jueves, noviembre 21, 2024
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Así fue la triste relación de Jimmy Giménez-Arnau con Leticia, su única hija


Jorge C. Parcero

El escritor y periodista
Jimmy Giménez-Arnau ha fallecido
a los 80 años sin haber podido reconciliarse con
su única hija, Leticia, fruto de su matrimonio con
la nieta de Franco, María del Mar Martínez-Bordiú
. Ambos se casaron en 1977 en el gallego Pazo de Meirás, previa exclusiva con una revista valorada en un millón de pesetas, y dos años después ampliaron la familia. Pero el matrimonio comenzó a hacer aguas y diez meses después del nacimiento de la pequeña Jimmy y Merry ponían fin a su relación. El matrimonio se disolvería finalmente en el Tribunal de la Rota en 1993.

Fue su madre la que se hizo cargo de la tutela de la niña, entre
batallas judiciales por la custodia. Pero cuando Leticia cumplió los doce años, la relación con su padre se rompió definitivamente. María del Mar Martínez-Bordiú rehizo su vida con el empresario estadounidense Gregor Tamler, con el que se mudó junto a su hija a Nueva York y posteriormente a las Islas Vírgenes.

Instalada definitivamente en Miami, es allí donde vive ahora Leticia Giménez-Arnau, que en el mismo pazo gallego donde se casaron sus padres,
contraía matrimonio en 2008 con el empresario Marcos Sagrera. Jimmy no fue invitado al discreto enlace. Esta discreción ha caracterizado la vida de la joven, que se ha mantenido en gran medida lejos del foco mediático desde pequeña. Más allá de su propia boda, no la hemos visto en eventos familiares como
la exhumación de su bisabuelo
y tampoco se cuenta con que esté presente en el funeral de su padre.

¿Cómo se deterioró la relación entre padre e hija?

En una visita al programa
‘Mi casa es la tuya’ de Bertín Osborne
, Jimmy habló largo y tendido sobre su relación con la nieta de Franco y sobre su hija. «
El matrimonio con ella se me hizo muy largo porque cambió mucho. La niña nació, pero cuando yo me separé ya llevábamos nueve meses separados. Me dio pena porque a Leticia, que la veía muy mona, le daba el dedo y se dormía. Me fui con la idea de que al irme no iba a poder descansar la niña», recordaba el periodista.

Ahondando en cómo se rompió el vínculo con ella, añadía que «
la quise mucho y la estuve viendo hasta los doce años. Después ya no más, me dejaban porque gané todos los juicios. María del Mar fue una tramposa en los juzgados, en Europa y en América», decía también de manera contundente en el programa de Telecinco.

Jimmy junto a su hija Leticia en Menorca /

getty

Recordando sus viajes para ver a su hija cuando era pequeña y las supuestas barreras que su madre ponía entre ellos por «venganza», contó también a Bertín Osborne que le aconsejaron que
hasta los 18 años tenía que «luchar por su hija» para que esta no le dijera cuando creciera «tú me abandonaste». Pero, resignado, terminaba afirmando que «yo no puedo hacer nada. Ella no quiere. Yo respeto la libertad que ella tiene para elegir con quién estar. Ella ha elegido no verme, pues yo respeto mucho eso. Pero no puedo estar mendigando cariño».

Una reconciliación que ya es imposible

Tras su divorcio de Merry, Jimmy Giménez-Arnau rehizo su vida sentimental tras su segunda boda con María Teresa Fernández-Peral y
la tercera y definitiva con la periodista Sandra Salgado, que ha estado a su lado hasta el final. Pero, como reconocía su íntima amiga Beatriz Cortázar en ‘Ahora Sonsoles’, el vínculo con su única hija nunca lo pudo recuperar.

Jimmy Giménez-Arnau y María del Mar Martínez-Bordiú y Franco. /

gtres

Aunque la colaboradora televisiva aseguró que Jimmy trató en varios momentos de retomar el contacto con su hija en Estados Unidos, estos intentos nunca llegaron a buen puerto.
«Su hija se ha perdido conocerle, es una pena», laméntala en directo Cortázar.

Prueba de la insalvable distancia entre padre e hija fue la ausencia de Leticia en los funerales de los padres de Jimmy, algo que nunca le pudo perdonar. «Murieron mis padres y ella no vino a ninguno de los entierros.
No sé dónde vive, ni me importa. Espero que le vaya bien, chao«, sentenció sobre ella en unas ácidas declaraciones.





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