sábado, noviembre 8, 2025
Ciencia y Salud

Cómo Frankenstein, de Mary Shelley, sentó las bases de la ética tecnológica hace 200 años


Frankenstein fue escrito en 1816, durante el famoso «año sin verano» causado por la erupción del volcán Tambora, ubicado en Indonesia. Bajo las lluvias interminables y los gases con azufre que eclipsaron la luz del Sol, sepultando el verano en buena parte del hemisferio Norte, la escritora londinense Mary Shelley y el poeta Lord Byron se refugiaron en una mansión junto al lago Lemán, al norte de los Alpes. Frente al fuego de la chimenea, en aquel verano que nunca fue, Shelley concibió el personaje, mientras Byron escribía su poema ‘Oscuridad’, que comenzaba así: “Tuve un sueño, que no era del todo un sueño. / El brillante sol se apagaba, y los astros / vagaban diluyéndose en el espacio eterno, / sin rayos, sin senderos, y la helada tierra / oscilaba ciega y / oscureciéndose en el aire sin luna; / la mañana llegó, y se fue, y llegó, y no trajo /consigo el día”.

Atrapados por el mal clima, Lord Byron propuso un desafío de escritura de historias de fantasmas. De ese juego, una joven de dieciocho años, Mary Wollstonecraft Godwin, luego Shelley, concibió una pesadilla que se convirtió en una profecía. Así nació ‘Frankenstein; o, El moderno Prometeo (1818)’, un relato que, más allá de los castillos góticos y el drama personal de su autora, es para muchos la primera novela de ciencia ficción y hasta un manual sobre la responsabilidad del innovador.

Mary Wollstonecraft Shelley  portrait. British author 1797  1851.  Author of Frankenstein.  Married to Percy B Shelley. ...

Mary Wollstonecraft Shelley – portrait. British author, 1797 – 1851. Author of Frankenstein. Married to Percy B Shelley. Daughter of Mary Wollstonecraft and William Godwin. (Photo by Culture Club/Getty Images)Culture Club/Getty Images

Mary Shelley participaba activamente en las tertulias literarias y los debates intelectuales más vibrantes de su tiempo. Estaba influenciada por su padre, el filósofo político William Godwin, y por su madre, la pensadora feminista Mary Wollstonecraft, cuya trágica muerte temprana no impidió que su legado marcara profundamente a su hija. Luego, su esposo, Percy Bysshe Shelley, era un entusiasta químico aficionado cuyos experimentos eléctricos en Oxford anticipaban los de Victor Frankenstein.

El resultado no fue solo una novela, sino una obra interdisciplinaria que entrelaza literatura, filosofía y los límites más audaces de la ciencia.

La electricidad, la ciencia más fascinante del momento

Para los lectores del siglo XIX, la creación del monstruo no era mera fantasía, sino una extrapolación inquietante de la ciencia más fascinante de su tiempo: la electricidad.

El corazón científico de Frankenstein late en torno al concepto del galvanismo. A finales del siglo XVIII, Luigi Galvani descubrió que las patas de una rana muerta podían contraerse al recibir una descarga eléctrica, lo que desató una ola de especulaciones: ¿era la electricidad la verdadera “chispa de la vida”? Su sobrino, Giovanni Aldini, convirtió estos experimentos en espectáculo público.

En 1803, en Londres, aplicó corriente eléctrica al cadáver del criminal George Foster, provocando que su rostro “se contrajera” o “mostrara signos de vida”. Aquel macabro teatro científico avivó la idea de que la reanimación podía ser posible.



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