martes, diciembre 3, 2024
Economía

La mayor láctea argentina se endeuda para encarar nuevos planes de negocios



La decisión de fusionar las operaciones de Mastellone con las de Danone ya sería una realidad que comenzaría a tomar forma luego del 2025.

La fecha no es antojadiza, sino que se vincula con el acuerdo de control que hace más de una década firmaron el grupo lácteo francés con Arcor para, juntas, controlar actualmente el 49% de la empresa dueña de la marca La Serenísima.

Ese convenio las obliga a ejercer, en el plazo de un año, lo que en inglés se conoce como call opción u opción de compra para quedarse con el 51% que permanece en manos de la familia de «Don» Pascual Mastellone y el fondo de inversión Dallpoint Investments que, del mismo modo, también pueden ejercer la opción de venta de sus tenencias antes de que termine el 2025.

Fusión «necesaria»

Es más, el actual Presidente de la láctea argentina, Carlos Agote, es fundador del fondo inversor y en una reciente nota que le dio al diario La Nación adelantó la estrategia de fusión que se comenzaría a vislumbrar para llegar a ese objetivo de control total.

El ejecutivo advirtió que la compañía que lidera no puede operarse de manera independiente a Danone, publicando balances de resultados independientes, o planteando estrategias comerciales diferentes y calificó como «esencial» fusionar operativamente ambas compañías, más allá del nombre del propietario de las acciones.

Su objetivo es el de encarar un único y fuerte proceso de expansión internacional a partir de una láctea fusionada y que responda a un plan de crecimiento basado en internacionalizar La Serenísima, considerado su principal activo en un entorno de fuerte competencia como el que se da en el mercado lácteo local y global.

El fondo que fundó Agote ingresó en Mastellone en 1998, con una primera inyección de fondos que luego fue creciendo hasta que, en el 2015 se selló un contrato entre los accionistas con opciones cruzadas que caduca en el 2026.

En el caso de Dallpoint, al ser un fondo inversor, la única opción que tiene es la de vender sus tenencias en Mastellone que llegan al 26% del capital, ya sea a Arcor como a Danone o a otro interesado que actualmente no tenga presencia en el grupo lácteo que está cumpliendo 95 años.

Buscar fondos en los mercados

Pero mientras esto ocurre, ninguno de los actuales accionistas parece querer inyectar más fondos en Mastellone, por lo menos para que la empresa siga operando y manteniendo su caja en condiciones normales.

Por ese motivo, el directorio de la sociedad resolvió autorizar un endeudamiento financiero por hasta u$s30 millones o su equivalente en pesos.

Ese endeudamiento se encuentra atado a una serie de condiciones como la de obtener u$s10 millones mediante operaciones de prefinanciación de exportaciones y/o acuerdos para operar en descubierto con los bancos con los que opera Mastellone actualmente, a un plazo de vencimiento no superior al 30 de junio de 2025 y sin garantía.

La segunda condición es la de evaluar la emisión y colocación por oferta pública de las Obligaciones Negociables (ON) por hasta un monto equivalente a u$s20 millones, a un plazo de vencimiento no superior al 30 de junio de 2025.

Este plan se encuentra atado a las condiciones de mercado más convenientes y supeditando la aprobación de las condiciones de emisión y celebración de los contratos correspondientes a la consideración y aprobación del Directorio.

La tercera posibilidad es la de aprobar que, en el eventual caso que por razones del mercado de capitales la emisión de ON no sea factible en forma parcial o total, Mastellone pueda incurrir en la toma de endeudamientos bancarios en su reemplazo, a un plazo de vencimiento no mayor al 30 de junio de 2025, sin garantías.

Crecer en el exterior

El dinero sería utilizado para encarar los futuros planes de inversión y de expansión que los dueños actuales de la láctea tienen en carpeta mediante una estrategia encabezada por su directorio para enfocarse mayoritariamente al mercado externo o, dicho de otro modo, en el incremento de la rentabilidad de las operaciones de comercio exterior.

Esto marca que, a partir de la recesión en el mercado doméstico, Mastellone puso sus esfuerzos en enfocarse en crecer «puertas afuera» liderando las exportaciones de leche en polvo, además de contar con una importante presencia en los mercados regionales, principalmente Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú y Uruguay, y también en otros mercados externos, como Argelia y China.

A partir de esta apuesta, pudo ofrecer al mercado un nivel de calidad crediticia por encima del promedio en comparación con otras empresas locales del sector, mostrando también una mayor capacidad para pagar sus obligaciones de deuda senior no garantizada de corto plazo.

Es más, un informe de Moody´s Argentina, filial de una de las principales evaluadoras de riesgo a nivel global, publicado en octubre pasado califica a la con » A.ar y » ML A-1.ar, ambas positivas y que reflejan la capacidad de hacer frente a su endeudamiento.

Desembarco libertario positivo

De todos modos, debe competir en un entorno local limitado por el elevado riesgo de descalce de moneda, la exposición a riesgo regulatorio, la industria altamente competitiva que se traducen en márgenes de rentabilidad volátiles y menores en comparación a otras empresas de calificadas y del sector.

De hecho, posee bajos niveles de rentabilidad a través del ciclo, medido en términos de EBITDA, en comparación a otras empresas calificadas que hasta el 2023 fueron afectados por la caída en los niveles de consumo masivo de alimentos y particularmente de los lácteos, los elevados niveles de inflación, el atraso en el tipo de cambio y la baja de los precios internacionales que impactaron negativamente en las exportaciones.

Pero, el desembarco de las políticas libertarias en la Casa Rosada, le permitieron volver a mostrar balances positivos a partir de la desaparición de las medidas de control interno que había adoptado la anterior administración kirchnerista, además de las acciones de la propia compañía tendientes a recuperar lentamente su rentabilidad frente a incrementos de costos como los sufridos por la materia prima que utiliza.

Ese plan todavía no tuvo consecuencias positivas en el mercado interno donde sus volúmenes de venta cayeron 5,5% en lo que va del año en comparación con igual período del 2023.

Sin embargo, su último balance muestra ganancias mayores a $37.000 millones contra los $17.000 millones que había obtenido en los primeros nueve meses del año pasado, reflejando una mejora en su rentabilidad operativa lograda por una ganancia por diferencia de cambio, dada la menor tasa de devaluación del peso frente a la inflación del período, lo cual terminó por configurar un resultado neto positivo para este período.

Se trata de un cambio de ciclo si se tiene en cuenta que su último balance anual correspondiente al 2023 cerró con rojo de $13.189 millones y un resultado operativo negativo en $8991 millones, lo cual llevó al directorio de la láctea a señalar directamente a las políticas del entonces gobierno de Alberto Fernández como el responsable de su debacle financiera y de su rentabilidad negativa.

Sin embargo, ya en mayo pasado, cuando dio a conocer su información contable al 31 de marzo, ya se evidenciaba una mejor situación interna a partir de lo que su directorio consideró como «necesarias medidas económicas que implementó el nuevo gobierno para equilibrar las cuentas públicas, cortar la emisión monetaria, y aumentar reservas, han tenido un fuerte impacto en la actividad económica y los niveles de consumo».

En tanto, para lo que resta del año, en Mastellone advierten que la situación agronómica todavía es incierta y especialmente para el año que viene, teniendo en cuenta la escasez de agua, debido a precipitaciones insuficientes, sumado al posible impacto en las reservas de maíz de nuevas plagas como la chicharrita, todo lo cual augura posibles complicaciones para la producción lechera.

A partir de este escenario y tal como sucede habitualmente en el último trimestre del año, ligado al crecimiento de la producción láctea, la láctea dispondrá de una mayor cantidad de insumos destinados a la exportación y pondrá el foco especialmente en los mercados de la región, aunque también, en menor medida, a países fuera de la órbita del Mercosur.



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