El ‘paraíso microbiano’ en una roca de 2,000 millones de años trae esperanza a la búsqueda de vida en Marte
Científicos de la Universidad de Tokio, Japón, han descubierto una comunidad viva de microbios primitivos dentro de una roca terrícola de 2,000 millones de años de antigüedad. El hallazgo ha superado el récord anterior de comunidades microscópicas en ecosistemas subsuperficiales, establecido en 100 millones de años. ¿Pero por qué son importantes los microbios descubiertos en una piedra?
Los microbios que habitan en rocas enterradas durante miles de millones de años son de especial interés para los astrobiólogos. Actualmente, la superficie de Marte es árida y sus condiciones son hostiles para la vida. Sin embargo, la evidencia sugiere que alguna vez fue un lugar con ríos de agua líquida y potencial para albergar vida. Si en la Tierra existen microorganismos que han vivido dentro de pedruscos subterráneos por dos mil millones de años, algunos geólogos piensan que lo mismo ha podido ocurrir en planetas inhóspitos.
Estos microbios provienen del complejo ígneo de Bushveld, en Sudáfrica. El equipo de Tokio extrajo la roca de una capa de la Tierra que se ha mantenido estable y la analizó con un método en perfeccionamiento. Los cortes de este fragmento de subsuelo, de 15 metros de profundidad, fueron examinados mediante imágenes espectroscópicas, microscopía electrónica y microscopía fluorescente.
La vida secreta dentro de las rocas
Los científicos encontraron señales de microorganismos densamente empaquetados en las grietas de la roca. El hábitat además estaba sellado con arcilla. Según el artículo publicado en la revista científica Microbial Ecology, los microbios no aparecieron por contaminación de la muestra ni se movieron recientemente desde la superficie. Son nativos de la roca y han estado allí durante millones de años sin contacto con el mundo exterior.
La comunidad de seres microscópicos es distinta a la de la superficie. Estos presentan características de evolución mínima desde que llegaron al bioma enterrado. Estudiarlos puede ofrecer información relevante sobre cómo eran y funcionaban los primeros organismos en el planeta.
En cuanto a Marte, el rover Perseverance encapsula muestras del suelo para que una futura misión de la NASA pueda traerlas a la Tierra. China también busca transportar regolito extraterrestre a sus laboratorios, como lo hizo recientemente con muestras de la Luna. El análisis profundo de las rocas de Marte es solo cuestión de tiempo. Mientras tanto, el complejo ígneo sudafricano presenta rocas similares a las del planeta rojo.
“La actividad continua en las rocas de 2,000 millones de años de antigüedad demostrada en este estudio aumenta drásticamente la probabilidad de que las muestras que regresen de Marte también contengan vida”, afirma la Universidad de Tokio en un comunicado.
En 2020, la misma universidad encontró 10,000 millones de microorganismos habitando un centímetro cúbico de roca enterrada en el lecho marino. La cifra es equiparable a la densidad de los microbios en el intestino humano. El microbioma autóctono fue hallado en muestras que datan de entre 33.5 millones y 104 millones de años. La gran mayoría de los astrobiólogos piensan que, si hay vida en otros planetas, esta se encuentre probablemente debajo de la superficie visible.