Giménez llama a Díaz-Canel «dictador puesto-a-dedo» y defiende sanciones contra el régimen
«Dictador puesto-a-dedo, las medidas de Estados Unidos están diseñadas para acabar de destruir al régimen asesino», escribió el único congresista de EE.UU. nacido en la Isla.
MIAMI, Estados Unidos. — El congresista cubanoamericano Carlos Giménez calificó de “dictador puesto-a-dedo” al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel en una publicación en la red social X, en respuesta directa a las críticas del cubano contra las nuevas sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
“Dictador puesto-a-dedo, las medidas de Estados Unidos están diseñadas para acabar de destruir al régimen asesino. Esto no es ni la punta del iceberg. ¡Lo que les espera!”, escribió Giménez este miércoles, 2 de julio, tras la firma por parte del presidente Donald Trump de un nuevo Memorando Presidencial de Seguridad Nacional (MSPN) que reinstaura una política de “firme presión” contra el régimen cubano.
Su mensaje respondió directamente a una publicación anterior de Díaz-Canel, en la que este condenó las nuevas sanciones y las describió como parte de una “asfixia y guerra económica contra Cuba”. El gobernante cubano escribió: “Rechazamos infames documentos del Gobierno de EE.UU. que recrudecen aún más la asfixia y guerra económica contra Cuba, y sirven únicamente a los intereses de quienes lucran con el dolor, el sufrimiento y las carencias de nuestro pueblo”.
Ambas declaraciones se produjeron luego de que Trump firmara un documento que refuerza significativamente las restricciones económicas y políticas hacia el Gobierno cubano. Según el texto del memorando, quedan prohibidas todas las transacciones —directas o indirectas— con entidades controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y los servicios de inteligencia de Cuba, en particular el conglomerado militar GAESA. Se exceptúan únicamente aquellas operaciones que beneficien directamente al pueblo cubano.
El memorando también reafirma el compromiso de la Administración Trump con el embargo económico, rechaza los llamados internacionales a su levantamiento y establece nuevas medidas para promover los derechos humanos, la libertad de prensa, la libre asociación y el desarrollo del sector privado independiente en la Isla.
Además, la política prohíbe formalmente el turismo estadounidense hacia Cuba y exige auditorías periódicas y la conservación de registros de viajes por al menos cinco años. El documento instruye también la elaboración de un informe detallado sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en el país y sobre los fugitivos de la justicia estadounidense que residen en territorio cubano.
“Con este memorando, el presidente Trump busca promover los intereses de Estados Unidos y defender al pueblo cubano, que durante décadas ha padecido bajo un régimen comunista represor”, señaló un comunicado de la Casa Blanca. La Administración remarcó que esta decisión responde a una promesa de campaña de Trump de “apoyar al pueblo de Cuba en su larga búsqueda de justicia, libertad y autonomía”.
La iniciativa recibió el respaldo de figuras políticas clave como el secretario de Estado Marco Rubio, quien escribió en X: “Gracias al liderazgo de Donald Trump, Estados Unidos se compromete a promover la libertad y la prosperidad en Cuba (…) exigiremos cuentas al régimen ilegítimo cubano y apoyaremos al pueblo cubano en su búsqueda de la libertad y la justicia”.
El congresista Carlos Giménez, exalcalde del condado de Miami-Dade y único miembro del Congreso nacido en Cuba, es uno de los más férreos críticos del régimen cubano en el Capitolio.
“El Gobierno cubano sigue siendo patrocinador estatal del terrorismo, protege a fugitivos de la justicia estadounidense y reprime implacablemente a su propio pueblo. Su creciente dependencia de potencias autoritarias extranjeras como China solo agrava el peligro”, declaró el congresista en mayo pasado, durante una audiencia del Subcomité de Seguridad Marítima y del Transporte de la Cámara de Representantes, que él dirige.