quirúrgicos y dispositivos portátiles, así como farmacias digitales y sistemas de gestión hospitalaria.
“En Frisson Capital no nos limitamos a una tecnología en particular. Buscamos soluciones que tengan un impacto real en el sector salud, sea cual sea el formato tecnológico”, explica López Sela.