Histórico: Una ofensiva del trumpismo volteó al republicano McCarthy de la presidencia del Congreso
La inestabilidad y el conflicto dominan al Congreso desde el momento en que Kevin McCarthy asumió como orador de la Cámara y líder parlamentario. Después de evitar un cierre del gobierno cuando casi no quedaba tiempo, McCarthy quedó vaciado de poder y cayó ante una revuelta del trumpismo. Los miembros de la Cámara de Representantes llevaban varios meses pendientes del conflicto interno entre McCarthy y el trumpista que buscaba destituirlo y finalmente lo logró, el republicano de Florida, Matt Gaetz.
La presidencia de McCarthy nació en un estado de debilidad inédito y el republicano de California necesitó nada menos que 15 votaciones para lograr el apoyo que necesitaba.
En un movimiento que llevó al punto más alto la ofensiva que sostiene desde hace semanas, Gaetz forzó una votación para destituir a McCarthy y consumó así el tercer intento en la historia de la Cámara de destituir a un presidente en ejercicio. Tuvo éxito.
Hay que remontarse a 1910, cuando fracasó el intento de desplazar al presidente Joseph Cannon (republicano por Illinois) y a 2015, cuando el presidente John Boehner (republicano por Ohio) sobrevivió maltrecho al intento de derrocarlo y más tarde dimitió.
En la escasa mayoría de la Cámara, sólo un puñado de legisladores republicanos era suficiente para expulsar al presidente y el mayor respaldo de McCarthy eran los demócratas, que no lo sostuvieron. Los especialistas sostienen que McCarthy solo podía aferrarse a la oposición o entrar en la historia de la peor manera, como el primer presidente en ser destituido. Fue lo que sucedió.
Los representantes Andy Biggs (republicano por Arizona), Eli Crane (republicano por Arizona) y Bob Good (republicano por Virginia) anticiparon el lunes que apoyarían la medida de Gaetz.

El congresista trumpista Matt Gaetz.
Con el argumento de que los proyectos de ley de asignaciones para todo el año están frenados, Gaettz presionó hasta el final para expulsar a su rival. Ahora las dudas están en torno al nombre del reemplazante que aceptarían los demócratas. El candidato de Gaetz, el segundo republicano de la mayoría Steve Scalise fue diagnosticado con mieloma múltiple en agosto. Además, Scalise publicó en las redes sociales el lunes en apoyo a McCarthy.
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Antes del final, nadie tenía claro de dónde podía conseguir McCarthy el apoyo que necesita para sobrevivir. El sucesor de la histórica Nancy Pelosi arrastraba problemas monumentales para conducir en el Congreso y su papel no hacía más que generar nostalgias de Pelosi.
En las horas previas a su renuncia, el representante demócrata de Nueva York, Adam Schiff selló la partida de defunción política de McCarthy: «Lo único que los demócratas y los republicanos tienen en común con respecto al presidente es que ninguno de nosotros confía en que él hará lo correcto o cumplirá su palabra», dijo.
La representante Ann McLane Kuster, presidenta de la coalición de centroizquierda Nuevo Demócrata, había admitido que para los demócratas «sería un gran esfuerzo» salvar a McCarthy y evitar que los republicanos le corten la cabeza. Kuster recordó los antecedentes de McCarthy que cayeron pésimo en la Casa Blanca: esperó hasta el último minuto para financiar el gobierno, su incumplimiento del acuerdo de límite de deuda que alcanzó con Biden y el lanzamiento de la investigación de juicio político contra el presidente.
«Si los demócratas quieren a Kevin McCarthy, pueden tenerlo», dijo Gaetz el lunes por la noche. «Porque una cosa con la que estoy en paz es que cuando estemos aquí dentro de una semana, ya no seré dueño de Kevin McCarthy. Él no me pertenecerá». «Así que si los demócratas quieren adoptarlo, pueden adoptarlo», agregó.
La sucesión de McCarthy es tal vez el único elemento que explicaba su subsistencia como orador. Lo reconoció la congresita trumpista Marjorie Taylor Greene. «Matt Gaetz, que es mi amigo, admitió que no hay ningún plan. No hay nadie que haya dado un paso adelante para correr. No hay nadie que salga diciendo: Seré el spekear», dijo la republicana de Georgia.