Por qué lloró Kate Middleton el día de su reaparición en el Día del Recuerdo
El
Día del Recuerd
o es un día triste para la familia real británica y, probablemente, el contexto más duro para una
reaparición de Kate Middleton. La princesa de Gales no se dejaba ver en público desde junio, con motivo del festivo Trooping The Colour. La ausencia de la reina
Camilla, de baja por una infección respiratoria, debió hacer obligatoria la aparición de Kate en esta importante cita de la agenda real. Su semblante lo decía todo.
Esta
reaparición de Kate Middleton
quiso subrayar el final del tratamiento de quimioterapia y, previsiblemente, una vuelta escalonada a la agenda de la Casa Real. Sin embargo,
la cita no fue nada feliz no solo por servir de recuerdo a los caídos en la guerra, sino también por la preocupación al respecto de
la salud de la reina Camilla
. En este 2024, solo el príncipe Guillermo se salva, de momento, de sufrir algún percance hospitalario. Hasta la princesa Ana dio un gran susto al caerse del caballo.
Cuando
Kate Middleton apareció en el balcón
del Ministerio de Exteriores y la Commonwealth, el edificio oficial con vistas al Cenotafio de la avenida Whitehall, hubo un
murmullo general de admiración. Lo cierto es que la princesa de Gales estaba imponente con su tocado negro de plumas y velo de redecilla y unos pendientes de diamantes que pertenecieron a Isabel II. Imposible más solemnidad y elegancia.
Desde allí, la princesa de Gales
contempló el homenaje que Carlos III, el príncipe Guillermo y 10.000 veteranos de la Legión Real Británica hicieron a los caídos, incluido dos emocionantes minutos de silencio. La ceremonia, en la que se depositan varias coronas de flores, conmovió enormemente a
Kate Middleton
, hasta el punto de tener que bajar la cabeza y
cerrar los brillantes ojos en varios momentos.
Por primera vez no vimos una Kate perfecta profesional
Lo cierto es que Kate Middleton reapareció con su característico semblante de
serenidad sonriente, esa discreta simpatía que se ha convertido en su seña de identidad. De hecho, es realmente complicado encontrar imágenes de la princesa de Gales en las que no esté sonriendo de esta manera. Digamos que es
el gesto tras el que se parapeta y el más profesional. Ese que ayer, durante el desfile del Día del Recuerdo, no pudo sostener.
Las emociones han de estar muy a flor de piel para que la princesa de Gales, tan en control siempre de la situación, no haya podido evitar
derramar alguna que otra lágrima. Por suerte, no estuvo sola en ese trance, comprensiblemente complicado para
una superviviente de cáncer
que ha de asistir a una ceremonia prácticamente funeraria. El mismo príncipe de Gales confesó la semana pasada que había sido «un año brutal» para la familia.
La
actitud híper protectora hacia Kate Middleton del príncipe Guillermo ha sido muy comentada en estos días, no solo porque él no suele manifestar sus emociones, sino como prueba de la vulnerabilidad de ella y
su delicado estado. De hecho, la experta en lenguaje corporal consultada por el diario The Sun, Judi James, apuntó que la presencia de la duquesa de Edimburgo al lado de la princesa de Gales respondía a esta preocupación.
Kate no puede estar sola.
«Claramente,
Sophie de Edimburgo sustituyó temporalmente a Guillermo en el cuidado de Kate. Charló con la princesa de Gales en el balcón y estuvo a su lado en todo momento, mientras mantenía el tipo en el mismo lugar que solía ocupar Isabel II. Sophie acompañó a Kate de la misma manera que la princesa Ana lo hace con su hermano Carlos III. Al salir del balcón, se ve cómo le pasa la mano por la espalda en un
gesto de afecto maternal, cariño y reafirmación. Incluso de felicitación por haber superado el trance».
En ‘Daily Mail’, han ido un paso más allá y han consultado a una lectora de labios para averiguar qué se decían exactamente Kate Middleton y Sophie de Edimburgo en el balcón. Jacqui Press solo captó algunas frases descontextualizadas, pero sí un intercambio revelador. «
Nunca te preparas totalmente para esto», dijo Kate. «Sí, absolutamente», respondió Sophie. «Mejor ahora», añadió para darle seguridad y calmarla. Para entonces, el maquillaje ya no podía esconder sus ojeras.