jueves, abril 24, 2025
Cuba

el mercado informal de cigarros en Cuba


SANTIAGO DE CUBA.- Desde que a mediados de marzo se distribuyeron ocho cajetillas de cigarros Criollos por consumidor en las bodegas de Santiago de Cuba y otras provincias orientales, se ha experimentado una rebaja en la compra y venta de este producto tan demandado por la población.
Si bien desde finales de 2024 el precio de esta y otras marcas subió considerablemente, en los dos primeros meses de este año alcanzó su punto más alto, llegando a costar entre 40 y 60 pesos la unidad. A día de hoy, ese valor se ha reducido casi a la mitad, al menos en la urbe santiaguera.

No obstante, aunque este abaratamiento resulta positivo para los fumadores, no lo es tanto para los revendedores que se dedicaban a comprar cigarros Criollos en grandes cantidades para revenderlos en las provincias occidentales, sobre todo en la capital. Tampoco para los consumidores que en febrero y marzo pasados pudieron canjear su cuota de cigarros por dinero o incluso por comida.

Rosalba Fernández, por ejemplo, tiene un núcleo familiar de 12 personas, entre ellos ocho adultos. Ella y su familia recibieron 64 cajetillas de Criollos por la canasta básica el pasado 13 de marzo, cantidad que les costó 3 840 pesos (a razón de 30 por cada cajetilla). La mujer las vendió todas “a un hombre que se las pagó a 500 pesos cada una”.

“Ese día fue el más feliz para nosotros en mucho tiempo. Solo invertimos 3 840 pesos y en minutos obtuvimos 32 mil. Esa es la ventaja de tener un núcleo numeroso”, contó entre risas la mujer, vecina de El Caney, en Santiago de Cuba. “Inmediatamente fui al mercado y compré pollo, carne de puerco, huevos, arroz, ensalada y aceite. Todos nos pusimos de acuerdo en que lo más urgente era comprar comida”, recordó.

Así como Rosalba, muchas personas y “negociantes” se beneficiaron de la carestía de los cigarros en esa etapa. La dinámica consistía en comprar en Santiago a 400 o 500 pesos, para luego revender, sobre todo en La Habana, Mayabeque y Artemisa, donde una cajetilla de Criollos costaba hasta 700 pesos. Los revendedores se las ingeniaban para trasladar grandes cantidades en trenes y camiones particulares, pagando en los retenes para evitar decomisos.

“Yo hice casi un millón de pesos en dos viajes a La Habana. Me fui en el tren, en el turno de unos policías a los que les pagué 10 mil cada vez. Compré aquí a 450 y 500, la gente me los guardaba porque yo pagaba mejor que los demás. Ya en la capital, me los compraban por bultos a 600. Jamás había hecho un bussiness tan redondo, pero la cosa ha mermado por ahora”, relató el revendedor santiaguero alias ‘El Menor’ a CubaNet.

¿Por qué hay más cigarros?

Actualmente, la estabilidad en la producción de la Empresa de Cigarros Lázaro Peña en Holguín, única fabricante de cigarros negros Criollos en el país, ha aumentado la oferta del producto en el mercado informal, lo que ha provocado una tendencia a la baja en su precio, sobre todo en Santiago de Cuba y Granma, debido a su cercanía con Holguín. Ahora, una cajetilla cuesta entre 250 y 300 pesos, dependiendo de si son T1 o 01 (con o sin nylon), y de si se compra por cantidad o por unidad.

En La Habana, la rebaja en los precios no solo ha sido de los Criollos importados de oriente, sino también de marcas como H. Upmann, Popular y Rothmans. Este comportamiento también ha estado relacionado con la reactivación de la producción de la empresa mixta Brascuba Cigarillos S.A., ubicada en la zona de desarrollo del puerto del Mariel.

Fuentes oficiales confirmaron que la fábrica ha podido recuperar su capacidad productiva tras un 2024 muy difícil, marcado inicialmente por la falta de materias primas y luego por el paso del huracán Rafael por el occidente del país en noviembre. En particular, Brascuba sufrió daños considerables en su infraestructura, lo que detuvo completamente la producción.

Brascuba S.A. aporta 120 millones de cajetillas, dentro de una demanda nacional para la canasta básica que ronda los 400 millones anuales, según José Barzaga, director de Industria del grupo empresarial Tabacuba. De esa cantidad se abastecen principalmente La Habana, Artemisa y Mayabeque. Por ello, mientras estuvo paralizada la producción, estas provincias eran los principales destinos del tráfico de cigarros Criollos desde la zona oriental.

Tras el retorno de la actividad, la disponibilidad en las tres provincias ha mejorado y, en consecuencia, ambos mercados —oficial e informal— se han estabilizado un poco. Sin embargo, los precios de los cigarrillos en toda Cuba aún distan mucho de ser asequibles para la población fumadora y, “en cualquier momento volverán a subir, como siempre ocurre”, afirman revendedores santiagueros. Ahora, su estrategia consiste en “comprar, acaparar y esperar a que suban”.

“Esta es mi oportunidad y la estoy aprovechando”, nos explicó Raúl, de Songo-La Maya. Hace dos semanas dejó de vender y solo está comprando Criollos al precio más bajo que encuentra. Todos los días recorre diferentes localidades pregonando que compra la cantidad que sea, siempre y cuando le convenga el precio.

“Desde temprano comienzo a comprar, a 280 la caja, cuando más. Estoy seguro de que, más temprano que tarde, el precio volverá a subir, porque en este país nada es para siempre. Lo lamento por quienes fuman, pero eso es vicio, no comida ni medicinas, así que no me da remordimiento venderlo caro”, resaltó el hombre, que prefirió no revelar sus apellidos.

A pesar de que Cuba es un país exportador de tabacos y reconocido a nivel mundial por ello, no puede garantizar una producción estable de cigarros para el consumo interno. Esta incapacidad está intrínsecamente relacionada con el hecho de que dicha producción es un monopolio estatal.

Aunque existen cinco empresas productoras de cigarrillos en la isla —cuatro estatales y una mixta, Brascuba—, actualmente solo esta última y la Empresa de Cigarros Lázaro Peña de Holguín asumen la mayor parte de la demanda nacional.

Problemas con el tabaco

Desde 2024, la industria en general se ha visto afectada por la falta de materias primas, pues Cuba depende de la importación de insumos básicos como papel, filtros y pegamento, cuya llegada se ha paralizado por la escasez de divisas.

Si bien el tabaco, principal materia prima para la elaboración de cigarrillos, no figura entre los mayores problemas, su producción se ha visto impactada por las inclemencias del tiempo y la falta de inversión en los procesos agrícolas.

En enero fue noticia la reducción en el sembrado de hectáreas de tabaco en Sancti Spíritus, el segundo mayor productor del país. El plan inicial contemplaba sembrar 2 000 hectáreas (ha) de tabaco sol en palo y 260 de la tecnología de tapado, pero se redujo a 1 000 ha de sol en palo y 320 ha de tapado, debido a dificultades con los insumos.



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