Una carrera de obstáculos: ¿Por qué muchas científicas siguen sin salir en los medios?
Los datos lo avalan. Según el último estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España, las científicas reciben menos financiación, menos premios y menos reconocimiento en sus publicaciones que los hombres. Además, las más jóvenes sufren más inestabilidad, discriminación y problemas de conciliación en el trabajo.
La conciliación
La encuesta del SMC señala otra tendencia: Los problemas de conciliación, que afectan mucho más a las científicas (22,95 %) que a los científicos (10 %). Esto cuadra con la última encuesta del CIS, que también muestra que las mujeres dedican más tiempo al trabajo de la casa y los cuidados.
Para Toro, asumir este rol de cuidadoras conlleva un trabajo adicional que no deja tiempo para el cuidado personal, el ocio o la promoción profesional. “Tienen menos tiempo para todo”.
Con todo, Teresa Samper Gras, que trabaja en el Instituto Universitario de Estudios de Género y el Departamento de Sociologia y Antropología Social de la Universidad de Valencia, considera que la vida académica está llena de barreras y el problema no se puede reducir a una cuestión de conciliación. Si fuese así, las mujeres que no tienen hijos no tendrían problemas para desarrollar su carrera como científicas “y esto no es así”, razona la investigadora.
Síndrome de la impostora
Las científicas también rechazan participar en los medios porque no se consideran expertas en el tema (6,56 %). Algo que, según el informe de FECYT, es menos frecuente en hombres (5,56%)
“Ningún señor nos ha dicho que yo no soy experto en esto” señalaba Patricia Fernández de Lis, redactora jefa de la sección de Ciencia, Tecnología y de Salud de EL PAÍS durante la presentación del estudio. Tampoco “ningún señor nos ha dicho que no nos puede responder porque tiene que dedicarle tiempo a la conciliación, a sus hijos o a su vida” añadía la periodista y bromeaba, “esas dos cosas, por lo que sea, no nos han pasado nunca.”
Dra. Victoria A. Ferrer Pérez, Catedrática de Psicología Social de Género en la Facultad de Psicología de la Universidad de las Islas Baleares, lo asocia al llamado «síndrome de la impostora», que implica “pensar que nunca somos lo suficiente o sabemos lo suficiente para estar a la altura”.
Samper Gras lo ilustra con un dato de un estudio propio aún sin publicar: ellas se presentan a acreditaciones, sexenios y puestos de trabajo cuando consideran que cumplen con al menos el 90% de los requisitos, mientras que ellos se aventuran con menos porcentaje.
El miedo al acoso y los ataques en redes
Aunque el estudio del FECYT no lo menciona de forma directa, el miedo a los ataques —ya sea en medios, en redes sociales, por parte de otros colegas de profesión—, también está muy presente.
Según un estudio reciente, elaborado también por el SMC, más de la mitad del personal investigador que colabora con medios en España, admite haber recibido ataques en los últimos 5 años. Además, el problema afecta más a las mujeres (56.86% frente al 46.21%) y el tipo de críticas es distinto.