lunes, febrero 3, 2025
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Así es la verdadera relación de Victoria de Suecia con sus suegros plebeyos


Jorge C. Parcero

Cuando
la princesa Victoria de Suecia y el príncipe Daniel anunciaron finalmente su compromiso en 2009 tras siete largos años de noviazgo, fue un día de alegría no solo para la pareja, sino también para sus compatriotas suecos. La futura reina de Suecia celebró
el final feliz de su romance de cuento de hadas
. Pero mientras los fans de la realeza y los medios del país especulaban sobre todo con la relación del novio plebeyo con
los reyes Carlos Gustavo y Silvia,
la conexión entre la novia y su familia política pasó relativamente desapercibida.

Si en la vecina Noruega el príncipe
Haakon tuvo que lidiar con una ‘malvada suegra’
que no aprobaba su relación, en la figura de la madre de Mette-Marit, Marit Tjessem, todo lo contrario ha ocurrido en realidad con
Olle y Ewa Westling
, los padres del príncipe Daniel. Entonces,
¿por qué apenas les vemos en público junto a su nuera?

Los padres de Daniel Westling rara vez aparecen en eventos de la familia real sueca. Se les tiene por
personas celosas de su privacidad y en el pasado tan solo han asistido a acontecimientos familiares especiales, como la boda de la heredera al trono sueco y su hijo menor en junio de 2010 o los bautizos de
sus nietos, los príncipes Estelle y Oscar
.

La verdadera relación de Victoria con sus suegros

Aunque los mundos de Victoria y su suegra, que reside junto a su marido
en el pequeño pueblo de Ockelbo, de 2.000 habitantes, no podrían ser más diferentes, los medios suecos aseguran que ambas se tienen mucho cariño. Mientras la princesa nacía en una vida de lujo palaciego, los padres de Daniel vivían en una casa adosada. Ewa trabajaba en Correos y Olle era funcionario en los servicios sociales antes de que ambos se jubilaran.

Los Westling, suegros de la princesa Victoria. /

gtres

Pero es precisamente el origen llano y humilde de sus suegros lo que parece haber
conquistado el corazón de la heredera al trono. Victoria ha encontrado un refugio en casa de Daniel. Los Westling ofrecen a la royal unos instantes de normalidad y anonimato que es respetado a rajatabla por los habitantes del pueblo. Allí celebran, por ejemplo, la Navidad habitualmente, para disgusto poco disimulado de la reina Silvia. Y es ese refugio lo que quieren preservar, no exponiendo en exceso a la octogenaria pareja.

Una libertad que también aprecian los hijos de la pareja. «Incluso hoy, Ockelbo significa muchísimo para Victoria y Daniel, ¡y para Estelle y Oscar! Mantienen una relación muy estrecha con sus abuelos y
hacen cosas cotidianas en el pueblo, como hacía su padre Daniel cuando era pequeño», publica el periódico ‘Svensk Damtidning’.

Los príncipes suecos junto a las familias de ambos. /

gtres

Este diario afirma que es en Ockelbo donde Victoria se puede librar del rígido protocolo real, cambiando vestidos de noche por vaqueros y camisetas. En el momento de su compromiso, el entonces alcalde del municipio, Lars Sjödin declaró que «nos alegra que la gente se fije en Ockelbo, pero lo más importante es que Daniel y Victoria puedan venir aquí y encontrar paz y tranquilidad».

Un apoyo total a la historia de amor de Victoria y Daniel

Olle Westling no solo le hizo un regalo de valor incalculable a su hijo
donándole uno de sus riñones.
También ha apoyado desde el principio y sin reparos
su relación con la princesa Victoria. Todo desde la máxima discreción y sin conceder, al igual que su mujer, ninguna entrevista.

Ewa y Olle Westling en la boda de los príncipes. /

GTRES

El día de su boda, el padre del novio confesó de manera emotiva y con buen humor que «nos alegramos mucho cuando nos dijiste que habías conocido a una chica que querías llevar a casa para presentárnosla.
Pero no esperábamos que fuera precisamente esta chica. Aunque cuando te conocimos, querida Victoria, y vimos la calidez que irradias, estaba claro que había hecho su elección con mucho cuidado».

Hoy, pese a que no hacen alarde de su estrecha relación en público, la royal y sus suegros no podrían estar más unidas. Hace unas semanas, Victoria demostró lo mucho que Ewa significa para ella cuando, poco antes de su cumpleaños,
la princesa organizó una fiesta para ella en el castillo de Haga. Un bonito gesto que hizo aflorar más de una lágrima de su suegra aquel día.





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