Amnesia infantil: ¿Por qué no recordamos nuestros primeros meses de vida? este experimento con bebés se acerca a la respuesta
Los científicos coinciden en que casi nadie recuerda los primeros meses de su vida. Incluso existe un término para describir este fenómeno: amnesia infantil. En cuanto a sus causas, ha habido un constante debate para definirlas. En una búsqueda por internet, encontrarás explicaciones como la falta de lenguaje que construye una realidad simbólica, la capacidad limitada para asociar figuras con emociones y el hecho de que el cerebro aún no está completamente desarrollado para almacenar recuerdos.
A medida que se realizan más estudios sobre el cerebro de los recién nacidos, el enigma de la amnesia infantil parece irse aclarando. Aunque es muy probable que no recuerdes nada de tus primeros dos años de vida, eso no significa que no hayas formado recuerdos. Los expertos afirman que los bebés sí tienen la capacidad de formar memorias y recordarlas, aunque no de la misma manera que los adultos.
En el repertorio de recuerdos adultos, predominan las historias autobiográficas, en las que somos los protagonistas de eventos significativos. Un recién nacido, en cambio, puede recordar el rostro de su madre o aprender a mover el cuerpo para lograr un efecto específico, pero sin que él mismo se integre como protagonista de la narrativa. De hecho, experimentos han inferido que la percepción del ‘Yo’ comienza a desarrollarse alrededor de los 18 meses de edad, lo que refuerza la idea de que es necesaria una noción de identidad para poder recuperar un recuerdo autobiográfico.
Un reciente estudio científico parece haber encontrado el mecanismo neurológico que altera la memoria e incentiva la aparición de ansiedad tras un evento de estrés.
Lo que el hipocampo revela sobre la memoria de un bebé
Aunque los bebés no pueden expresar si recuerdan algo, sus cerebros sí lo hacen. Los neurólogos saben que el hipocampo es la región cerebral que se activa tanto al formarse un recuerdo como al evocarlo. El reto del estudio es que es extremadamente difícil monitorear recién nacidos despiertos y lo suficientemente quietos como para conseguir imágenes de resonancia magnética.
Un reciente estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, ha aportado nueva evidencia sobre la capacidad de los neonatos para generar recuerdos. En este experimento publicado en Science, que incluyó a 26 bebés de entre 4 y 25 meses de edad, se monitoreó la actividad del hipocampo mientras se realizaban pruebas de memoria adaptadas de aquellas usadas con adultos. Los resultados mostraron claramente que los bebés pueden generar recuerdos episódicos.
“Los hallazgos demuestran que el hipocampo infantil tiene la capacidad de codificar recuerdos de experiencias individuales desde aproximadamente el primer año de vida, lo que evidencia que esta capacidad se desarrolla durante la infancia”, se señala en un artículo publicado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
Si bien los resultados todavía no explican del todo por qué no podemos recordar nuestra etapa como recién nacidos, ofrecen pistas valiosas. Los 26 bebés pudieron generar recuerdos y su hipocampo los registró. Es incluso bastante probable que se convirtieran en recuerdos a largo plazo. El enigma de la amnesia infantil, por tanto, yace en el mecanismo que nos impide recuperarlos, acuerdan los expertos.
En el ámbito de la neurociencia, un recuerdo se representa a través de un engrama: una huella o conexión neuronal que se forma cuando un evento queda registrado en la memoria, generalmente cerca del hipocampo. Aunque los científicos no pueden «ver» los recuerdos directamente, son capaces de mapear engramas y rastrear las rutas neuronales que conducen a ellos.