Los recortes de Trump a la ciencia están causando una ‘fuga de cerebros’
El recorte al financiamiento científico, promovido por la administración de Donald Trump, ha provocado un éxodo de investigadores que buscan oportunidades de desarrollo y empleo fuera de Estados Unidos, según un análisis publicado en Nature.
El mes pasado, el gobierno estadounidense anunció la cancelación de más de 200 subvenciones federales destinadas a investigaciones sobre el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). También redujo los recursos asignados a los Institutos Nacionales de Salud para estudios sobre covid-19 e impuso un recorte de 400 millones de dólares a los fondos destinados a la Universidad de Columbia, en respuesta a las protestas realizadas en su campus en apoyo a Palestina en el contexto del conflicto con Israel.
Estas decisiones han generado un clima de incertidumbre entre la comunidad científica. Michael Friedlander, director del Instituto de Investigación Biomédica Fralin, en Virginia Tech, destaca que los recortes presupuestarios del gobierno federal han incrementado la ansiedad entre estudiantes de posgrado y posdoctorado. “No solo se cuestionan el rumbo de sus carreras, sino incluso si deben continuar en este campo o si tienen futuro como científicos”, afirmó.
Su percepción se ve respaldada por los resultados de una encuesta interna de la Asociación Nacional de Postdoctorados (NPA), la cual reveló que el 43% de los 293 miembros consultados considera que su puesto está en riesgo, mientras que el 35% reportó que sus investigaciones enfrentan retrasos o amenazas significativas.
Como respuesta inmediata, muchos han optado por buscar opciones en el extranjero. Una encuesta independiente del equipo editorial de Nature reveló que el 75% de los investigadores estadounidenses están interesados en abandonar el país.
En la misma línea, datos de Nature Careers, una plataforma global de empleos científicos, muestran que entre enero y marzo de este año, los especialistas de Estados Unidos enviaron un 32% más de solicitudes de empleo a instituciones internacionales en comparación con el mismo periodo de 2024. Además, el número de usuarios estadounidenses buscando oportunidades fuera del país creció un 35%.
Simultáneamente, el interés por trabajar en Estados Unidos ha disminuido drásticamente. Durante el primer trimestre del año, las solicitudes para empleos en centros de investigación de aquel país presentadas por científicos de Canadá, China y Europa se redujeron en un 13, 39 y 41%, respectivamente.
James Richards, responsable del equipo de Soluciones de Talento Global en Springer Nature, advierte que resulta inédito observar una caída tan pronunciada en las postulaciones hacia Estados Unidos, acompañada de un aumento proporcional en quienes desean emigrar.
Europa quiere a los especialistas en ciencia de EE UU
A nivel internacional, el mercado laboral en el ámbito científico ha mostrado una recuperación tras la disminución del apoyo financiero en Estados Unidos. Varias instituciones extranjeras han lanzado iniciativas para atraer a investigadores estadounidenses, siendo Europa una de las regiones más activas.
Un ejemplo destacado es la Universidad de Aix-Marsella, en Francia, que recientemente presentó el programa Un lugar seguro para la ciencia, dirigido a científicos estadounidenses despedidos, censurados o limitados por las políticas del Gobierno de Trump. El proyecto contempla una inversión de aproximadamente 15 millones de euros para financiar las investigaciones de 15 especialistas en áreas como cambio climático, salud, medio ambiente y ciencias sociales.