La inflación de EEUU cae al nivel más bajo en tres años y medio con el IPC en el 2,5% mientras el dilema de la Fed queda un poco más resuelto
La inflación sigue arrojando noticias para todos los gustos en EEUU. La desaceleración del índice de precios al consumo (IPC) continúa firme y en agosto borró cuatro décimas hasta el 2,5% interanual, la cifra que se esperaba en los mercados y la cota más baja desde la primavera de 2021. Por su parte, el IPC subyacente (excluye energía y alimentos), más pegajoso en los últimos tiempos y más observado, se mantuvo el mes pasado en el 3,2% interanual, también como se esperaba. Como estos datos de inflación sin sorpresas no acaban de ayudar a resolver el gran dilema de la Fed de cara a su reunión de septiembre –recortar los tipos de interés en 25 ó en 50 puntos básicos-, los mercados se han fijado en el IPC subyacente intermensual, que se ha situado en el 0,3%, una décima por encima de lo esperado. Ese dato ha provocado que la balanza se decante un poco más hacia el recorte de 25 puntos básicos el próximo día 18.
Lo cierto es que esta entrega del IPC llegaba con el foco sobre el mismo más reducido. El dato ha sido en los últimos años (como el de nóminas no agrícolas) un gran catalizador para los mercados en previsión de los movimientos de la Fed, pese a que el banco central dice fijarse más en el deflactor del consumo personal (PCE). Sin embargo, la desinflación experimentada en los últimos meses tras el preocupante repunte de inicio de año y el rápido deterioro del mercado laboral han hecho que la Fed se fije de nuevo más en el empleo y por ello hable sin tapujos de recortes de tipos. Por eso, salvo sorpresa mayúscula, no se esperaba que el IPC tumbase los precios del mercado.
Pero las pocas sorpresas del informe de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo han dado pie a los matices. Por el lado de los defensores del recorte de 25 puntos básicos, el IPC subyacente intermensual es mejor indicador y la suya es la mayor subida en cuatro meses, avanzando su tasa trimestral anualizada un 2,1%, frente al 1,6% de julio, según cálculos de Bloomberg. Por el otro flanco, la lectura interanual de IPC general ha bajado por quinto mes consecutiva arrastrada por un abaratamiento de los precios de la gasolina que puede ir a más con el petróleo cayendo con fuerza mientras el mercado laboral se enfría a toda marcha y abre la ‘autopista’ para acelerar con los recortes de unos tipos que se subieron a la carrera por encima del 5%. En los mercados se ha impuesto la primera tesis, con los rendimientos de los bonos a dos años, los más vinculados a la trayectoria inmediata de los tipos de interés, repuntando varios puntos básicos.
Los precios de la vivienda, la categoría más importante de los servicios, subieron un 0,5%, la mayor subida desde principios de año. Es el segundo mes de aceleración y desafía las expectativas generalizadas de desaceleración. El alquiler equivalente del propietario, un subconjunto de la vivienda y el mayor componente individual del IPC, subió a un ritmo similar. Además de la vivienda, el avance se vio impulsado por las tarifas aéreas, la ropa, así como las guarderías y la enseñanza preescolar. Los seguros de automóvil siguieron subiendo, al igual que las estancias en hoteles.
Excluyendo la vivienda y la energía, los precios de los servicios avanzaron un 0,3%, la mayor subida desde abril, según cálculos de Bloomberg. Aunque los bancos centrales han subrayado la importancia de tener en cuenta esta medida a la hora de evaluar la trayectoria de la inflación del país, la calculan sobre la base de un índice independiente.
«Este no es el informe del IPC que el mercado quería ver. Con una inflación subyacente superior a la esperada, el camino de la Fed hacia un recorte de 50 puntos básicos se ha vuelto más complicado. La cifra ciertamente no es un obstáculo para la acción de política monetaria la próxima semana, pero los halcones del comité probablemente aprovecharán el informe del IPC de hoy como evidencia de que el último tramo de la inflación debe manejarse con cuidado y cautela, una razón formidable para optar por una reducción de 25 puntos básicos», defiende Seema Shah, de Principal Asset Management.
«En general, parece que se ha logrado domar la inflación pero, dado que la inflación de la vivienda sigue negándose a moderarse tan rápidamente como se esperaba, no ha sido completamente vencida. En estas circunstancias, esperamos que la Fed adopte un enfoque comedido a la hora de recortar los tipos de interés», valora Paul Ashworth, de Capital Economics.
«Según las cifras de inflación de agosto, la Fed no tiene ninguna presión para recortar los tipos de interés en 50 puntos básicos de inmediato. El hecho de que el crecimiento económico en el tercer trimestre probablemente se sitúe en torno al 2% según los datos de hoy también habla a favor de un pequeño recorte. Aunque el mercado laboral se ha debilitado, todavía no da señales de crisis», rubrican Christoph Balz y Bernd Weidensteiner, economistas de Commerzbank.
«Todo listo para el lanzamiento: la Fed tiene luz verde para recortar 25 puntos básicos la semana que viene, dado que el informe de inflación ha estado en línea con las expectativas. Es posible que algunos se sientan decepcionados por no haber habido una lectura de inflación menor a la esperada, lo que podría haber dado a la Fed más margen para recortar 50 puntos básicos, pero la mayoría de los portavoces de la Fed ya han telegrafiado su deseo de comenzar lentamente y no comenzar con un recorte enorme», apunta Chris Zaccarelli, de Independent Advisor Alliance.
«De cara al futuro, los riesgos están claramente ponderados hacia una desaceleración del crecimiento y un deterioro del mercado laboral, y es por eso que todavía hay cuatro recortes de 25 puntos básicos descontados con solo tres reuniones restantes en el año (es decir, lo que implica que al menos una de las tres reuniones tendría un recorte de 50 puntos básicos), pero si la economía continúa desacelerándose -y no cae en una recesión abrupta- la Fed podrá recortar a un ritmo medido de 25 puntos básicos por reunión», agrega el analista.
Los funcionarios de la Fed «todavía están caminando por la cuerda floja entre vencer a la inflación y mantener el crecimiento, lo que significará que por ahora prevalecerán medidas de política más moderadas. La Fed todavía tiene mucho margen para cambiar de política este año y el próximo«, cierra Neil Birrell de Premier Miton Investors.