Así es Aruca Fernández-Vega, la discreta mujer de Emilio Aragón: 40 años de amor y una boda desastrosa
Lejos ya de sus años de mayor fama, desde que
un cansado Emilio Aragón
decidiera retirarse de la televisión en 2006, él y su familia saltan de nuevo a los titulares por un motivo muy especial:
Nacho Aragón, el pequeño de los tres hijos del artista y productor junto a
Aruca Fernández-Vega,
se casa este fin de semana
con su novia de toda la vida, la creadora de contenido
Bea Gimeno.
La asturiana, descendiente de una ilustre familia de oftalmólogos con
estrechos lazos con la familia real, se ha convertido en matriarca de un clan que no ha seguido los pasos artísticos de su padre, pero que sí han heredado
su gen emprendedor para triunfar en varios proyectos profesionales.
Icíar, Macarena y Nacho, que este sábado se dará el ‘sí, quiero’ en una finca cercana a Palma de Mallorca rodeado del calor de sus seres queridos, son junto a sus cuatro nietos
el gran tesoro de Emilio y Aruca, que llevan más de cuatro décadas juntos. Siempre discreta y a la sombra de la gran popularidad que cosechara el hijo de Miliki, primero como payaso y luego al frente de
bombazos como ‘Médico de familia’,
ella tiene no obstante gran parte de culpa en los sucesivos éxitos de su marido. Ambos han sabido combinar durante estos años
una fructífera carrera profesional con una idílica vida personal.
Una historia de amor de película y una boda desastrosa
Emilio y Aruca se conocieron cuando ambos eran tan solo unos adolescentes:
él tenía 17 años y ella 16. Y el relato de cómo saltó la chispa ente ellos podría titularse: ‘Había una vez un circo…’.
Gaby, Fofó y Miliki son herederos de una larga tradición familiar circense, que se remonta al siglo XIX, y que también juega un papel importante en esta historia.
Emilio y Aruca, en una imagen de sus redes. /
Sus caminos se encontraron cuando
el abuelo de Aruca, Manuel Feijoó, dueño del Circo Price y del Circo Americano, les contrató por primera vez, pero fue el matrimonio de
Rita Irasema, hermana de Emilio
, con Manuel, el tío de Aruca, lo que selló su destino en común. Ellos se casaron en 1976 y en 1983 llegaría la boda entre nuestros dos protagonistas.
El enlace tuvo lugar en Asturias y ambos hicieron bueno el dicho popular que reza
«novia mojada, novia afortunada». La propia novia calificaba en una de sus escasas entrevistas, en este caso a ‘Vanity Fair’, que aquel día fue todo un «desastre». Todo porque a los invitados les pilló en plena celebración una gota fría. «
Fue horroroso. Todo el aperitivo se fue al garete. Las señoras con los tacones hundidos en el fango. Se organizó un barrizal… yo lloraba con mi padre encima de la cama«, recordaba Aruca aquel día.
Una vida discreta lejos de los focos
En esa mencionada entrevista describía Aruca cómo siempre han sido sumamente reservados y
se ha negado sistemáticamente a conceder entrevistas a la prensa, ni siquiera cuando nacieron sus hijos, por mucho dinero que le ofrecieran por las exclusivas. Su férrea intención de preservar al máximo su vida privada les llevó incluso a
mudarse a Boston junto a sus hijos coincidiendo con el apogeo de popularidad de Emilio Aragón por culpa de ‘Médico de familia’. En esa época el acoso de los fans y los paparazzi les hizo tomar las de Villadiego, buscando la tranquilidad al otro lado del Atlántico.
Aruca Fernández-Vega en una imagen reciente. /
La discreción ha marcado siempre la vida de Aruca, la mayor de ocho hermanos que descienden por vía paterna de una prestigiosa saga de oftalmólogos asturianos, creadores del Instituto Fernández-Vega en Oviedo, donde acuden a menudo varios Borbones. Sus vínculos con la familia real aumentaron cuando su tía Elena se casó con
Sabino Fernández Campos
, el que fuera durante muchos años secretario del rey Juan Carlos.
En lo profesional, junto a su marido fundó en 1991 la productora Globo Televisión, de la que nacería poco después
Globomedia, responsable de algunos de
los mayores éxitos televisivos de nuestro país
, desde ‘Caiga quien caiga’ hasta ‘Los Serrano’. Desde que Emilio Aragón diera un paso atrás en cuanto a su presencia pública, su deseo de lograr el anonimato más completo está un poco más cerca. Aunque haya recuperado brevemente la
atención mediática por la boda de su hijo Nacho
, del que será orgullosa madrina en Mallorca.