Amazon, AliExpress, Shein, Temu… la laguna jurídica en el comercio online que inunda la UE de juguetes peligrosos para los niños
«¡Qué barata esta pizarra digital! Perfecta para mi hija. La meto en la cesta». Esta cita -inventada para la causa- se replica millones de veces a diario entre los usuarios ‘enganchados’ a las bondades de plataformas online que inundan las pantallas de gangas para todos los gustos y edades. Sin embargo, un reciente estudio muestra la importancia de aparcar el ansia por llenar el carro de productos y analizar qué estamos comprando, sobre todo si se trata de muñecos y productos que acaban en manos de bebés y menores porque pueden ser altamente peligrosos.
Toy Industries of Europe (TIE), la asociación que representa a las mayores jugueteras de la Unión Europea (UE), acaba de presentar los resultados de un análisis realizado sobre 100 juguetes adquiridos en las tiendas online de Allegro, AliExpress, Amazon Marketplace, Bol, Cdiscount, Fruugo, Light In The Box, Shein, Temu y Wish y el resultado es alarmante: el 80% de los productos no cumplía los estándares de seguridad de la UE ni con la Directiva de seguridad de los Veintisiete.
«Las pruebas de laboratorio independientes muestran que estos juguetes plantean graves riesgos para la salud de los niños, incluidos peligros de asfixia y exposición a sustancias químicas tóxicas«. El análisis, que se publica coincidiendo con la Semana Internacional de la Seguridad de los Productos 2024 , devuelve el debate a la responsabilidad de los mercados online sobre la seguridad de los productos ofrecidos en sus plataformas. Y más cuando seis de ellos, indican desde TIE, han firmado el Compromiso de Seguridad de Productos de la UE , un compromiso voluntario para detener la venta de productos inseguros en sus plataformas.
Los juguetes comprados para la investigación eran de marcas desconocidas o sin marca y vendidos por vendedores externos a través de estos minoristas online. Esto quiere decir que los resultados no reflejan la seguridad de todos los juguetes disponibles en las plataformas al haber excluido del estudio aquellos de marca.
El listado completo de los juguetes peligrosos identificados por TIE destaca como ejemplos más preocupantes mordedores para bebés fácilmente rompibles, con el consecuente riesgo de ahogamiento, productos con imanes o pilas poco protegidos capaces de provocar un daño severos -incluso la muerte- en caso de ingesta o el famoso slime con niveles de boro (un químico relacionada con problemas de salud reproductiva) 13 veces superiores al límite legal.
La vía de escape del comerciante «deshonesto»
¿Cómo es posible que estos productos acaben en manos de niños si la UE tiene el régimen de seguridad de juguetes más estricto del mundo? La respuesta está en la laguna jurídica en el comercio online que aprovechan los comerciantes a los que TIE llama «deshonestos».
Las normas de seguridad de los juguetes de la UE responsabilizan directamente a fabricantes , importadores y distribuidores de que la composición de los juguetes -o de cualquier otro producto- sea la adecuada y cumpla con la ley antes de su venta. Sin embargo, estas normas no aplican a los vendedores de fuera de la UE cuando la venta se realiza en cualquier comercio online porque el mercado ‘en línea’ no se considera un operador económico y, por lo tanto, no tiene ninguna responsabilidad en lo que respecta a la seguridad de los juguetes.
Endurecer la responsabilidad legal se hace necesario, según señala Catherine Van Reeth, directora general de TIE: «Los juguetes inseguros de vendedores que ignoran las normas de la UE seguirán inundando la UE a menos que se conceda a los mercados en línea una mayor responsabilidad por la seguridad de los juguetes vendidos en su plataforma, cuando nadie más en la UE tiene esa responsabilidad. A menos que todos los actores de la cadena de valor tengan que hacer su parte, seguirá habiendo un vacío legal. Además de asegurarnos de que siempre haya alguien responsable de proteger a los niños y a los consumidores de la UE, necesitamos una mejor aplicación de las normas existentes».
Revisar la ley en este sentido y reforzar el control en aduanas se vuelve necesario, advierte la asociación. Sin embargo, el volumen de pedidos que llegan especialmente desde China hace que inviable analizar los paquetes con los recursos actuales; sólo un pequeño porcentaje pasan por revisión antes de partir hacia el destinatario final.
El primer paso sería reconocer el mercado online como operador económico para que pueda ser legalmente responsable de los juguetes cuya venta facilita si no hay ningún operador económico en la UE que asuma esa responsabilidad. «Esto puede hacerse modificando la legislación vigente relacionada con la seguridad de los productos y las plataformas online, o mediante las negociaciones en curso sobre el nuevo Reglamento de la UE sobre seguridad de los juguetes», señalan desde TIE.
En el caso de las aduanas, la solución que proponen es la de implementar el concepto de «importador considerado» para garantizar que siempre haya alguien en la UE responsable de las importaciones de terceros países: » Esto también garantizará un enfoque aduanero eficiente en cada Estado miembro, que realmente disuada a los infractores, cree una frontera exterior de la UE y permita un intercambio fluido de datos entre los Estados miembros». Además, recuerdan que si bien el Pasaporte Digital de Productos ofrece cierta esperanza, sólo verifica la documentación, no la seguridad de los productos, por lo que exigir que la normativa extienda las responsabilidades sigue siendo necesario.
De cara a las plataformas online, la Ley de Servicios Digitales (DSA) introduce elementos importantes, especialmente en los referido a su responsabilidad de verificar toda la información proporcionada bajo las disposiciones de «trazabilidad de los comerciantes» antes de permitir al comerciante en sus servicios (y suspender a los comerciantes por proporcionar información inexacta o incompleta). En este sentido, Van Reeth destaca que «si miles de fabricantes de juguetes de la UE, el 99 % de los cuales son pymes, pueden asumir la responsabilidad de la seguridad de sus productos, también deberían hacerlo los mercados online».