Aparece muerto el ministro de Transporte ruso horas después de ser destituido por Putin
Fue hallado con una herida de bala en su vehículo, horas después de ser cesado por el Kremlin. Las autoridades investigan como posible suicidio, aunque el contexto político y las sospechas de corrupción siembran dudas.
MADRID, España.- El ministro de Transporte de Rusia, Román Starovoit, fue hallado muerto este lunes en las afueras de Moscú, pocas horas después de haber sido destituido por el presidente Vladimir Putin. La noticia, confirmada por medios oficiales y diversas agencias internacionales, ha generado interrogantes sobre el contexto político y judicial que rodeaba al funcionario.
Según las autoridades rusas, el cuerpo de Starovoit, de 53 años, fue encontrado con una herida de bala dentro de su automóvil, estacionado en el distrito de Odintsovo. A su lado, fue hallada una pistola Makárov que habría recibido en 2023 como condecoración oficial. Las primeras investigaciones apuntan a un presunto suicidio, aunque el Comité de Investigación de Rusia ha abierto una causa penal para esclarecer las circunstancias exactas del fallecimiento.
La muerte del ministro ocurre en medio de una serie de crisis en el sistema de transporte aéreo ruso, afectado en los últimos días por una ola de ataques con drones atribuidos a Ucrania. Cerca de 500 vuelos fueron cancelados y más de 2.000 sufrieron retrasos en los principales aeropuertos del país, lo que habría provocado tensiones dentro del Ejecutivo.
Starovoit había sido nombrado ministro de Transporte en mayo de 2024, tras una larga carrera política como gobernador de la región de Kursk. Sin embargo, su gestión se había visto empañada por presuntas irregularidades en la ejecución de obras defensivas en esa provincia, financiadas con fondos federales. Algunos de sus antiguos colaboradores están actualmente bajo investigación por corrupción y malversación de más de mil millones de rublos (alrededor de 11 millones de dólares).


Fuentes rusas independientes y algunos canales de Telegram sugieren que el exministro podría haber muerto la noche anterior, y que las autoridades manipularon el momento del hallazgo del cuerpo. Además, se conoció que otro alto funcionario del Ministerio, Andréi Korneichuk, murió de un presunto infarto al enterarse del deceso de su superior, lo que alimenta aún más las sospechas sobre el clima de presión que rodea a la administración pública rusa.
Este caso se suma a una serie de muertes recientes de figuras vinculadas al poder en Rusia, algunas de ellas en circunstancias no aclaradas, lo que refuerza los temores sobre posibles purgas internas o represalias encubiertas dentro del aparato estatal.