viernes, febrero 21, 2025
Ciencia y Salud

Así es el vistazo más largo a las llamaradas del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea


Desde hace décadas, los astrónomos saben que Sagitario A*, el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, está activo de manera anómala. Un flujo constante de materia y gas incandescente revela que esta estructura gravitacional devora sin descanso. Aunque poderosa, la “fiesta de fuegos artificiales” de Sagitario A* suele ser invisible para la mayoría de los telescopios en la Tierra. Por fortuna, ahora la ciencia cuenta con un as bajo la manga: el telescopio espacial James Webb (JWST).

Recientemente, investigadores de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, obtuvieron el registro más largo hasta ahora de las llamaradas provenientes de este agujero negro supermasivo. Para ello, usaron la cámara de infrarrojo cercano del JWST para monitorear la región durante 48 horas a lo largo de un año. Con esto, fue posible visualizar las repentinas firmas de calor que emanaban de Sagitario A* en un periodo suficientemente largo como para apreciar los cambios.

«En nuestros datos, vimos un brillo burbujeante y en constante cambio. Y luego ¡boom! De repente apareció una gran explosión de brillo, que luego se calmó de nuevo. No pudimos encontrar un patrón en esta actividad. Parece ser aleatorio. El perfil de actividad del agujero negro era nuevo y emocionante cada vez que lo observábamos», explicó Yusuf-Zadeh, autor principal del estudio publicado en The Astrophysical Journal Letter.

¿Qué son las llamaradas de los agujeros negros?

Los agujeros negros inactivos son virtualmente invisibles. No emiten luz ni dejan que algo brote de ellos. Sin embargo, no es el caso de aquellos que están consumiendo gas o estrellas. Aunque siguen siendo oscuros, la materia que orbita a su alrededor se calienta hasta el punto de iluminarse. Así se forma un disco de acreción que emite radiación infrarroja, rayos X y gamma, emisiones que pueden medirse desde la Tierra.

Además, el entorno exótico alrededor de un agujero negro como Sagitario A* provoca llamaradas, grandes y breves expulsiones de energía que iluminan su entorno. La astrofísica intenta actualmente entenderlas. Por ejemplo, se descubrió recientemente que algunas de ellas se originan por la reconexión de los campos magnéticos en los discos de acreción. Este es el mismo principio que produce las expulsiones de masa coronal en el Sol. La explicación fue adoptada por el equipo de Yusuf-Zadeh para el caso de las llamaradas en el centro de la Vía Láctea.



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