Así vive Haya de Jordania tras su tortuoso divorcio: amenazas, secretismo y una gran fortuna
Recuperar la normalidad está siendo para Haya de Jordania
un camino complicado, por la delicada situación en la que quedó tras su
tortuoso divorcio del emir de Dubai
, Mohammed Bin Rashid Al Maktoum. Por eso, no se muestra en público y mucho menos a sus hijos, Jalila, que cumplirá 17 años el próximo 2 de diciembre, y Zayed, que cumplirá 13, el día 7 del mismo mes.
Resultó inusual y esperanzador ver a
la hermana del rey Abdalá de Jordania y cuñada de Rania reaparecer el pasado mes de abril en un acto de The Maiden Foundation, una organización benéfica destinada a ayudar a jóvenes desfavorecidas a través de la educación. Un evento en el que estuvo acompañada por Sarah Ferguson, en una de sus primeras apariciones públicas después de haber sido diagnosticada con
un cáncer de mama
.
Por el momento, las redes sociales son la mayor vía de contacto con el exterior de la hija del
recordado rey Hussein de Jordania y Alia Toukan, muerta trágicamente en un accidente de helicóptero en Amán en 1977. Su madre, que perdió en la infancia, era
una de las tres mujeres del monarca
antes de conocer a la reina Noor y dejó una profunda huella por su compromiso social. La princesa Haya tiene 654.000 seguidores en instagram, lo que evidencia su predicamento, pese a ser una figura sin presencia pública. Suele recordar a sus padres en esta red social con cierta frecuencia.
Haya de Jordania aprovecha esta visibilidad para dar cabida a las causas que ha apoyado desde siempre, como
el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible, pero también ha aprovechado para pedir el alto al fuego en Gaza, igual que lo hiciera en un gesto muy valiente su cuñada
Rania, gran defensora de Gaza
. No en vano es hija del médico palestino Faisal Sidqi Al Yassin, y tiene muy presentes sus raíces. La reina, por cierto, nació en Kuwait, a donde emigró su familia y su padre abrió una clínica.
Haya de Jordania sigue viviendo en el Reino Unido
Establecida en Londres y completamente apartada de la vida pública, Haya de Jordania no ha participado de algunos acontecimientos familiares importantes. Este fue el caso de la boda de su sobrino,
el príncipe heredero Al Hussein Bin Abdullah II,
pero
sí felicitó a los contrayentes a través de las redes sociales, donde también suele compartir fotografías retrospectivas de épocas más felices de su vida.
Rodeada de un gran hermetismo, se desconoce si Haya de Jordania ha vuelto a encontrar pareja, una vez que se apagó el escándalo que supuso
su relación con uno de sus guardaespaldas
, Russell Flowers. Una relación que surgió cuando ambos estaban casados y que se cerró, según Daily Mail, con
un acuerdo de confidencialidad por el que él recibió casi 1,5 millones de euros. Se habló de chantaje por parte del guardaespaldas, pero personas de su entorno desmintieron al mencionado periódico inglés este extremo.
El calvario de Haya de Jordania comenzó cuando
huyó en 2019 a Londres desde Dubai con sus dos hijos. Temía por su integridad y la de sus niños. Razones no le faltaban. Dos de las hijas del jeque, las princesas Latifa y Shamsa, le habían acusado de secuestrarlas y devolverlas al emirato contra su voluntad. A esta última no se la ha vuelto a ver en público desde hace 23 años.
El emir, en efecto, reclamó la vuelta de Haya, pero
gozaba de inmunidad diplomática porque el rey Abdalá, en un movimiento propio de un avispado jugador de ajedrez, le había asignado a su hermana un puesto en la Secretaría de la embajada de Jordania en el Reino Unido para que pudiera permanecer en el país.
Haya de Jordania y sus hijos, rodeados de fuertes medidas de seguridad
Una vez finalizado el proceso de divorcio, con resultado favorable para los intereses de Haya de Jordania, no acabó el via crucis. Siguió recibiendo amenazas, por lo que
lleva una vida muy bunkerizada. La princesa jordana reparte su tiempo entre dos magníficas propiedades, una de ellas muy cercana al palacio de Kensington, y la otra en Egham, en Surrey, en plena naturaleza.
A nivel material, Haya de Jordania, no tiene ningún problema. Más allá de su patrimonio personal, la sentencia judicial le otorgó 650 millones de euros y, como prometió el jeque,
se ocupa económicamente de sus hijos, de los que perdió la custodia. Por supuesto, siempre negó las acusaciones de las que fue objeto, pero los tribunales acreditaron las palabras de su exmujer, quien manifestaba tras conocer el fallo judicial que todo lo vivido había sido «aterrador».