Cuatro de cada diez nuevos contratos en la industria catalana duran menos de un mes
Tres años después de la reforma laboral, la temporalidad sigue dominando la nueva contratación en la industria catalana. Según datos recopilados por el Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña, el 73% de los contratos firmados entre enero y septiembre de 2024 fueron temporales. De las 265.610 altas en la Seguridad Social registradas en el sector, 194.357 fueron temporales y 71.253, indefinidas.
Además, cuatro de cada diez nuevos contratos tuvieron una duración inferior o igual a un mes, un 5% más que los contabilizados en el mismo periodo del año anterior. Por contra, los contratos indefinidos en la industria disminuyeron un 1,4% en comparación con los nueve primeros meses de 2023.
Respecto al resto, el 24% de contratos tuvo una duración de entre un mes y seis meses, el 1% superó los seis meses y el 8% tuvo una duración indeterminada. La información publicada por la consejería procede de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año.
Un portavoz del departamento consultado por elEconomista.es reconoce que en la industria se da una «cierta dualidad»: «Por un lado, hay unos trabajadores muy estables que tienen relaciones laborales indefinidas y, por otro, existe un grupo de trabajadores que son los que sufren esta temporalidad en la contratación».
Dependencia de las ETT
Se da la circunstancia, además, de que la mayoría de eventuales fueron reclutados a través de empresas de trabajo temporal (ETT), en concreto el 59,9%. Se trata de un porcentaje muy superior al de la economía catalana, donde solo el 18,5% de puestos se cubrieron mediante este tipo de empresas especializadas.
Pese a estos datos, la tasa de temporalidad de la industria, que muestra los trabajadores temporales por cada 100 ocupados, no solo ha caído desde que entró en vigor la reforma laboral, sino que es menor que la del conjunto del tejido productivo. Esta aparente contradicción se podría atribuir a las necesidades acuciantes de fuerza laboral que experimentan las fábricas ante picos de demanda. Estas fluctuaciones no se dan con tanta intensidad en otros sectores cuya demanda es más predecible.
«En el tercer trimestre de 2021, la tasa de temporalidad en la industria rondaba el 16% y el 17%, pero ha ido cayendo progresivamente hasta consolidarse por debajo de la del conjunto de la economía», explican desde la consejería de Empresa y Trabajo. Al cierre del tercer trimestre, la tasa de temporalidad en la industria fue del 6,6%, mientras que la del conjunto de la economía fue del 12,6%.
Eso no quita que la industria recurra más a los contratos temporales que a los indefinidos. Aun así, si entre enero y septiembre de 2021 el 89% de los nuevos contratos en la industria fueron temporales, en el mismo periodo de este año esta tipología se contrajo hasta el 73%.
Menos paro industrial
El sector industrial emplea en Cataluña a 635.200 personas, lo que equivale al 16,5% de la ocupación total en la comunidad. Respecto al trimestre anterior, el sector fabril perdió 900 puestos de trabajo, una imperceptible disminución del 0,1%.
Las caídas más significativas se observaron en las industrias extractivas, energía, agua y residuos (-9,4%), así como en alimentación, textil, madera, papel y artes gráficas (-4.8%). En contraste, la metalurgia creció de forma considerable (+15,4%).
La evolución de los segmentos cambia si se ponen las luces largas. Interanualmente, la industria registró una pérdida de 12.600 ocupados (-1,9%), con descensos destacados en alimentación, textil, madera, papel y artes gráficas (-14%; 29.300 menos), así como también en la metalurgia (-9,8%, 7.500 menos).
En cambio, las industrias extractivas, energía, agua y residuos (+18,9%; 6.400 más) y la maquinaria, material eléctrico y transporte (+7,8%; 15.900 más) mostraron una dinámica más positiva.
A finales de septiembre de 2024, el número de parados en el sector fue de 34.841, representando el 10,4% del paro total en la región. En un año, el paro industrial disminuyó un 5,9%, una reducción mucho más acusada que la anotada para el conjunto de la economía autonómica (-1%), siguiendo así una tendencia positiva que comenzó en mayo de 2023.
En el segundo trimestre de 2024, el coste salarial ordinario en la industria ascendió a 2.454,12 euros, 345,97 euros superior a la media de todos los sectores (excluyendo a la agricultura). En comparación con el ejercicio anterior, el salario ordinario creció un 5,9%, un incremento que supera en tres puntos el del total de Cataluña.