Nuevas fotos del Curiosity revelan los lagos marcianos del pasado
Nueva evidencia se suma al pasado acuático de Marte. Científicos del Instituto Tecnológico de California (Caltech), con ayuda del rover Curiosity, identificaron patrones en la superficie del planeta rojo, señales de antiguos estanques y lagos libres de hielo. El robot no tripulado de la NASA recorre zonas específicas de Marte desde 2012 en busca de signos que adviertan su clima pasado y configuración geográfica. En uno de sus viajes sobre el cráter Gale en 2022, el rover capturó un patrón de ondas muy particular sobre el árido y fino terreno. La cámara del robot registró ondas de 6 milímetros de alto, separadas por cuatro y cinco centímetros.
Aunque el planeta vecino cuenta con formas muy curiosas sobre su superficie, los patrones de onda son de los que más atraen a los investigadores. A menudo, estos «oleajes» en el suelo sugieren que sobre el terreno existió agua en estado líquido. Las fotos de los rovers sobre probables patrones de agua son abundantes, pero las investigaciones en la Tierra publicadas en prestigiosas revistas científicas son las que suelen «certificar» el pasado acuoso de Marte.
Los investigadores del Caltech tomaron la información gráfica del Curiosity y la sometieron a pruebas más sofisticadas. El equipo creó modelos informáticos a partir de la información de las ondas sobre el cráter para determinar el tamaño del lago que las creó, así como su comportamiento y edad.
«Los dos conjuntos de ondas indican la presencia anterior de aguas poco profundas que estaban abiertas al aire marciano, no cubiertas por hielo como requerirían algunos modelos climáticos», explicó Caltech en un comunicado.
Lagos marcianos poco profundos
Las ondas debieron formarse hace unos 3,700 millones de años. La edad y el estado tradicional del lago en el cráter son indicadores de que, en sus primeros miles de millones de años, el clima y la atmósfera de Marte eran cálidos y densos. Las ondas solo se pudieron formar sobre agua expuesta al viento, afirman los investigadores. El lago del cráter Gale debió tener 2 metros de profundidad, como máximo.
«El descubrimiento de las ondas es un avance importante para la ciencia paleoclimática de Marte. Hemos estado buscando estas características desde que los módulos de aterrizaje Opportunity y Spirit comenzaron sus misiones en 2004. Las misiones anteriores, comenzando con Opportunity en 2004, descubrieron ondas formadas por el agua que fluye a través de la superficie del antiguo Marte, pero no estaba claro si esa agua alguna vez se acumuló para formar lagos o mares poco profundos», dijo John Grotzinger, autor del artículo.
El rover Curiosity descubrió evidencia de lagos antiguos de larga vida en 2014. Una década después, el mismo robot ayudó a confirmar lagos antiguos que estaban libres de hielo. La confirmación de la presencia sostenida de agua en Marte ayudará a las investigaciones que pretenden encontrar rastros de vida pasada en el planeta.