domingo, septiembre 14, 2025
Ciencia y Salud

¿No más inyecciones? CRISPR ofrece nueva esperanza para tratar la diabetes


La tecnología de edición genética CRISPR ha demostrado en meses recientes su potencial revolucionario: ha sido empleada para tratar raras enfermedades, para adaptar cultivos con el objetivo de resistir las condiciones extremas del cambio climático, o incluso para cambiar el color de una telaraña. Pero la mayor esperanza es que esta tecnología nos ayude a encontrar la cura para alguna enfermedad de alcance global, como la diabetes. Un nuevo estudio apunta en esa dirección.

Por primera vez en la historia médica, investigadores lograron implantar células pancreáticas editadas con CRISPR en un hombre con diabetes tipo 1, enfermedad autoinmune que afecta a 9.5 millones de personas en el mundo. Las nuevas células produjeron insulina por meses, sin necesidad de que el receptor tomara medicamentos inmunodepresores. Se podría decir que la tecnología CRISPR dotó a las células modificadas genéticamente de un camuflaje para evadir la detección del sistema inmunológico del receptor.

Células invisibles

El estudio, publicado el mes pasado en The New England Journal of Medicine, detalla paso a paso el procedimiento. En primer lugar, el paciente recibió un trasplante de islotes pancreáticos procedentes de un donador fallecido sin diabetes, alterados con la técnica de edición genética CRISPR-Cas12b para evadir la respuesta inmune. Las células editadas se implantaron en el músculo del antebrazo y, tras 12 semanas, no se detectaron signos de rechazo (un reporte posterior anotó que este periodo ya alcanzó los seis meses).

Las pruebas registraron que las células eran funcionales: secretaban insulina en respuesta a los niveles de glucosa, lo que representa un paso clave hacia el control de la enfermedad sin la necesidad de inyecciones diarias de insulina. Durante el seguimiento se registraron cuatro eventos adversos, ninguno de ellos grave ni vinculado directamente a las células modificadas.

El objetivo final de los investigadores es aplicar ediciones genéticas de camuflaje inmunológico a células madre para luego dirigir su desarrollo hacia células de islotes secretoras de insulina. “Mi método utiliza la ingeniería genética para hacer que las células madre sean invisibles al sistema inmunitario”, dijo Sonja Schrepfer, coautora principal del estudio, quien bautizó estas células madre alteradas como hipoinmunes. “La ventaja de diseñar células madre hipoinmunes es que, cuando proliferan y crean nuevas células, éstas también son hipoinmunes”.

¿Editar o no editar?

Uno de los grandes desafíos en los trasplantes de células es la necesidad de suprimir el sistema inmunológico del paciente para evitar el rechazo. Este procedimiento conlleva riesgos significativos: infecciones, toxicidad y complicaciones a largo plazo. “Ver morir a pacientes por rechazo o complicaciones graves de la inmunosupresión me resultaba frustrante y decidí centrar mi carrera en desarrollar estrategias para evitar el rechazo inmunitario sin fármacos inmunosupresores”, dijo la doctora Schrepfer. “Como los órganos son grupos de grandes cantidades de células, me centré en la ingeniería de células individuales, las células madre, como primer paso”.

Además de ser inmunóloga de trasplantes en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles, California, Sonja Schrepfer también es cofundadora de Sana Biotechnology, la empresa de Seattle, Washington, que financió el estudio.

Aunque la investigación marca un hito en la búsqueda de terapias celulares más seguras para el tratamiento de la diabetes tipo 1, algunos análisis independientes no han logrado confirmar que el método de Sana sea funcional.

También es importante resaltar que el estudio apenas involucró a un participante que recibió una dosis baja de células (80 millones) durante un corto período. Esto aún no es suficiente “para lograr la independencia de la insulina, por lo que la eficacia clínica aún no está probada”, dijo Tim Kieffer, endocrinólogo molecular de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, en una declaración recogida por Nature.

En esa línea, Sana y otras empresas que han experimentado con terapias celulares (editadas o no con CRISPR) buscarán realizar más ensayos clínicos a partir del año entrante. Sin pasar por alto las críticas y limitantes del estudio actual, la posibilidad de realizar trasplantes de células modificadas para ser invisibles ante el sistema inmunitario abre un horizonte muy esperanzador en la medicina regenerativa.



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