Una parte del agua de nuestro planeta es extraterrestre: nueva evidencia confirma la teoría
Un nuevo análisis de la NASA a los registros de una misión pionera sobre la composición de los cometas ha encontrado que éstos tienen una firma molecular similar a la de los océanos de la Tierra. Estos hallazgos aportan evidencia a la teoría que sostiene que el agua de la Tierra provino del espacio en el pasado, transportada a bordo de rocas congeladas desde las orillas del sistema solar.
La misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) culminó en 2016. A través de un módulo orbitador y un módulo de aterrizaje, los científicos lograron por primera vez en la historia descender sobre la superficie de un cometa. Gracias a los experimentos realizados en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, la ciencia obtuvo los registros más detallados hasta la fecha de un cuerpo congelado espacial.
Durante la llegada de la misión, los investigadores analizaron la proporción de hidrógeno regular y deuterio (un isótopo estable y pesado del hidrógeno) que aparecía en la nube de vapor alrededor de 67P/Churyumov-Gerasimenko. Medir la proporción de deuterio e hidrógeno en el agua es crucial porque ayuda a determinar en qué parte y etapa del Sistema Solar se formó la molécula. El agua de la Tierra tiene su propia firma, y la de otros planetas probablemente será diferente. Si un cometa tiene la misma proporción que los océanos terrestres, es probable que haya una relación de origen.
El deuterio se forma en ambientes fríos. Los astroquímicos explican que hay una mayor concentración de isótopos pesados de hidrógeno en los objetos que se formaron lejos del Sol. La teoría más aceptada sostiene que los cometas se formaron en las regiones exteriores del Sistema Solar, mientras que los asteroides se formaron en las zonas cercanas al Sol.
La misión Rosetta encontró que la proporción de deuterio e hidrógeno del cometa era mucho mayor de lo habitual. Los científicos se desilusionaron porque eso parecía desvanecer la conexión entre la firma del agua de la Tierra y la del cometa. Sin embargo, según el reanálisis del equipo de la investigadora Kathleen E. Mandadt, es probable que existieran sesgos en la medición original debido al polvo levantado por la misión. Los instrumentos de la sonda pionera habrían captado más partículas de las que en realidad había, lo que podría hacer que la cantidad de isótopos se acerque más a la firma del agua del planeta.
«La proporción de isótopos medida a una distancia del núcleo donde el gas está bien mezclado es cercana a la terrestre, similar a la de otros cometas de la familia de Júpiter. Esta baja proporción de D/H tiene implicaciones para la comprensión de la formación de cometas y el papel de los cometas en el suministro de agua a la Tierra», menciona la investigación publicada en Science Advance.
¿De dónde vino el agua?
El origen del agua en la Tierra es uno de los grandes enigmas de la ciencia. Según la física, es poco probable que las moléculas hayan estado en el planeta desde su formación hace 4.600 millones de años. «Gran parte del agua se habría vaporizado debido a que la Tierra se formó cerca del intenso calor del Sol», asegura la NASA.
Una de las mejores propuestas para el origen del agua es que se formó a partir del vapor expulsado por los volcanes durante los primeros años de vida de la Tierra. El vapor se condensó y propició la lluvia que formó los océanos. «Sin embargo, los científicos han encontrado evidencia de que una parte sustancial de nuestros océanos proviene del hielo y los minerales de los asteroides, y posiblemente de los cometas, que se estrellaron contra la Tierra. Una ola de colisiones de cometas y asteroides con los planetas interiores del Sistema Solar hace 4.000 millones de años lo habría hecho posible», señala la agencia espacial.
Todavía no hay suficiente evidencia para afirmar que el agua de la Tierra llegó desde el espacio, pero la información va aumentando a medida que se realizan nuevas misiones a cometas y asteroides.