Algunas curiosidades sobre Diego Gensen, Dariel en ‘Renacer’
SLP, México.- Mucho interés ha suscitado el personaje que asumió Diego Gensen en la telenovela cubana Renacer. Hijo de Aitana y José Manuel, el pequeño Dariel se debate entre extrañar a su madre, que debió alejarse del hogar donde era maltratada, y enfrentar a su padre.
Pero el Dariel de ficción no sería posible sin la audacia de Diego quien, a su corta edad (nueve años), asumió la difícil tarea de actuar.
Entrevistado este domigo por el medio Cuba Today, Gensen compartió con su público algunas anécdotas sobre su corta vida y su experiencia actoral. De ese diálogo te dejamos algunas curiosidades sobre el muy joven pero talentoso actor en ciernes.
Actúa desde los tres años
El pequeño de nueve años comenzó en la actuación con tres, cuando se incorporó en el proyecto Kikirito.
“Yo vi a mi hermana y a una amiga de ella que ellas hacían de payasitas, y entonces yo quería ser payasita también. Entre mi mamá y ella empezaron a hacer guiones y buscando por internet y esas cosas para ser payasitas yo, mi hermana y la amiguita. Y entonces, cuando llegó el momento de hacer el espectáculo, yo tenía muchos nervios y entonces me dio por reírme, y entre mi hermana y la amiga de ella empezaron a salvar el espectáculo”, contó.
A los cuatro años, en el mismo proyecto, perdió el miedo, dijo. Lo seleccionaban para cortos y comenzó a formarse como actor desde ahí.
Llegó a ‘Renacer’ a través de un casting
El camino a Renacer inició con la búsqueda de la madre de Gensen de castings para el pequeño. El día en que se presentó a la prueba, debió interpretar una escena en la que la mamá de Dariel se había ido, y este no quería comer. Entonces llega la abuela y le cuestiona al respecto.
El papel se lo dieron a las dos semanas de esa prueba. “Estaba jugando en la casa y mi mamá me llama y me dice que tuve el papel.”
Para las escenas leía con su mamá los diálogos del guion. “Me los aprendí de memoria y eso”.
Después de la novela interpretó otro papel en un corto
Posterior al rodaje de Renacer, Gensen se enroló en otro proyecto actoral bajo la dirección de Alejandro González.
En el teleplay “Cinco cuentos al tiro”, trabajó con su hermana, quien estuvo entre los actores del audiovisual.
Su tiempo en la novela lo alternaba entre la actuación y las clases
La escuela y la actuación iban de la mano para el pequeño Diego. Durante las grabaciones de escenas donde él no actuaba, tomaba la libreta y comenzaba a copiar las lecciones del día.
“Se nos mandaban las clases por WhatsApp y entonces las copiábamos. Ya nosotros habíamos hablado con el director de la escuela, habíamos dicho, ‘bueno, las ausencias eran justificadas, ¿eh?’”, comentaron él y la madre a Cuba Today.
“Tratábamos de que siempre estuviera pendiente a todo lo que daban en la clase, las tareas hechas. Fue algo bien duro porque tenía que llevar el rodaje y también la escuela. Ahí el compromiso es grande. Pero todo salió bien”, confesó la madre de Gensen.
Diego y Dariel no se parecen
Cuestionado sobre las coincidencias que pudiera haber entre su personaje en Renacer y el Diego de carne y hueso, el pequeño confesó que los caracteres no coincidían.
“Nosotros no nos parecemos casi en nada”, precisó el niño y agregó que la relación del personaje novelesco con su familia no tiene que ver con su experiencia de vida.
“Porque sus padres se separaron y los míos no. Y entonces fue un poco difícil haber hecho el personaje de Dariel porque yo no conocía eso. No conocía que mis padres se separaran”, contó.
Hubo escenas dolorosas
Las escenas de llanto fueron particularmente difíciles para Diego Gensen. Los testimonios del niño y su madre apuntan a que esas grabaciones conllevaron un esfuerzo excesivo.
Para lograr escenas de llanto, dijo el pequeño, pensaba en una persona que quisiera “mucho, mucho, mucho”.
Aunque lograba el llanto y expresar el dolor, había escenas que le pedían repetir después de que había llorado.
“Me dijo que le dolía el pecho. Porque son escenas fuertes”, confesó la madre en la entrevista sin dejar de reconocer que el jovencísimo actor logró todas las escenas que le pidieron.
Es un niño travieso…
En el proyecto Kikirito, de audiovisuales para niños, protagonizó una travesura en una ocasión.
Durante un corto, Diego interpretaba a un niño que tenía una hermana que llevaba golosinas de su escuela. Sin percartarse ella, el personaje bajaba las escaleras, abría la bolsa y agarraba las chucherías.
En una ocasión, cuando estaban preparando las cámaras para la filmación, sin luz que lo iluminara en ese momento, y teniendo hambre, Diego abrió un paquete de galletas y empezó a comer. “Y entonces ahí fue que tuvimos que salir a buscar más chucherías, fue un problema”, relató.
Su madre lo estimula y apoya en todo
Su mamá ha sido su sostén y lo apoya en su carrera artística. Ella trabaja en una escuela primaria.
Aunque laboró como maestra de computación muchos años, ahora es instructora de arte en la escuela primaria donde estudia Diego. “Yo soy la que hace las actividades de la escuela y ayudo para que se hagan”.
Según compartió con Cuba Today, Diego la ayuda también. La acompaña y ayuda a dirigir las actividades que organiza en el plantel.
“Dice que quiere coger la ENA y yo lo voy a apoyar en todo. Si hay que llevarlo al taller, a ese lo llevo”, afirmó la mamá.