miércoles, julio 30, 2025
Ciencia y Salud

Si hay menos fumadores, ¿por qué hay más casos de cáncer de pulmón?


Las tasas de incidencia de cáncer de pulmón han disminuido en los últimos años, en gran medida gracias a las leyes antitabaco implementadas por numerosos países. Contrariamente a esta tendencia positiva, un número creciente de personas desarrolla esta enfermedad sin haber fumado nunca. Se estima que una cuarta parte de todos los casos se presenta en individuos que jamás han consumido tabaco.

Esta tendencia ha sido previamente asociada, en estudios observacionales, con el humo de segunda mano y la contaminación del aire. Ahora, una nueva investigación sugiere que la polución atmosférica podría estar modificando la genética de personas no fumadoras, incrementando su riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.


alcohol vino

Si bien hay conciencia general sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol, persiste la confusión sobre las implicaciones a largo plazo respecto al consumo moderado. La ciencia mantiene su búsqueda de más evidencia.


Ludmil Alexandrov, profesor en la Universidad de California en San Diego, y Maria Teresa Landi, investigadora del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, lideraron un equipo multidisciplinario de científicos para entender cómo los contaminantes del aire afectan el genoma humano y de qué forma esto incide en el riesgo de padecer esta enfermedad.

El estudio, publicado en la revista Nature, se basó en datos del proyecto Sherlock-Lung para analizar los genomas cancerosos de 871 pacientes no fumadores, provenientes de 28 países en Europa, América, Asia y África. Los investigadores identificaron distintas firmas mutacionales, es decir, patrones de alteraciones del ADN que funcionan como huellas moleculares de exposiciones ambientales pasadas.

Estos datos genéticos se cruzaron con información sobre los niveles promedio de contaminación por partículas finas de 2.5 micras, recabada tanto por satélites como por estaciones de monitoreo terrestre en los respectivos países.

Los resultados revelaron que las personas expuestas a mayores niveles de polución presentaban un número más elevado de mutaciones en su ADN, comúnmente asociadas al tabaquismo. En concreto, quienes vivían en zonas altamente contaminadas mostraban 3.9 veces más firmas mutacionales vinculadas con el consumo de tabaco.


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Este año, México se convirtió en el primer país del mundo en prohibir los vapeadores a nivel constitucional. Esta es la historia de cómo los cigarrillos electrónicos pasaron de ser una alternativa para dejar de fumar, a ser percibidos como un peligro para los jóvenes al mismo nivel que el fentanilo.


Asimismo, el 76% de los individuos expuestos a una mayor contaminación del aire presentaron una mutación relacionada con el acortamiento de los telómeros, estructuras protectoras del ADN localizadas en los extremos de los cromosomas. Esta reducción se asocia con un envejecimiento celular prematuro.

Marcos Díaz Gay, bioinformático del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en Madrid, aclara que esto no implica que exista una «firma mutacional de contaminación atmosférica» específica. “Lo que observamos es que la polución se relaciona con un aumento de mutaciones somáticas, incluidas aquellas reconocidas en las firmas asociadas al tabaquismo y al envejecimiento”, precisa.

El equipo no encontró una correlación genética significativa entre el humo de segunda mano y firmas mutacionales específicas ni con mutaciones que impulsan el cáncer. En cambio, observaron que a mayor exposición a la contaminación ambiental, mayor era el número de mutaciones presentes en los tumores pulmonares. “Si bien la exposición al tabaquismo pasivo es un riesgo conocido de cáncer, su efecto mutacional fue mucho menos marcado que el observado con la contaminación del aire”, señalan.

Una mutación genética inédita en los no fumadores

Los autores reconocen que este análisis pudo haberse visto limitado por la dificultad de medir con precisión la exposición al humo de segunda mano. “Es complejo recopilar ese tipo de información porque depende de múltiples variables, como el tiempo de exposición, la proximidad con la persona fumadora y la frecuencia con la que se compartía el espacio”, explicó Díaz Gay.

Además de la polución, los científicos identificaron otro posible factor de riesgo de cáncer de pulmón en no fumadores: el ácido aristolóquico. Este compuesto carcinógeno está presente en algunas hierbas utilizadas en la medicina tradicional china. La investigación halló una mutación relacionada con esta sustancia casi exclusivamente en personas no fumadoras de Taiwán con diagnóstico de cáncer pulmonar.



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