Cuba cierra el semestre con una alarmante mortalidad infantil de 8.2
La tasa de mortalidad materna también se disparó a 56.3 por cada 100.000 nacidos vivos, frente a los 37.4 del año anterior.
MADRID, España.- El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, reconoció este lunes ante la Comisión de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional del Poder Popular que Cuba registra en el primer semestre del año una tasa de mortalidad infantil de 8.2 por cada mil nacidos vivos, una cifra que marca un incremento respecto al mismo período del año anterior (7.4) y que contrasta con los datos históricamente controlados que el régimen ha utilizado como vitrina propagandística de su sistema de salud.
En su intervención ante los diputados, Portal Miranda admitió que “ha sido imposible lograr los resultados esperados en los asuntos más sensibles que afectan a nuestro pueblo”. Entre los principales retrocesos mencionó el aumento de la mortalidad materno-infantil, el deterioro de la infraestructura sanitaria básica y la grave escasez de medicamentos. Según detalló, citado por Cubadebate, actualmente solo está disponible un 30% del cuadro básico de fármacos en las unidades de salud, y apenas un 32% en las farmacias.


Los datos ofrecidos muestran que entre enero y el 12 de julio de 2025 se registraron 28.400 nacimientos vivos, 6.738 menos que en igual periodo del año anterior. Hubo 234 muertes infantiles, apenas 26 menos que en 2024, lo que resulta insuficiente para frenar el repunte de la mortalidad. Solo seis provincias –Sancti Spíritus, Cienfuegos, Pinar del Río, Matanzas, Artemisa y Las Tunas– mantienen cifras por debajo de 7 por cada mil nacidos vivos.
La situación es aún más alarmante en el caso de la mortalidad materna, que subió a 56.3 por cada 100.000 nacidos vivos, frente a 37.4 en el mismo periodo de 2024. Guantánamo, Holguín y Santiago de Cuba aparecen entre los territorios más afectados.
Los retrocesos en el llamado Programa Materno Infantil, históricamente uno de los pilares del relato oficialista sobre los logros de la Revolución, dejan en evidencia un colapso sistémico que ya no puede ocultarse con cifras maquilladas ni con discursos triunfalistas. La disminución del número de nacimientos, combinada con el incremento de muertes maternas e infantiles, dibuja un panorama sombrío para la salud pública en Cuba.
La reducción de la tasa de embarazo adolescente a un 18.6% (un 1% menos que el año anterior) y los avances en la implementación de consultas infantojuveniles en pediatría fueron los únicos aspectos positivos destacados por el ministro, junto con una vaga referencia a proyectos de innovación científica que, según dijo, “no esperan por todos los recursos”.