sábado, abril 12, 2025
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Aquellos chalados en sus locos cacharros…


Fiat Panda, Seat Marbella, Renault 4L, Ford Escort, Peugeot 205, Citroën C15, Volkswagen Golf, Nissan Micra, Opel Corsa… hasta 104 modelos de 32 marcas diferentes cruzando Marruecos de norte a sur, 3.000 kilómetros desde Tánger hasta Marrakech. “El concepto es tan amplio como cada uno quiera, pero cuanto más chatarra sea el coche, mejor”, apunta Rubén Ávila, responsable de la organización en el mayor raid multimarca de Europa. Cualquier vehículo con ITV vigente, seguro y papeles en regla es bienvenido siempre que tenga más de 15 años de antigüedad en el caso de automóviles y furgonetas ligeras, más de 20 en el de todoterrenos. Lo importante es llegar…

No se trata de ser competitivos, sino de hacer piña, trabajar en equipo y divertirse

Rubén Ávila (responsable organización Chatarras Raid)

Después de que el sábado se realizaran las pertinentes verificaciones en Castellar de la Frontera (Cádiz), la caravana del Chatarras Raid habrá cogido el ferry a primera hora de la mañana para completar la primera de seis etapas. Con las inscripciones posibles agotadas hace tiempo: 240 vehículos y un total de participantes que superará las 500 personas (de todas las Comunidades Autónomas y de otros cinco países europeos, léanse Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Portugal). “Pueden meterse tantas como plazas homologadas tenga el coche”, explica Ávila. Entre lo que debe incluirse obligatoriamente están neumáticos de tacos o reforzados (más dos de repuesto), extintores, cubrecárter, triángulos de emergencia, chaleco reflectante, botiquín de primeros auxilios… y pala para cavar en caso necesario (que suele darse).

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“Parece que ha entrado por el ojo de la gente, pero ésta es la idea que tuvo en plena pandemia un grupo de amigos aficionados al motor que quería hacer algo diferente. En el 22 se tuvo que aplazar por el covid y nos conformamos con una edición de tres días por España, pero en el 23 ya tuvimos Chatarras Raid como tal, en Marruecos y entonces con 60 vehículos”, resume Rubén, que deja claro el objetivo: “No se trata de ser competitivos, sino de hacer piña, trabajar en equipo y divertirse«. En lo que al estado del vehículo respecta, una consideración: hay que volver a casa. “Desde Marruecos son unos cuantos kilómetros… y luego depende del lugar en el que vivas”, añade.

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Lluís Pulgar y Susana Costa viven en Barcelona y acuden por segunda vez, al volante de un Mercedes del año 90: «Vinimos el año pasado y nos gustó tanto y lo pasamos tan bien que hemos decidido repetir. Es una carrera de buscarse las habichuelas, más de orientación y navegación que de velocidad. De hecho el que ganó el año pasado lo hizo con un Dyane 6 que no pasaba de 80 y que había provocado cierto cachondeo cuando llegó al parque cerrado».

«YO OS DECLARO CHATARRERA Y CHATARRERO» Una ceremonia improvisada en la jaima sirvió para que el raid uniera en nupcias a Lluís y Susana.

La pareja dejó una anécdota deliciosa en su primera participación: «Cuando nos casamos pretendíamos hacer un raid en vez de una luna de miel al uso, pero entonces no fue posible. Como para el Chatarras nos teníamos que disfrazar, Susana propuso que nos disfrazáramos de novios y así lo hicimos. Al coche le pusimos el ‘just married’, las latas chocando con el suelo y todo. Además, a los de la organización les dijimos que nos tenían que casar y nos improvisaron una ceremonia divertidísima en cosa de unos minutos. Con las sirenas sonando y todo».

Vinimos el año pasado y nos gustó tanto y lo pasamos tan bien que hemos decidido repetir

Lluís Pulgar y Susana Costa (pareja participante)

Eiharne Pardo ha ‘liado’ a Olatz Elorriaga para hacerse, calculan las vizcaínas, unos 7.000 kilómetros. «Ya estuve el año pasado y la experiencia fue muy buena. Para ella es el estreno. Le dije ‘tú tienes pasaporte y yo tengo coche, así que vente conmigo’. Somos de la misma cuadrilla», narra la primera. «Ni me he informado, porque confío a ciegas en mi copilota. Si ella me dice salta, yo salto«, corrobora la segunda, que se encargará de conducir un Seat Panda de 36 caballos.

Olatz y Eiharne, este sábado con su Panda.

Olatz y Eiharne, este sábado con su Panda.

«Se me da bastante bien guiar», insiste Eiharne. «El año pasado íbamos abriendo camino, pero cuando dejamos pasar a otro vehículo terminaron perdiéndose y tuve que orientar otra vez a todos. Si quieres picarte puedes hacerlo, pero más allá de la competición este raid tiene un lado de diversión», certifica. El disfraz de ambas pinta original. «¿Conoces los cuentos de Teo?», espetan al periodista. «Pues iremos de ‘Teo se va al Chatarras'», completan.

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Por lo que pueda pasar, el raid ofrece tanto taller al final de cada etapa, donde mecánicos y participantes pueden revisar los coches, como camión de asistencia. El equipo de organización ronda las 50 personas: “Montamos vivacs en el desierto, con jaima de restauración, aseos y duchas, más nuestro propio espacio, y tenemos equipo médico propio con cuatro ambulancias, una de ellas UVI móvil», desmenuza Ávila. Una aventura que cruza la frontera para trasladarse a Marruecos cuenta por supuesto con los correspondientes permisos del gobierno y de las fuerzas de seguridad de ese país: “Aunque también los de España, donde al fin y al cabo ‘ocupamos’ un pueblo”.

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El Chatarras gira también sobre el concepto ‘soliRALLYdad’, con una doble vía de actuación. Los equipos han entregado de forma obligatoria un mínimo de 10 kilos de productos de primera necesidad (se calcula un total cercano a los 3.000), que en este caso irán destinados al Banco de Alimentos de Campo de Gibraltar, y otro tanto en un lote de material escolar para asociaciones marroquíes dedicadas a mejorar las condiciones de escolarización de niños y niñas. “También llevamos ropa o juguetes”, subraya Ávila. “Paramos a entregarlos y escuchamos solicitudes”, certifica.

Le dije ‘tú tienes pasaporte y yo tengo coche, así que vente’; somos de la misma cuadrilla

Eiharne Pardo y Olatz Elorriaga (pareja participante)

Hay premios en meta, sí, pero como la competitividad es lo de menos se elige ganador (y segundo clasificado)… por votación popular. “Puede ser por la ayuda que haya prestado en los rescates, porque sea gracioso o por muchos otros motivos”. De hecho entre los galardones también se cita el de vehículo más antiguo, el de mejor pintado o, en lo que a los participantes respecta, efectivamente el de mejor disfraz. Porque se trata de divertirse. En 2025, por cierto, habrá hasta tres oportunidades para hacerlo: en marzo con destino Merzouga, en mayo (edición especial) con destino Saidia y otra vez en noviembre con destino Marrakech. Chalados en locos cacharros, por resumir. Como en la película, pero sin necesidad de volar.





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