martes, abril 22, 2025
Ciencia y Salud

Más de un millón de restos espaciales potencialmente peligrosos flotan alrededor de la Tierra


Utilizando el sistema Master de la ESA, los investigadores obtuvieron modelos que muestran que, a una altitud de 550 kilómetros, hemos alcanzado un orden de magnitud de desechos que supone una amenaza real para los satélites. Además, en 2024 se produjeron varios sucesos de fragmentación que provocaron un aumento significativo de los objetos de desecho. «El efecto significativo de tales eventos expone la importancia de las medidas adoptadas al final de la vida útil de un satélite o lanzador, que reducen el riesgo», señala el informe. Esto incluye técnicas de ‘pasivación’, tratamiento aplicado a metales para mejorar su resistencia a la corrosión, para garantizar que no haya combustible residual ni carga de batería que pueda provocar explosiones, y la retirada segura de los satélites de las órbitas principales.


Mapa basura espacial

De acuerdo con la Agencia Espacial Europea, hay aproximadamente 9.000 toneladas de basura espacial orbitando alrededor de nuestro planeta.


Retornos controlados

No obstante, del informe también se desprenden buenas noticias: el número de reentradas controladas a la atmósfera terrestre ha aumentado, especialmente en el sector comercial. «Esto es resultado de un mejor cumplimiento de las directrices de reducción de la basura espacial para retirar de órbita los satélites al final de su ciclo de vida», reza el informe. En el caso de los lanzadores, el número de retornos controlados también mejoró, superando a los incontrolados por primer año.

«Pese a los esfuerzos de mitigación, la falta de cumplimiento y limpieza significó que 2024 vio un crecimiento neto en el número de desechos espaciales. Si extrapolamos las tendencias actuales al futuro, como antes, las cifras de colisiones catastróficas podrían aumentar significativamente», señala la ESA.

Para empeorar aún más las cosas, hay otro factor: incluso sin más lanzamientos, el número de desechos espaciales seguiría creciendo. Esto se debe al hecho de que los eventos de fragmentación crean nueva basura, hasta que su número es tan elevado que propicia una reacción en cadena, volviendo las órbitas extremadamente peligrosas e inutilizables con el tiempo. «Ya no basta con no añadir nuevos desechos, hay que limpiar activamente el entorno», subraya la agencia espacial. Para mitigar el problema de la basura espacial y lograr un uso sostenible del espacio, se ha fijado el programa Zero Debris Approach, que trabaja en el desarrollo de la tecnología necesaria para el mantenimiento en órbita y las naves especiales con «cero basura» para 2030.

Artículo publicado originalmente en WIRED Italia, adaptado por Alondra Flores.



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