Las consecuencias de la ley marcial en Corea del Sur se profundizan a medida que los fiscales se acercan al presidente y al ex ministro de Defensa
La gente marcha bajo una intensa lluvia para protestar contra el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, mientras continúan la huelga y las protestas en medio de la crisis de la ley marcial, en Seúl, Corea del Sur, el 5 de diciembre de 2024.
Daniel Ceng | Anadolu | Imágenes falsas
La crisis de liderazgo de Corea del Sur se profundizó el domingo cuando los fiscales nombraron al presidente Yoon Suk Yeol como sujeto de una investigación criminal por el intento de ley marcial de la semana pasada, según un informe de los medios, y su ex ministro de Defensa fue arrestado.
Yoon sobrevivió a una votación de juicio político en el parlamento liderado por la oposición a última hora del sábado, impulsada por su breve intento de imponer la ley marcial el martes, pero el líder de su propio partido dijo que el presidente sería efectivamente excluido de sus funciones antes de finalmente dimitir. .
Esa propuesta, que pareció obtener la aprobación tácita del primer ministro designado por Yoon el domingo, provocó la condena de los legisladores de la oposición, que dijeron que era otra toma de poder inconstitucional para delegar autoridad sin renuncia ni juicio político.
Miles de personas se manifestaron frente al parlamento en Seúl el domingo, pidiendo el juicio político y el arresto de Yoon y la disolución de su partido gobernante.
La declaración de ley marcial de Yoon el martes hundió a la cuarta economía más grande de Asia y a un aliado militar clave de Estados Unidos en su mayor crisis política en décadas, amenazando con destrozar la reputación de Corea del Sur como una historia de éxito democrático.
El líder del Partido del Poder Popular de Yoon, Han Dong-hoon, dijo en una conferencia de prensa junto al primer ministro el domingo que Yoon no estaría involucrado en asuntos exteriores ni otros asuntos estatales antes de su pronta renuncia.
Pero el presidente de la Asamblea Nacional, Woo Won-shik, dijo que era inconstitucional delegar la autoridad presidencial al primer ministro y al partido gobernante sin un juicio político. Woo propuso una reunión de partidos rivales para discutir formas de suspender inmediatamente el poder presidencial de Yoon.
El principal partido de oposición, el Partido Demócrata, pidió la suspensión inmediata de las funciones presidenciales de Yoon y su despojo de la autoridad para controlar al ejército. El DP pidió el arresto de Yoon y los oficiales militares relacionados implicados en el fiasco de la ley marcial.
Yoon conmocionó a la nación el martes por la noche cuando otorgó al ejército amplios poderes de emergencia para erradicar lo que llamó «fuerzas antiestatales» y oponentes políticos obstruccionistas. Rescindió la orden seis horas más tarde, después de que el parlamento desafiara los cordones militares y policiales para votar unánimemente en contra del decreto.
Investigación criminal
La agencia de noticias Yonhap informó que los fiscales habían «fichado» a Yoon, un proceso en Corea del Sur que implica nombrar formalmente a los sujetos de investigación. No fue posible contactar de inmediato a los fiscales para que comentaran sobre el informe.
Tres partidos minoritarios de oposición presentaron una denuncia ante la fiscalía contra Yoon, el ex ministro de Defensa Kim Yong-hyun y el comandante de la ley marcial Park An-su, acusándolos de insurrección. El delito de dirección de una insurrección se castiga con la muerte o cadena perpetua, con o sin trabajo penitenciario. Kim, quien renunció el miércoles después de que Yoon rescindiera la ley marcial, fue visto como una figura central en la debacle.
Había propuesto la ley marcial al presidente, según un alto funcionario militar y los documentos del juicio político. El equipo especial de investigación de la fiscalía arrestó a Kim el domingo y confiscó su teléfono móvil, dijo en una breve declaración a los periodistas.
Antes del arresto, los investigadores interrogaron a Kim, quien se presentó voluntariamente en la Fiscalía del Distrito Central de Seúl alrededor de la 1:30 am del domingo (16:30 GMT del sábado), informó la agencia de noticias Yonhap.
La policía nacional allanó la oficina de Kim el domingo como parte de una investigación sobre acusaciones de traición contra Yoon y los principales ministros, dijo Yonhap. Los legisladores de la oposición alegan que Yoon movilizó fuerzas militares para bloquear una votación de los legisladores que buscaban anular lo que dijeron que era un decreto de ley marcial inconstitucional.
Crisis militar
Horas antes de la votación del impeachment del sábado, Yoon se dirigió a la nación en un discurso televisado para disculparse por su decreto de ley marcial, diciendo que pondría su destino en manos de su partido. Han dijo que los comentarios eran efectivamente una promesa de dejar el cargo anticipadamente, y agregó que el partido gobernante consultaría con el primer ministro para gestionar los asuntos estatales.
El primer ministro Han Duck-soo dijo el domingo que el gabinete hará todo lo posible para «mantener la confianza con nuestros aliados», en referencia a Estados Unidos y Japón. El partido gobernante ofreció pocos detalles sobre su plan para evitar el juicio político a Yoon pero lograr que renuncie al poder, y la propuesta añadió más confusión a la crisis sobre la autoridad presidencial. En un esfuerzo por tranquilizar al público, varios líderes militares, incluido el Ministro de Defensa en funciones, han declarado que rechazarían cualquier orden de imponer otra ronda de ley marcial.
El Ministerio de Defensa no respondió a las repetidas preguntas de los medios extranjeros el domingo sobre quién es ahora el comandante en jefe del ejército de Corea del Sur, que es uno de los más grandes del mundo y opera comandos combinados con Estados Unidos.
«Creo que (los comandantes militares) están muy decepcionados, algunos de ellos sienten que han sido traicionados. Se necesitará mucho trabajo para recuperar la confianza de los militares», dijo Chun In-bum, un teniente general retirado en el ejército. Ejército de Corea del Sur y ex comandante de las fuerzas especiales del país, que culpó a los políticos por el desastre.
«Me molesta el hecho de que recurran a los militares para hacer su trabajo, y fue una mala decisión tratar de utilizar a los militares para resolver un problema político», dijo Chun. La crisis de liderazgo amenaza con socavar los esfuerzos aliados para disuadir a Corea del Norte con armas nucleares, dijeron analistas.
«Corea del Norte probablemente adoptará una postura de esperar y ver qué pasa con estos acontecimientos, pero no se puede descartar que Pyongyang intente explotar las divisiones en Seúl», dijo Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl.