Preso político Juan Enrique Pérez se desmaya 2 veces en visita familiar
El preso político del 11J Juan Enrique Pérez se desmayó dos veces durante la última visita familiar en la prisión Melena del Sur, en Mayabeque, y estaría al borde del ‘colapso físico’, denunció el activista Alberto Fonseca.
De acuerdo con Fonseca, el preso político tiene graves secuelas producto a las huelgas de hambre que ha realizado en estos cuatro años de encarcelamiento, así como de las torturas sufridas.
A lo anterior se suman enfermedades crónicas que ya padecía antes de estar recluido.
Fonseca denunció que las autoridades no le hacen ningún chequeo médico y «lo están dejando morir, con plena conciencia de lo que hacen».
«Juan Enrique puede morir si no se actúa de inmediato. Una huelga más podría ser fatal, porque su cuerpo ya está en el límite. Él lucha con lo que tiene: su cuerpo, su fe, su valor. Es un guerrero, un hombre digno, un cubano que no se rinde», concluyó.
🚨URGENTE 🚨
En vísperas del aniversario del 11 de julio, quiero lanzar una alerta al mundo: el preso político cubano Juan Enrique Pérez Sánchez está al borde del colapso físico.
Durante la más reciente visita familiar, se desmayó dos veces. Su estado de salud es crítico. Las… pic.twitter.com/wSdpv09M17
— Albert Fonse 💪🇨🇦🇨🇺 (@albertfonse11j) July 9, 2025
Ya días atrás, el activista Marcel Valdés publicó en redes que Pérez tenía un inicio de parálisis facial, por falta de vitaminas y de atención médica.
En varias ocasiones al preso político le han negado tratamiento médico.
La organización independiente Cubalex ha reiterado que la privación arbitraria de medicamentos constituye una violación directa de las Reglas Mandela y pone en riesgo la salud y la vida de los reclusos, vulnerando principios fundamentales de los derechos humanos.
Juan Enrique Pérez ha sido víctima de múltiples violaciones en prisión, que incluyen golpizas, torturas, negación de atención médica, traslados y reclusión en celdas de aislamiento. En varias ocasiones ha realizado huelgas de hambre y protestas con carteles dentro del penal. Incluso, se ha cosido la boca como forma de exigir que se respeten sus derechos.
Pérez fue condenado a 8 años de prisión por su participación en las protestas del 11J en el poblado de Vegas, municipio Nueva Paz. Le acusaron de los supuestos delitos de desacato, desórdenes públicos y sabotaje.