miércoles, abril 30, 2025
Ciencia y Salud

COP30: El miedo en México y la esperanza en Brasil, lo que las emociones revelan antes de la cumbre climática


Mientras los líderes mundiales alistan los detalles técnicos para la COP30, hay una variable ausente en las mesas de negociación: el pulso emocional de la sociedad. Un estudio de Latam Intersect PR y Delta Analytics —que analizó más de mil millones de interacciones digitales en América Latina mediante inteligencia artificial— descubre que las emociones colectivas operan como un interruptor silencioso que puede activar o paralizar la acción climática.

La investigación revela una geografía emocional fracturada: donde Brasil alberga esperanza (32% de las menciones), México navega entre el miedo (24%). Estos patrones, capturados sin preguntas dirigidas mediante la plataforma Associative HyperSearch™, exponen una verdad incómoda: los discursos oficiales sobre el clima están desconectados del sentir ciudadano.

Cortesía Latam Intersect PR y Delta Analytic

Cortesía: Latam Intersect PR y Delta Analytic

«Los termómetros miden grados, pero son las emociones las que miden la urgencia real», advierte Claudia Daré, directora del estudio. El dato crudo: cuando los medios mexicanos exacerban el catastrofismo (superando incluso la ansiedad espontánea de la población) o cuando la prensa brasileña edulcora la crisis, se erosiona el puente entre la ciencia y la calle.

La advertencia para la COP30 es clara: sin mapear estas corrientes emocionales, incluso los acuerdos más ambiciosos podrían naufragar en la indiferencia. Porque como muestra el análisis, detrás de cada estadística hay rostros que sienten —no solo comprenden— la crisis climática.

Los informes de Emotional Analytics —una herramienta desarrollada para analizar emociones en tiempo real— permiten mapear reacciones colectivas ante cualquier tema, sin influenciar las conversaciones. A diferencia de los análisis de sentimiento tradicionales, esta tecnología no evalúa preferencias o valoraciones, sino que identifica emociones puras —como miedo, alegría, sorpresa o ira— asociadas espontáneamente a marcas, crisis o problemáticas. Mediante el monitoreo de plataformas digitales (redes sociales, noticias y web abierta), detecta los detonadores emocionales que impulsan acciones, ofreciendo insights clave para estrategias de comunicación o gestión de crisis en cualquier idioma o región.

El termómetro emocional del clima

Los datos pintan un retrato emocional contrastante: mientras Brasil navega las conversaciones climáticas con un 32% de menciones teñidas de expectativa positiva – casi un tercio de su diálogo digital -, México enfrenta la crisis con un pulso distinto. Allí, el miedo domina el 24% del discurso público, superando incluso la esperanza (19%). Esta brecha emocional no es un detalle anecdótico: revela cómo una misma crisis climática se fractura en realidades psicológicas opuestas al cruzar fronteras. «Las emociones son el combustible de la acción», señala Claudia Daré, fundadora de Latam Intersect PR. «Ignorarlas es construir sobre arena».

La investigación también detectó una desconexión crítica entre los medios y las audiencias. En México, la prensa amplificó narrativas de catástrofe, superando incluso el temor ya presente en la ciudadanía. En Brasil, los medios fueron más optimistas que la población. Esta divergencia, advierten los expertos, puede generar desconfianza y paralizar la movilización social.



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