La antigua tribu celta donde las mujeres ocupaban el corazón de la vida social
La libertad de las mujeres celtas ha sido un tema muy encendido durante miles de años. Los escritores romanos se escandalizaron por los informes sobre sus libertades sexuales, que incluían tomar varios esposos. Cartimandua y Boudica, primeras líderes femeninas en Gran Bretaña, demostraron que las mujeres podían llegar a los niveles más altos de poder, comandando ejércitos y dirigiendo tribus.
La evidencia arqueológica también sugiere una dinámica de género flexible, que variaba considerablemente según las tradiciones locales. Por ejemplo, las mujeres celtas a veces eran enterradas con ajuares funerarios lujosos, como joyas y espejos, lo que indicaba un alto estatus.
Aunque la patrilocalidad, en la que las mujeres viven cerca de la familia de su esposo, sigue siendo mucho más común culturalmente, las sociedades centradas en las mujeres no son tan inusuales como lo eran hace apenas una década. En Gran Bretaña, durante el Neolítico (marcado por la introducción de la agricultura) y la Edad del Bronce, que abarca aproximadamente entre 4000 y 800 a.C., las sociedades humanas prehistóricas solían ser patrilocales. «Es en este contexto donde las mujeres se trasladan», explica Cassidy. «Al casarse, dejan su hogar y se unen a la aldea, a la comunidad de sus maridos».
Los pueblos de la Edad de Hierro de Gran Bretaña dejaron pocos restos humanos, pero el cementerio en el centro del nuevo estudio es una rara excepción. Generaciones de personas Durotrigias están enterradas en el sitio, que fue descubierto en 2008 cerca del pueblo de Winterborne Kingston y que aún se sigue excavando.
“Es una oportunidad bastante rara obtener un sitio como este, donde tienes muchos entierros no quemados en el mismo cementerio. Fue una oportunidad realmente única para estudiar la composición de una comunidad de la Edad de Hierro británica y analizar las relaciones familiares y la organización social”, explicó la Dra. Cassidy.
El análisis del equipo reveló que decenas de individuos descendían de un solo y raro linaje matrilineal, incluyendo a una mujer adulta, su hija, sus nietas adultas y un probable bisnieto. Ocho de los 10 miembros de la familia que no formaban parte de este linaje matrilineal eran hombres, algunos de los cuales, presumiblemente, se casaron con miembros de la comunidad.
El equipo también buscó marcadores genéticos de matrilocalidad en restos de más de 150 sitios arqueológicos que abarcan 6,000 años, y descubrió varios grupos con patrones similares de descendencia por línea femenina. Los estudios comparativos de ADN antiguo podrían revelar la extensión y distribución de las sociedades matrilocales en la Edad de Hierro. Sin embargo, Cassidy advirtió que la matrilocalidad no debe confundirse con matriarcado, un sistema en el que las mujeres son las principales autoridades de poder.
A pesar de todo, aún queda mucho por descubrir sobre esta tribu celta y sobre los diversos grupos de humanos prehistóricos dispersos a lo largo del espacio y el tiempo. Sin embargo, Cassidy está convencida de que el ADN antiguo jugará un papel clave en desentrañar parte de ese misterio.