jueves, noviembre 21, 2024
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La relación maldita entre la realeza y el cine, de Teodroa de Grecia a Ira von Fürstenberg


Juanra López

Hay todo un género televisivo y cinematográfico en el que los royals y los plebeyos confluyen de manera romántica, desde ‘Vacaciones en Roma’ con
Audrey Hepburn
y Gregory Peck a
‘Princesa por sorpresa’ y su secuela, con
Anne Hathaway
y Julie Andrews… No vamos a entrar en el terreno ‘película de tarde’ porque la lista sería interminable. No es tan habitual, sin embargo, que miembros de la realeza se dediquen a la interpretación, pero hay excepciones que confirman la regla.

Vamos a poner el foco en tres figuras de generaciones diferentes, miembros de familias reales que con mayor o menor fortuna lo intentaron en el mundo de la interpretación:
Teodora de Grecia
,
Catherine Oxenberg e Ira de Füsternbeg. La primera, sobrina de la reina Sofía, que se casó por fin en Atenas después de posponer su enlace en varias ocasiones, parece haber tirado la toalla (o se ha dado un tiempo para centrarse en su enlace), aunque lleva años intentándolo con modestos resultados.

Teodora de Grecia ha tirado de galones para elegir su nombre artístico en Estados Unidos, nada menos que Theodora Greece. No en vano en
IMDB, la base de datos cinematográfica mayor del mundo, incluye un listado de todos los royals con los que está emparentada. Hija del recordado Constantino de Grecia y Ana María de Dinamarca,
hermana de la reina Margarita
, nació en el exilio familiar en Londres, pero sus vistas estaban puestas en Hollywood.

A sus 41 años, apenas una docena de títulos adornan su currículum, su primer papel se remonta s 2009, con una breve aparición en ‘Los guardafaros’, una película en la que
se codeó con la aristocracia de Hollywood, Bruce Dern, padre de Laura Dern, Blythe Danner, madre de
Gwyneth Paltrow
, y Richard Dreyfuss. Un prometedor y modesto arranque al que seguirían pequeñas apariciones en producciones independientes.

Teodroa de Grecia, con su madre, la princesa Ana María de Dinamarca, y la actriz Nia Vardalos, intérprete de la saga ‘Mi gran boda griega’. /

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Sería en 2012 cuando a Theodora se le presentara su gran oportunidad, formar parte del reparto de
una de las telenovelas más vetustas de Estados Unidos, ‘Belleza y poder’, de la que se han emitido miles de episodios. La sobrina de la reina Sofía trabajó en ella durante seis años, hasta 2018 y participó en casi 90 episodios. Su siguiente trabajo y, último hasta la fecha, es ‘The Great Awakening’, donde estuvo a las órdenes del fornido actor y director Bo Roberts.

Con algo más de 20.000 seguidores en
su perfil de Instagram, Princess Theodora, la actriz y royal ha dado prioridad en sus posteos de los últimos años a estampas de su vida familiar con sus padres,
su pareja, Matthew Kumar
, y recuerdos de un pasado feliz, con algunos guiños a la Grecia de sus ancestros.

De Lady Di en la ficción a hija de Joan Collins en ‘Dinastía’

Como ocurre con la mayoría de royals, las ramas de los árboles genealógicos a veces se entrelazan. Asi lo podemos comprobar en el caso de Catherine Oxenberg, cuya madre es Isabel de Yugoslavia, hija a su vez de
Pablo de Yugoslavia y Olga de Grecia y Dinamarca, y prima segunda de la reina Sofía.

Su padre es el industrial estadounidense Howard Oxenberg, primero de sus tres maridos, y ella también tuvo unos estrechos vínculos con nuestro país, porque vivió una temporada en Madrid con su pareja de entonces, Manuel de Prado, hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal, administrador privado del
rey Juan Carlos
.

De esa experiencia ochentera en España no le quedaron gratos recuerdos, a tenor de unas declaraciones que hizo en la prensa estadounidense: «Fue muy difícil vivir en España teniendo en cuenta la mayoría de las actitudes y costumbres españolas, es como volver 200 años atrás».

Cansada de nuestro país y con otras miras, la actriz de 19 años y el banquero de 31 rompieron y ella voló con destino a Hollywood con la intención de abrirse camino como actriz. Y lo consiguió
como Teodora de Grecia, con resultados modestos, aunque gozó de una enorme popularidad gracias a la pequeña pantalla.

Catherine Oxenberg, con Casper Van Dien., protagonista de la saga ‘Starship Troupers’, uno de sus exmaridos. /

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En su caso son unos 40 los títulos en los que aparece acreditada, pero el peak de su carrera llegó con ‘Dinastía, serie en la que hizo de hija de la pérfida Alexis Carrington, interpretada por Joan Collins, entre 1984 y 1986. Al año siguiente protagonizó un olvidable
remake para televisión de ‘Vacaciones en Roma’, donde quedó claro que las comparaciones son odiosas. Los productores jugaron la carta de una princesa que interpretaba a otra y les salió regular. Como su interpretación de
Diana de Gales
en el telefilme ‘El romance real de Carlos y Diana’ y su secuela, ‘Carlos y Diana: un palacio dividido’.

En los últimos años ha estado presente en los medios especialmente por la lucha que emprendió para sacar a su hija India de una secta. Una experiencia terrible que plasmó en el libro ‘Captive: A Mother’s Crusade to Save Her Daughter from a Terrifying Cult’, coescrito con Natasha Stoynoff. Un asunto propio de la crónica negra, como lo fue también la condena por tráfico de drogas del
padre de la joven, William Weitz Shaffer, en los años 90. El tiempo, que suele ser el mejor bálsamo para todo, ha sido muy propicio para India, que le ha hecho abuela.

Sobrina de Gianni Agnelli, mujer de Alfonso de Hohenlohe y figura con Alfredo Landa

Por último llegamos a la recientemente fallecida Ira de Fürstenberg, hija del príncipe Tassilo von Fúrstenberg y
Clara Agnelli, hermana de Gianni Agnelli
, mítico propietario de Fiat y uno de los hombres más poderosos de Italia. La princesa, que
estuvo casada con Alfonso de Hohenlohe, creador del
mítico Marbella Club
, también hizo sus pinitos como actriz, pero aparentemente más por divertimento que por considerarlo una carrera a la que dedicarse en cuerpo y alma.

De una belleza y elegancia espectaculares, Ira de Füstenberg intervino en una treintena de películas. Entre otras, ‘Fratello sole, sorella luna’, a las órdenes de Franco Zeffirelli, ‘A cualquier precio’, con Klaus Kinski, ‘El impotentísimo’ (el título se explica solo), en 1970. Le seguirían ‘Los amores de Don Juan’, ‘Homo eroticus’,
‘No desearás al vecino del quinto’, con Alfredo Landa, el western ‘Los amigos’ con Anthony Quinn, y ‘Cuando los maridos se iban a la guerra’, con Arturo Fernández.

Ira de Fürstenberg, con el diseñador Karl lagerfeld, en Alemania, tras un desfile. /

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En una entrevista a ‘Vanity Fair’, echaba la vista atrás y desvelaba que su etapa como actriz fue muy feliz: «Cada filme tiene su propia historia, que se abre y que se cierra, y eso era lo que me gustaba; ese mundo de fantasía. Trabajé con grandes intérpretes, como
Alberto Sordi, Alfredo Landa, Donald Pleasence, Franco Nero, Klaus Kinski… Tengo que reconocer que Kinski me resultaba interesante, pero del que guardo un mejor recuerdo es de Anthony Quinn. Era un auténtico caballero, te ayudaba con las escenas», aseguró.

En sus memorias en ‘¡Hola!’ admitía que llegó al séptimo arte por casualidad, aunque era su gran pasión y admitía que igual no había tenido demasiada suerte con los proyectos en los que estuvo involucrada, tampoco le fue bien en Hollywood. «Hice una primera prueba con De Laurentiis y la pasé. El examen fue en Roma. Así que dejé mi piso de París y me fui a Italia que, por otro lado, era mi lugar de nacimiento.
La primera película fue con Alberto Lattuada. Un papel junto a Patrick O’Neill, en ‘Matchless’», rememoraba la princesa.





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