sábado, noviembre 23, 2024
Cuba

cinco fuentes famosas que marcaron La Habana


AREQUIPA, Perú – Las más sobresalientes fuentes de La Habana se construyeron en los siglos XIX y XX, durante la expansión de la antigua villa a extramuros y la etapa de la República.

A diferencia de otras urbes, las fuentes de la capital cubana han tenido una misión eminentemente ornamental, embelleciendo parques y plazas con sus estatuas y surtidores.

Fuente de la India (o de la Noble Habana)

La Fuente de la India, también conocida como Fuente de la Noble  Habana, se erige majestuosamente en el extremo sur del Paseo del Prado, a escasos 100 metros del icónico Capitolio capitalino.

Este monumento, que captura la esencia mítica de la india Habana, esposa del cacique Habaguanex que gobernaba la región antes de la llegada de Cristóbal Colón, es más que una obra arquitectónica; es un símbolo arraigado en la historia de la capital cubana.

La Fuente de la India fue concebida por el hábil arquitecto Giuseppe Gaggini, bajo la dirección del Conde de Villanueva, Don Claudio Martínez de Pinillos. La estructura, construida con mármol blanco de Carrara, se alza a una imponente altura de tres metros, destacando por su estilo neoclásico y su rica simbología.

Sobre un pedestal cuadrilongo, la fuente exhibe cuatro delfines en cada esquina, cuyas bocas vierten las aguas sobre conchas que componen su base.

La figura central de la india Habana porta una corona de plumas en la cabeza y sostiene un carcaj con flechas sobre el hombro izquierdo. En su mano izquierda, lleva un cuerno de la abundancia repleto de frutas tropicales, mientras que en la otra sostiene el escudo de armas de la ciudad.

Fuente de Neptuno

Estatua de Neptuno en el Malecón habanero
Estatua de Neptuno en el Malecón habanero (Foto: CubaNet)

Importada desde Génova, en Italia, esta fuente fue erigida en La Habana a petición del Capitán General de la Isla, Miguel Tacón, quién la dedicó al comercio.

Mas allá de lo ornamental, su función fundamental era abastecer de agua potable a tres barcos al mismo tiempo. Su historia está llena de incidencias y traslados. En 1997 con la intención de preservarla, reapareció, gracias a la Oficina del Historiador, en la orilla del litoral, muy cerca de su ubicación original.

Fuente de los Leones

Fuente de los leones, Plaza San Francisco, La Habana
Fuente de los leones, Plaza San Francisco, La Habana (Foto: CubaNet)

Debido a la iniciativa del conde de Villanueva se situó en la plaza de San Francisco de La Habana Vieja en 1836 y se encargó su diseño a la misma persona que la fuente de La India, Giuseppe Gaggini. Actualmente es uno de los puntos más fotografiados del casco histórico de la ciudad.

Está adornada con cuatro leones que sostienen el escudo de la ciudad, rodeando la base circular de la fuente. Es un lugar que, además de su belleza, tiene un simbolismo profundo vinculado al poder y la protección de la ciudad.

Fuente de Las Américas

Foto (Ecured)

Erigida como homenaje al descubridor de estas tierras, se inauguró en 1924 como parte de los trabajos proyectados para el nuevo reparto Miramar, al oeste de la Ciudad de La Habana, al inicio de la Quinta Avenida.

Fue obra del arquitecto norteamericano John Wilson y del escultor italiano Pietro Manfredi.
Construida en mármol blanco consta de cuatro nereidas que, a manera de cariátides, sostienen sendas valvas de ostras gigantes de las cuales cae suavemente el agua, en sus extremos inferiores se hallan dos piezas talladas que muestran el escudo nacional.

Fuente Luminosa

Fuente Luminosa, La Habana (Foto: nostalgiacuba.com)

A mediados del siglo XX, durante el gobierno del doctor Ramón Grau San Martín (1944- 1948) se construyó la fuente en una rotonda, conocida como la intersección de la avenida 26 con la de Rancho Boyeros y la Vía Blanca.

Su edificación se le atribuye al arquitecto e ingeniero José San Martín, primo del presidente, que ejerció de secretario de Obras Públicas durante su gobierno.

La fuente la conforman tres vasos circulares, construidos en piedra de cantería. Del primero parte una columna que contiene los otros dos que van disminuyendo de tamaño. Los surtidores de agua se elevan hasta el remate de la misma, dotando de elegancia a la obra.

Completando la fuente y para darle más realce, la estructura contiene en cada nivel, de abajo hacia arriba juegos de luces, rojas, verdes, azules y amarillas. En sus mejores momentos, a la caída de la noche hasta el amanecer las luminarias se mantienen encendidas.



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