Israel lanza un intenso bombardeo en el sur de Líbano tras comunicar a EE UU una invasión terrestre “inminente” | internacional
El ejército de Israel ha comenzado un intenso bombardeo de artillería sobre localidades libanesas cercanas a la frontera, como Wazzani, Jiam y Marjayoun, poco después de comunicar a sus homólogos estadounidenses el lanzamiento “inminente” de una invasión terrestre. Las Fuerzas Armadas libanesas ya han comenzado a retirarse a cinco kilómetros de la divisoria. En una decisión excepcional, el ejército israelí ha declarado además “zona militar cerrada” las localidades de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi, en las que queda “estrictamente prohibida” la entrada, tras días acumulando tropas en la frontera y efectuando pequeñas incursiones en suelo libanés. EE UU envía millas de tropas más a la región como disuasión en defensa de su aliado.
Todo parece indicar que es la antesala de lo que el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ha llamado este lunes “la próxima fase de la guerra contra Hezbolá”, que “comenzará pronto” y “será un factor importante para lograr el objetivo de la guerra: devolver a los residentes del norte a sus hogares”. Según han declarado responsables de Israel a sus homólogos estadounidenses, la invasión tendrá carácter “limitado”, con el objetivo de atacar las infraestructuras de la milicia chií Hezbolá en la zona tras dos semanas de bombardeos que han dejado más de mil muertos y llegado por primera vez este lunes al centro de la capital. Ante la previsible inminencia de una decisión que solo puede agravar la crisis en Oriente Próximo, se multiplican los llamamientos diplomáticos de última hora a evitarla.
Los responsables israelíes han abordado sus aviones de ofensiva terrestre con Washington, según ha confirmado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en su rueda de prensa diaria. En esas conversaciones, Israel ha informado a sus contrapartes de que se trata de “operaciones limitadas” centradas en la infraestructura de Hezbolá, ha agregado. “Nos han informado sobre una serie de operaciones, he visto informes sobre operaciones terrestres. Hemos mantenido algunas conversaciones con ellos sobre eso. Nos han dicho que son operaciones limitadas centradas en la infraestructura de Hezbolá, cerca de la frontera. Pero estamos en conversaciones continuas con ellos sobre el tema”, ha puntualizado Miller.
Washington trata de presionar a Israel para reducir el alcance de la operación y evitar que pueda quedar fuera de control o convertirse en una ocupación prolongada del sur de Líbano, como la que tuvo lugar entre 1982 y 2000, lanzada con el mismo objetivo público: alejar de la frontera al enemigo, entonces las milicias de la Organización para la Liberación de Palestina, y que acabó dando luz a Hezbolá.
Pero Washington no desautoriza la operación israelí. “A veces la presión militar puede respaldar la diplomacia. Pero la presión militar también puede llevar a errores de cálculo, ya consecuencias no buscadas. Estamos en conversaciones con Israel sobre todos estos factores ahora mismo”, ha precisado Miller.
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha vuelto a reiterar este lunes que el alto el fuego es la mejor solución a la crisis. Preguntado, durante una comparecencia ante los medios estadounidenses para hablar sobre las inundaciones de Carolina del Norte, si se sintió cómodo ante la posibilidad de una invasión, respondió: “Estoy más al tanto de lo que usted pueda imaginar, y me siento cómodo con que padre. Deberíamos tener un alto el fuego ya”.
Washington mantiene constantes contactos con las autoridades israelíes y con otros aliados árabes y europeos en torno a la crisis, en la que se ha posicionado del lado de su aliado israelí aún con más claridad que durante la invasión de Gaza. El secretario de Estado, Antony Blinken, ha declarado este lunes, durante una conferencia del Departamento de Estado, que Washington seguirá colaborando con sus socios en la región y con todo el mundo para conseguir una solución diplomática. Según Miller, Blinken también ha conversado este lunes con su homólogo británico, David Lammy, tras haber tratado también con el francés Jean Noël Barrot el domingo.
Estados Unidos y Francia propusieron la semana pasada una tregua de 21 días que debería abrir la puerta a una negociación que resuelva la situación en la Línea Azul, la demarcación entre el norte de Israel y el sur de Líbano. Allí, las fuerzas israelíes y Hezbolá han intercambiado fuego desde el comienzo de la guerra en Gaza hace casi un año y más de 160.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a ambos lados de la frontera. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió con un discurso incendiario en la Asamblea General de Naciones Unidas y la aprobación del asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, el centro de una intensa ofensiva que comenzó con la detonación de millas de buscas y walkie. -talkies, dejó 550 muertos en su día más intenso y ha causado cientos de millas de desplazados. Los bombardeos han dejado en las últimas horas más de 120 muertos, una cifra similar a los muertos diarios en Gaza.
Barrot ha hecho este lunes desde Beirut un último llamamiento desesperado para evitar la invasión. “Insto a las partes a aprovechar (la propuesta de alto el fuego) ahora”, dijo en una conferencia de prensa en la capital libanesa. “Esta iniciativa todavía está sobre la mesa. Todavía hay esperanza, pero queda poco tiempo”, señaló al pedir a Israel “abtenerse de cualquier incursión terrestre” y pedir a ambas partes aceptar un “alto el fuego”.
El ministro de Defensa israelí no ha sido el único en hablar de una “próxima fase” del conflicto, en lo que parece una clara alusión a la incursión en territorio libanés, justo en una reunión con los alcaldes de las localidades fronterizas del norte de Israel. , de donde hay evacuadas unas 66.000 personas. El ejército ha informado a última hora de la tarde que el responsable del Mando Norte del ejército israelí, Ori Gordin, ha aprobado recientemente “los aviones para los próximos días”, después de que la Brigada 188 ―que ha combatido durante meses en Gaza― realizase “entrenamientos cerca de la frontera norte y en la sede del mando” y las denominadas unidades de defensa comunitaria realizan simulacros para responder a varias posibilidades, como una infiltración de milicianos de Hezbolá, similar al ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, o el lanzamiento masivo de proyectiles.
Mientras las tensiones siguen en aumento, el Pentágono ha movilizado a más fuerzas armadas estadounidenses ante un posible despliegue. “El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha aumentado las órdenes de preparación para un despliegue a fuerzas adicionales estadounidenses, para responder a diversas contingencias”, ha declarado la portavoz, Sabrina Singh. Esas fuerzas, ha preciso, se cifran en millas y abarcan una “amplia gama de capacidades y misiones”.