viernes, febrero 7, 2025
Ciencia y Salud

¿Qué pasaría si un asteroide de 500 metros de diámetro cayera sobre la Tierra?


En septiembre de 2182, dentro de 157 años, el ya famoso asteroide Bennu podría estar en curso de colisión con la Tierra. Una probabilidad estimada, hay que precisarlo de entrada, en un 0.04%. Aunque, por tanto, no supone una amenaza real, ¿cuáles podrían ser los efectos del impacto de un asteroide como Bennu sobre la Tierra? Hoy intentan responder a esta pregunta un par de científicos de la Universidad Nacional de Pusan, en Corea del Sur, que creen que una colisión con un asteroide de tamaño medio causaría importantes alteraciones en el clima, la atmósfera y la fotosíntesis. Los resultados se publican en Science Advances.

El asteroide Bennu

Recordemos brevemente que Bennu es un asteroide de unos 500 metros, perteneciente a la categoría de los asteroides más antiguos y rico en materiales a base de carbono, que está en el punto de mira desde hace bastante tiempo. Sobre todo desde 2023, cuando la misión Osiris-Rex de la NASA, acrónimo de Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification and Security – Regolith Explorer (Orígenes, interpretación espectral, identificación de recursos y seguridad – Explorador de Regolito) logró devolver a la Tierra cien gramos de material procedente del asteroide. Los análisis posteriores, publicados recientemente en Nature y **Nature Astronomy **revelaron que esas muestras contienen muchos de los aminoácidos que forman las proteínas y las cinco bases nitrogenadas que componen las moléculas de ADN y ARN. También contienen varios minerales que se encuentran en el fondo de lagos evaporados ricos en sodio, lo que sugiere que pudo haber agua líquida en Bennu.

Simulaciones del impacto de un asteroide como Bennu contra la Tierra

Aunque mucho más pequeño que Chicxulub el asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años, Bennu podría tener efectos catastróficos. La posible colisión con asteroides de tamaño medio podría inyectar enormes cantidades de polvo en la atmósfera terrestre, con consecuencias dramáticas para los ecosistemas terrestres y marinos. «Nuestras simulaciones muestran marcadas alteraciones del clima, la atmósfera y la fotosíntesis en los 3 o 4 años siguientes al impacto», escribieron los autores del estudio, Lan Dai y Axel Timmerman, que usaron la supercomputadora Aleph del Centro IBS de Física del Clima para simular un asteroide de 500 metros en curso de colisión con la Tierra.

El escenario posterior al impacto

Los cálculos mostraron que un impacto de este tipo liberaría entre 100 y 400 millones de toneladas de polvo en la atmósfera del planeta, lo que alteraría la química atmosférica, oscurecería el Sol lo suficiente como para interferir en la fotosíntesis y afectaría gravemente al clima. Según el estudio, se prevé que la temperatura media mundial disminuya 4 grados centígrados y las precipitaciones medias, un 15%. Además del descenso de la temperatura y las precipitaciones, los resultados mostraron una reducción del ozono en un 32%. «La llegada repentina del invierno ofrecería unas condiciones climáticas desfavorables para el crecimiento de las plantas, lo que provocaría una reducción inicial del 20-30% de la fotosíntesis en los ecosistemas terrestres y marinos», explica Dai. Esto probablemente causaría enormes trastornos en la seguridad alimentaria mundial».

Otro estilo de vida

Las simulaciones, sin embargo, mostraron que mientras las plantas terrestres eran sensibles a estos cambios, las algas no solamente se recuperaban con mayor rapidez, recuperándose en pocos meses, sino que crecían hasta volúmenes nunca alcanzados ni siquiera en las condiciones climáticas actuales. Esto, explican los investigadores, se debería a que en el momento del impacto se liberó hierro, un nutriente clave para las algas. «Esto es particularmente cierto para las diatomeas marinas, de las que se alimenta el zooplancton, lo que sugiere una posible forma de mitigar el problema de la seguridad alimentaria», explican los investigadores, que añaden que la humanidad probablemente sobreviviría al impacto de Bennu, pero con estilos de vida radicalmente alterados. «Por término medio, los asteroides de tamaño medio chocan con la Tierra cada 100-200 mil años aproximadamente«, concluyó Timmermann. «Esto significa que nuestros primeros antepasados humanos pueden haber experimentado ya algunos de estos eventos de inestabilidad planetaria con impactos potenciales en la evolución humana e incluso en nuestra composición genética».

Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.




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