lunes, junio 30, 2025
Ciencia y Salud

El loco plan para congelar tus heces antes de que Occidente acabe con el microbioma humano


En el Polo Norte, oculta en un archipiélago congelado, se encuentra la bóveda más valiosa del mundo. Resguardada en lo profundo, con una temperatura promedio de -18°, alberga la copia de todas las semillas del planeta. La llamada “bóveda del fin del mundo» preserva la diversidad agrícola caso de que un evento catastrófico ocurra y sea necesario revivirla.

Ahora, un equipo de atrevidos biólogos pretende desarrollar el mismo principio, esta vez para resguardar el microbioma de la Tierra, comenzando por el que albergan los seres humanos. Apodan al proyecto “El arca de Noé de los microbios”. Necesitan terminarla lo más pronto posible y reunir todas las muestras que puedan porque la flora intestinal enfrenta a su peor enemigo en milenios: la vida occidental.

Todo empezó en 2018 con una carta publicada en la revista Science, donde un grupo de investigadores alertó sobre la pérdida de nuestra microbiota intestinal “original”. Se trata del conjunto de microorganismos que viven dentro del sistema digestivo y que permite la digestión, la absorción de nutrientes y la defensa ante patógenos. Además, es pieza clave en la vía que conecta el cerebro con el estómago.


Fotografía de uno de los polos de la Luna.

Criopreservar una muestra de toda la biota no es viable en la Tierra, pero en la Luna quizá sí.


Desde la segunda guerra mundial los casos de enfermedades metabólicas, inmunológicas y cognitivas, han estado aumentando exponencialmente, explicaron entonces. La crisis de salud también está vinculada con el auge del mundo industrializado, el consumo de comidas ultraprocesadas y la dependencia a los antibióticos. Estos dos fenómenos aparentemente inconexos se unen en un punto particular: el estómago.

La “occidentalización” de la vida está contaminando la microbiota ancestral. Está documentado que los seres humanos ya han perdido la capacidad de digerir algunas plantas. La herencia de esa microbiota modificada dejará vulnerables a quienes lleguen después. Es imperativo hacer una copia de seguridad de esa flora intestinal que tomó decenas de miles de años en perfeccionarse, si se quiere garantizar la salud de las generaciones futuras, según exponía ya en aquel texto.

No es tan sencillo construir una bóveda de la microbiota

En 2019 nació la organización sin ánimo de lucro The Microbiota Vault Inc. Un año después, se publicó un estudio de viabilidad que señalaba dos grandes obstáculos: la ausencia de un tratado internacional que facilitara el intercambio de muestras entre países desarrollados y en vías de desarrollo, y la falta de consenso sobre la mejor técnica de conservación.

En 2022, luego de formar redes de apoyo entre investigadores en todas partes del mundo, el proyecto para hacer el respaldo del microbioma humano inició… más o menos. Esta era un arca inicial y no era tan avanzada como la bóveda del fin de mundo.

boveda de microbiota

Las muestras microbianas recogidas bajo los auspicios de la Microbiota Vault Initiative se almacenan temporalmente en condiciones criogénicas en el Instituto de Microbiología Médica de la Universidad de Zúrich.

Alessandro Pioda/Iniciativa Bóveda de la Microbiota



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