lunes, octubre 6, 2025
Cuba

Aunque pueda pagar, la mipyme que incumpla su plan de consumo eléctrico se cierra: Díaz-Canel


El gobernante aseguró que quien se exceda del consumo establecido «aunque pueda pagar el gasto, tendrá que parar».

MIAMI, Estados Unidos. – El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel advirtió que las unidades del sector no estatal que excedan su plan de consumo eléctrico serán clausuradas, aun cuando puedan costear el gasto. “Hay que visitar los centros del sector no estatal, y controlar si están cumpliendo su plan de consumo eléctrico”, indicó durante un encuentro de trabajo celebrado en La Habana el pasado sábado. “No se puede permitir el derroche, aunque puedan pagar la electricidad. El lugar que incumpla su plan se cierra”, agregó.

El sábado, 4 de octubre, Díaz-Canel llamó a atender “con la mayor rapidez, intensidad y orden posible” tres asuntos prioritarios en la capital: la distribución de la energía eléctrica, el abasto de agua y la recogida de desechos sólidos. Según el reporte oficial, el gobernante subrayó la necesidad de respetar estrictamente las programaciones de consumo y el “valor del ahorro”, y razonó que, en un contexto de restricciones uniformes, quien se exceda del consumo establecido “aunque pueda pagar el gasto, tendrá que parar”.

El anuncio ocurre en un escenario de elevada fragilidad para el tejido de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). De acuerdo con el informe Sector privado en Cuba: ¿Válvula de escape o motor de desarrollo? del Cuba Study Group, el Estado trata al empresariado independiente como un “mal necesario” y le impone un “techo de cristal” que limita su expansión.

“Cuba está atravesando una crisis económica profunda”, sostuvo el autor del estudio, el economista Ricardo Torres Pérez, profesor adjunto del Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de American University en Washington. A su juicio, “ahora mismo hay mucha incertidumbre en el sector privado, porque la economía está ahogada. Depende de regulaciones de un Gobierno que no está comprometido con la libre empresa”. Y agregó: “Siempre hay una regulación nueva que se puede hacer para molestar a la empresa privada de una manera u otra”, algo posible “en cualquier momento, como lo han demostrado en estos meses recientes”, pues el Estado llega “hasta donde quiere llegar”.

El propio análisis del Cuba Study Group subraya que en dos años se han registrado más de 10.000 mipymes, responsables de alrededor del 30% del empleo, pero con capacidad de crecimiento frenada por el marco regulatorio. 

Las tensiones regulatorias y macroeconómicas ya se reflejaban en los datos oficiales de finales de 2024. En marzo de este año trascendió que, por primera vez desde su legalización en 2021, el número de mipymes privadas había caído en un trimestre, con una contracción del 2,35%. Ese mismo mes, el Ministerio de Economía y Planificación había dejado de publicar los partes semanales de nuevas autorizaciones, y en diciembre de 2024 una resolución en la Gaceta Oficial prohibió a las mipymes privadas ejercer comercio mayorista, obligándolas a operar de forma mediada por el Estado y cancelando de oficio licencias previamente concedidas para esa actividad. 

El economista cubano Pedro Monreal advirtió en X que la primera reducción trimestral de mipymes privadas “pudiera estar reflejando tanto la estanflación actual como problemas estructurales de más largo plazo”. Aunque con información limitada, señaló que el descenso “parece apuntar hacia una agudización del déficit de oferta”, con caídas en todas las provincias y alta concentración en La Habana (43% del total nacional de mipymes a diciembre de 2024). 

Asimismo, Monreal detectó contracciones superiores al 6% en Cienfuegos, Villa Clara y Camagüey, y atribuyó el golpe en la industria (36,5% de la reducción) a “múltiples causas” como la crisis energética, dificultades de inversión y déficit de insumos agropecuarios. En turismo y gastronomía (28,4% del total), vinculó el retroceso al “descarrilamiento del turismo internacional”. 

Sobre el comercio —9,5% de la disminución— advirtió que “pudiera indicar un problema mayor”, pese a su menor peso, porque las mipymes privadas habían pasado de representar el 4,1% de las ventas minoristas totales en 2022 al 25% en 2023. 

Monreal sumó obstáculos adicionales: “La prohibición general (con excepciones) del comercio mayorista, la crisis energética, reducción del poder de compra de los consumidores, y una creciente competencia monopolista estatal dolarizada”. En su síntesis, el “pinchazo” expresa “problemas estructurales (crisis del modelo de crecimiento y marco normativo e institucional inadecuado) y un entorno macroeconómico recesivo de estanflación (contracción económica e inflación de dos dígitos)”, por lo que “habrá que seguir observando”.

Ahora, la instrucción de Díaz-Canel de cerrar las entidades no estatales que rebasen su plan eléctrico —aun si disponen de recursos para pagar— añade un nuevo frente de riesgo para las mipymes, ya afectadas por contracciones, mayores cargas fiscales y limitaciones operativas. 

El llamado oficial a fiscalizar el consumo anticipa controles más estrictos sobre un sector que, pese a su peso creciente en empleo y ventas, sigue condicionado por decisiones discrecionales del Estado..





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