Esta nueva herramienta ayuda a calcular cuánto tiempo de vida le queda a tu perro en su vejez
Un perro puede vivir hasta 15 años, aproximadamente. Aunque depende de la raza y el tamaño, el periodo de vejez comienza después de que cumple siete años. A partir de entonces, el cuerpo de los animales de compañía se vuelve más frágil y aparecen las enfermedades ligadas a “hacerse mayor”. Luego llega el momento inevitable. No hay forma de saber exactamente cuánto tiempo vivirá un perro, pero una aproximación es relevante para planificar la última etapa de su vida y tomar la mejor decisión sobre su tratamiento.
Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han desarrollado una herramienta capaz de predecir cuántos años podrá vivir un perro de edad avanzada. La técnica experimental detecta fenotipos de fragilidad y predice la mortalidad a corto plazo con una precisión de hasta el 70%. Los resultados de su investigación fueron publicados en la revista científica Frontiers.
Un fenotipo de fragilidad es el conjunto de características físicas y funcionales que indican una mayor vulnerabilidad a enfermedades, caídas y deterioro general de un organismo mayor. Existen fenotipos de esta naturaleza que ya se aplican en seres humanos en contextos de atención geriátrica. Pueden ayudar a decidir entre una intervención preventiva y recibir cuidados paliativos.
Este mismo criterio debe ser implementado para los perros en su vejez, afirman los científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. El fenotipo de fragilidad puede ayudar al dueño a decidir si debe someter a su mascota a más tratamientos que puedan desgastar su organismo o simplemente pasar estos últimos momentos a su lado en calma.
Hay al menos otros dos fenotipos de fragilidad canina desarrollados por otros veterinarios. Sin embargo, estos han demostrado basarse en criterios que difícilmente pueden ser consistentes, como la calidad del pelaje de una mascota, o bien, requieren de pruebas específicas que no son replicables para personas en un contexto “normal”.
“Queríamos desarrollar algo que pudiera implementarse en todo tipo de clínicas veterinarias y todas las razas de perros, actuando como una herramienta de detección rápida de la fragilidad sin necesidad de un análisis exhaustivo”, explican los autores en el artículo.
La técnica desarrollada puede predecir la mortalidad canina dentro de un periodo de seis meses. Para ello, toma en cuenta cinco criterios que también se consideran en los seres humanos, como la pérdida de peso involuntaria, el agotamiento, la baja actividad física, el estado de la debilidad (medida por la fuerza de agarre) y la velocidad al caminar. Además, se estableció una forma de categorización y valoración de datos para arrojar un valor de probabilidad de muerte en un periodo corto.
Los científicos a cargo aceptan que todavía queda mucho por desarrollar. Sin embargo, el resultado es razonablemente preciso, independientemente de la raza o tamaño del perro. Además, es replicable y práctico para cualquier veterinario que estudie la metodología. “Si bien es necesario realizar más trabajos para determinar su utilidad para predecir la respuesta a la terapia, en su forma actual se puede utilizar para ayudar en la toma de decisiones clínicas al evaluar la tolerancia potencial a diferentes terapias y como auxiliar para las decisiones al final de la vida”, concluye el documento.