sábado, febrero 22, 2025
Ciencia y Salud

Al fin sabemos qué pasaría si un agujero negro microscópico entra en un cuerpo humano


Por regla general, un astronauta no debería acercarse demasiado a un agujero negro. Los astrofísicos coinciden en que estos objetos no son buenos para la salud. En el universo existen agujeros negros supermasivos, de masa intermedia, y también están «los pequeños», aquellos que se forman cuando una estrella colapsa. Si alguien cayera en uno de ellos, su cuerpo se estiraría hasta parecer un fideo antes de morir. También se ha explorado la posible existencia de agujeros negros microscópicos. Si están allá afuera, podría ocurrir un escenario en el que uno de ellos atravesara un cuerpo humano. ¿Qué pasaría entonces? Las consecuencias de un evento así no han sido claras.

Un científico del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad Vanderbilt, en Estados Unidos, acaba de presentar uno de los primeros trabajos científicos que ahondan en las implicaciones de agujeros negros diminutos sobre cuerpos humanos. Su trabajo, en proceso de publicación, propone una masa aproximada a partir de la cual un agujero negro se volvería letal y cómo sus mecanismos físicos dañarían los tejidos.

Agujeros Negros Diminutos con Grandes Masas

Aunque los agujeros negros sean muy pequeños, todavía albergarían masas gigantes y modificarían su entorno inmediato en escala planetaria. Por ejemplo, según la fórmula para calcular el tamaño de una estructura gravitacional (radio de Schwarzschild), un agujero negro de aproximadamente 0.118 milímetros tendría una masa similar a la del Monte Everest. Teóricamente, podrían existir agujeros tan pequeños que sus fuerzas serían indetectables para un cuerpo orgánico. Por fortuna, también desaparecerían de inmediato. El objetivo clave del reporte fue determinar la masa necesaria para dañar significativamente un cuerpo humano.

Robert J. Scherrer, autor del artículo, concluye que un agujero negro con una masa similar a la de un asteroide puede terminar con la vida de una persona. Según la fórmula de Schwarzschild, este debería tener un tamaño en la escala de micrómetros. Para ponerlo en perspectiva, el grosor de un cabello humano puede medir entre 50 y 100 micrómetros. A partir de este punto, cualquier estructura gravitacional supondría la muerte para un cuerpo orgánico.


Ilustración de un planeta desconocido alrededor de una nebulosa.

Es probable que existan planetas huecos que alberguen agujeros negros primordiales y dos de científicos acaban de calcular cuánto deberían medir.


Así Afectaría un Agujero Negro al Cuerpo Humano

Pero la sola presencia de un agujero negro no es la que conduce a un fallo catastrófico. En otras palabras, no se «come» a una persona desde dentro. Son los fenómenos relacionados con su presencia, como la fuerza de marea y la onda de impacto, los que generan los daños y la muerte. La fuerza de marea es el principio que haría que las células se desgarraran, mientras que la onda de impacto literalmente supondría un golpe contra el cuerpo.

Bajo un escenario concreto, si un agujero negro con la masa mínima te atravesara, tu cuerpo experimentaría el mismo daño que si te hubiese perforado una aguja (aunque midiese menos que el grosor de un cabello). La seriedad del daño estaría directamente relacionada con la ubicación de la perforación y la resistencia de las células. Probablemente debas mantener alejados la cabeza o el corazón de estos fenómenos gravitacionales.

Por otro lado, el impacto no sería ni delicado ni agradable. La entrada del agujero negro produciría una onda de choque que se distribuiría por todo el tejido circundante. El autor del estudio dice que la energía liberada sería similar a la que produce el impacto de una bala. Entre mayor sea la masa, mayor sería el «calibre». Por ejemplo, para la energía de una bala calibre 22, un agujero negro debería tener una masa en la escala de los picómetros.



Estas suposiciones son estudiadas por aquellos que siguen la teoría de los agujeros negros primordiales. El campo de estudio propone que, desde los primeros instantes del Big Bang, ya existían fenómenos así, sin la necesidad de estrellas o más materia. Esto explicaría en parte la presencia de materia oscura. Pero estos agujeros negros primitivos no están confirmados y tampoco se han observado. También, de haberse formado, ya estarían extintos.



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