La economía de Aragón aguanta por las exportaciones y el empleo
La economía de Aragón aguanta y registra una evolución favorable por las exportaciones y el empleo a pesar del contexto internacional y de la política monetaria inflacionista implementada por el Banco Central Europeo.
Esta resiliencia de la economía de la comunidad aragonesa se ha notado especialmente en el impacto limitado de ese contexto en el empleo y el crecimiento, lo que se ha traducido a su vez en una reducción de la inflación del 9% en 2022 al 3% en 2023.
De acuerdo con el informe, Aragón mantuvo un crecimiento económico del 2,8% en 2023. Una evolución que está alineada con la tasa de crecimiento de Estados Unidos y que se sitúa por encima de promedio europeo del 0,6%. Una evolución lograda a pesar de las dificultades que han afectado al crédito, sobre todo en el mercado hipotecario, y al consumo de bienes duraderos.
Aragón también destaca en la evolución en el empleo. La tasa de paro se ha situado a cierre de 2023 en el 8,58%, estando por debajo de la media nacional del 12,19%. Con esta cifra, la comunidad es la tercera con menor desempleo, situándose por detrás del País Vasco y Cantabria. El descenso de parados ha sido del 10,07% respecto al año anterior. Además, ha aumentado la población activa en un 0,75%, con la excepción de la provincia de Huesca donde se produce un descenso del 0,45% por la caída de activos autóctonos.
Las exportaciones son otro de los puntos fuertes de la economía aragonesa y que han permitido que mantenga su vigor y ser resiliente. En 2023, se volvió a batir récord de exportaciones aunque, por primera vez, desde el año 2006, se ha producido un déficit de la balanza comercial por los bienes de capital adquiridos por la localización de nuevas empresas durante el año en Zaragoza, que es la única provincia dentro de Aragón en registrar este déficit. No obstante, a pesar de este desequilibrio, la productividad promedio de Aragón sigue mejorando.
Aragón también destaca en producto per cápita –es la quinta autonomía-, aparte de mantener la rentabilidad media de las empresas en nivel positivo, alcanzando el 4,98% en 2023.
Entre los retos que la economía aragonesa tiene por delante destaca el endeudamiento público, que se mantiene en altos niveles, así como la mejora de la productividad en algunos sectores que todavía no han alcanzado los niveles previos de 2006. También se debe prestar atención al déficit en el comercio exterior, sin obviar las incertidumbres globales.