Congresistas demócratas piden a Biden que le alivie las sanciones al régimen cubano
En una carta enviada a la Casa Blanca, 18 congresistas demócratas, entre los que están Bárbara Lee, Jim McGovern, Gregory Meeks y Joaquín Castro, han solicitado formalmente al presidente Joe Biden que alivie de inmediato las sanciones a Cuba, argumentando que las severas condiciones económicas y energéticas de la isla, exacerbadas por el huracán Rafael, requieren de una acción urgente.
El colapso del sistema eléctrico en Cuba, sumado a los frecuentes apagones y la incapacidad de modernizar su infraestructura energética, ha llevado a la isla a una situación límite. Según los legisladores, estas condiciones no solo afectan directamente a los ciudadanos cubanos, sino que también tienen implicaciones significativas para los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
“La crisis casi con certeza provocará un aumento de la migración, sobrecargará los sistemas de gestión fronteriza de Estados Unidos y desestabilizará por completo la ya de por sí tensa región del Caribe”, dice la misiva.
Desde 2022, más de 850,000 cubanos han buscado refugio en Estados Unidos, cifra que refleja la magnitud del éxodo y su vínculo directo con las precarias condiciones de vida en la isla.
Los legisladores han propuesto una serie de medidas para aliviar la situación en Cuba:
1. Eliminar la designación de Estado patrocinador del terrorismo
Recomendamos encarecidamente eliminar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo (SSOT, por su sigla en inglés). Esto reducirá las barreras a los envíos de petróleo y permitirá que los transportistas y aseguradores puedan operar legalmente en Cuba, facilitando el acceso a la energía, lo que redundará en un alivio económico para el pueblo cubano.
2. Acelerar la asistencia humanitaria y técnica de emergencia al pueblo cubano
El gobierno de los Estados Unidos debe proporcionar de inmediato ayuda humanitaria, incluidos alimentos y medicamentos, al tiempo que despliega asistencia técnica y equipos para estabilizar la red eléctrica de Cuba. Esta ayuda debe entregarse al pueblo cubano sin demora y en coordinación con socios internacionales como la Unión Europea, la FAO, el PMA y la OPS para maximizar su impacto.
3. Emitir cartas de salvaguardia para abordar el exceso de cumplimiento de las sanciones
Una barrera clave para aumentar la asistencia no gubernamental a Cuba es el temor que tienen las empresas privadas y las organizaciones sin fines de lucro de infringir las sanciones de los Estados Unidos, independientemente de que haya o no una Licencia General disponible en la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro. Instamos firmemente a que se emitan cartas de salvaguardia de la OFAC para garantizar que los esfuerzos de ayuda humanitaria a Cuba, incluido el suministro de alimentos, medicamentos y asistencia técnica, cumplan plenamente con las regulaciones de sanciones de los Estados Unidos y estén protegidos de las acciones de cumplimiento.
4. Suspender las sanciones que obstaculizan la ayuda
Le instamos a suspender las sanciones que obstaculizan el flujo de asistencia humanitaria,
incluida la restauración de la excepción de la licencia EAR para permitir donaciones a entidades de salud y ayuda humanitaria cubanas. Estos cambios permitirán una asistencia más rápida de las organizaciones humanitarias, los grupos religiosos y los ciudadanos privados de los Estados Unidos al pueblo cubano.
5. Facilitar la reparación y modernización de la infraestructura energética
Estados Unidos debería acelerar la exportación de equipos críticos necesarios para reparar y modernizar
la red energética cubana. Además, levantar las restricciones específicas de Cuba a las exportaciones de petróleo y GLP ayudará a prevenir un colapso total de la red.
Según los congresistas, estas acciones no solo aliviarían el sufrimiento del pueblo cubano, sino que también ayudarían a prevenir una escalada de la crisis migratoria y contribuirían a estabilizar la región del Caribe.
Un funcionario del Departamento de Estado, en declaraciones a Martí Noticias, aseguró que la estabilidad eléctrica de la isla es motivo de preocupación para el gobierno estadounidense, especialmente por sus repercusiones humanitarias. Sin embargo, también señaló que los problemas actuales de Cuba son resultado de “una mala gestión a largo plazo de su política económica y de sus recursos”.
El Departamento de Estado reafirmó que la política hacia Cuba se centra en apoyar al pueblo cubano, promoviendo sus derechos humanos y bienestar económico. Además, destacó que la legislación estadounidense incluye exenciones para la exportación de alimentos, medicamentos y bienes esenciales a la isla.
En 2023 Estados Unidos exportó 336 millones de dólares en productos agrícolas y autorizó otros 100 mil millones de dólares en donaciones y exportaciones humanitarias, lo que evidencia, según el funcionario, la voluntad de muchos estadounidenses de ayudar al pueblo cubano.
Por ahora, la administración Biden no ha dado señales claras sobre si adoptará las recomendaciones de los legisladores.