Escasez de agua agrava la crisis en barrios de La Habana
MIAMI, Estados Unidos. – La falta de agua afecta a casi la mitad de la población de La Habana, una crisis que las autoridades cubanas atribuyen a los prolongados apagones y fallos en las redes hidráulicas. El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) ha señalado que los cortes de electricidad afectan el funcionamiento de las bombas de agua y retrasan la recuperación del servicio.
No obstante, Deisy Lubis Pérez, vecina del barrio de Jacomino, en San Miguel del Padrón, dijo a la agencia EFE este fin de semana que la crisis no se debía solo a una rotura reciente. “Llevamos años así”, aseguró.
La crisis del agua ha empeorado con el tiempo. Según el INRH, alrededor de 600.000 personas en Cuba sufren la falta de acceso al agua, una cifra que ha crecido un 25% en comparación con el año anterior.
En La Habana, se estima que más de 130.000 personas carecen de suministro regular. Las imágenes de pipas de agua y personas cargando cubos se han vuelto cotidianas. “Hay que sacar el agua de una cisterna con cubos, hace años que no llega directamente a nuestras casas”, también dijo a EFE una joven residente en el barrio de Jacomino.
La situación ha provocado protestas en distintas zonas de la capital, especialmente en barrios periféricos como el visitado por la agencia de noticias española. Los vecinos se sienten desamparados por las autoridades locales, quienes aseguran que la solución a la crisis requiere grandes inversiones. “La delegada del barrio se ha quejado, pero ni siquiera ella recibe respuesta”, indicó Lucía Hernández, una jubilada que ha vivido en Jacomino por más de cuatro décadas.
Pero el impacto de esta crisis no se limita a La Habana. Varias provincias del país, como Pinar del Río, Artemisa y Santiago de Cuba, también presentan serios problemas de abastecimiento. En Caibarién, provincia de Villa Clara, los residentes llevan casi tres semanas sin agua, lo que ha obligado a incluir el agua embotellada en la famosa libreta de abastecimiento.
El régimen de la Isla ha prometido la ejecución de más de 200 obras hidráulicas y la compra de nuevos equipos de bombeo para mitigar la situación, pero los problemas de mantenimiento y las frecuentes averías hacen que la recuperación del suministro sea lenta y desigual. Mientras tanto, los cubanos continúan enfrentándose a la incertidumbre de un servicio tan esencial como el agua. “Es criminal que vivamos así en pleno siglo XXI”, concluyó Deisy Lubis Pérez.